06 mayo 2020

El Ministerio del Tiempo 35 - "Perdido en el tiempo" [spoilers]

   Ya ha comenzado la tan esperada cuarta temporada de El Ministerio del Tiempo, sin lugar a dudas una de las mejores series de televisión de la historia. Lejos de acomodarse, algo que nunca ha buscado, el programa de Javier y Pablo Olivares sigue donde lo dejó, acumulando el poso de cada uno de sus capítulos y reconociendo que han pasado casi tres años desde que abandonó nuestras pantallas, también para sus protagonistas. Un proceso de guion e interpretación que enriquece a los personajes, y nos presenta nuevas facetas de viejos amigos.
   Tenemos nueva cabecera, más breve y ágil, y nueva orquestación, con más integración de efectos de sonido, en los que destacan mecanismos de relojería y el paso de infinitud de soldados marcando el paso al ritmo de la Historia. La sede del Ministerio se ha trasladado ahora a los viejos estudios de Radio Nacional en Arganda (algo que Salvador achaca a "la gentrificación" del centro de Madrid, y que tiene que ver además con que muchos de los viejos decorados ya no existen, dado que TVE tardó tanto en decidir que la serie continuaba). Como siempre, la serie hace de los problemas ocasión, y convierte este nuevo escenario en una oportunidad para volver aún más tridimensional, creíble y realista la existencia de nuestro querido Ministerio. El acceso por primera vez de un Alonso de Entrerríos (Nacho Fresneda) semi-retirado que cuida de su familia nos ofrece un punto de vista extraño y a la vez pedestre, una nueva versión de aquella primera llegada de Julián al Ministerio en el primer capítulo de la serie, y que personalmente me evocó la visita del héroe crepuscular de la película japonesa Big Man Japan a la casi abandonada central eléctrica en la que activa sus poderes. Salvador, Irene, Ernesto: parecen casi los mismos, siguen siendo imprescindibles, pero a la vez se les nota más cansados. No a los actores: a los personajes.



   Carolina González, Jordi Calafí y Javier Olivares firman un guion que dirige el veterano Chiqui Carabante. Julián, desaparecido de manera espectacular en el arranque del primer capítulo de la tercera temporada, es el protagonista principal de este episodio: él es quien está "Perdido en el tiempo". Aparece alguien con su cara en 1943, un tal Eulogio Romero, héroe de la División Azul metido a galán de cine. El ADN y su letra coinciden con Julián Martínez, pero ni recuerda a sus compañeros de Patrulla ni parece ser otra cosa que un héroe de guerra franquista. Como suele pasar en esta serie, la realidad será más compleja... 
   Peluquería, maquillaje y el trabajo del propio Rodolfo Sancho se unen para crear a un personaje distinto con rasgos reconocibles. La dureza de Eulogio está muy alejada del pacifismo de Julián, pero incluso el paso de los años ha dejado un poso claro en la construcción de esta nueva personalidad. A esto se suma una tercera fase del personaje, que aparece en los recuerdos de su traumático paso por Stalingrado como francotirador de élite (no deja de ser un juego de palabras divertido que pretenda dispararle a Franco) y que hace aún más intensa la onírica escena final que comparte con Lorca.



  La otra protagonista del episodio es Lola Mendieta, la versión joven que interpreta Macarena García, y que se incorporó al Ministerio en la tercera temporada cuando Salvador Martí la rescató de un campo de concentración y la reclutó en "Tiempo de Espías". Aquí la vemos mucho más compleja que en la temporada anterior, más madura y comenzando a acercarse a algunos de los puntos de vista de su versión adulta. Es, más que nunca, la Mendieta espía, la Mata-Hari implacable, una Jane Bond  para quien las relaciones no son necesariamente algo personal, y cuyos ideales hacen que este Ministerio le duela cada vez más. Pacino (Hugo Silva) es quizás el patrullero que más se parece a la versión que despedimos la última vez, y pese a que aporta su desparpajo, su humor y su eficiencia a la historia, el personaje acaba siendo el que más sufre, arrollado por la Lola maquinal, casi inhumana con la que había establecido una relación.
   Esto no es la Huelva soleada en la que podía jugar un partido de fútbol con unos amigos antes de intentar salvar la Operación Albondiguilla. Es la postguerra sucia, fría y desalmada en la que las órdenes son rescatar a un Julián que no sabe quién es Julián, pero sobre todo salvar a Franco.


   Y a la hora de la verdad, resulta que Franco (Pep Mirás) se puede salvar solo sin problemas. "El problema de los tres cuerpos", "Los hombres de Paco": podemos referirnos a la escena con muchos eufemismos, pero es un hallazgo fantástico el de los dobles del dictador y la maquinaria interior que frustra el magnicidio con la eficacia que solo el poder supremo permite. Retrata, sin necesidad de explicaciones complejas, la imposibilidad de alterar 40 años de un franquismo que ni siquiera necesita al Ministerio del Tiempo para protegerse. El "Let's kill Hitler" de Doctor Who no llega a plantearse más que como ilusión: mata a un Franco, y otros dos ocuparán su lugar. Hail, Hydra.
   "Perdido en el tiempo" abre una cuarta temporada de El Ministerio del Tiempo que no podría ser la primera, ni la segunda, ni la tercera. Abre con dolor y rabia, con sangre y demoliendo preconcepciones, abre con madurez y desesperación, con fracasos y espinas clavadas, y esa tercera vía entre las dos Españas que encarnaba Julián, doliéndose más que nunca. Con una nueva sede situada en una vieja gloria conservada como en ámbar. Recuperando a alguien que no sabe quién es, que no quiere ser recuperado. Y el atisbo a duras penas de una esperanza, encarnada en Federico García Lorca.
   Bienvenido de nuevo, Ministerio: la Historia te necesitaba. Y nosotros, más.

CONEXIÓN WHOVIAN: Además del ligero contacto con el ya mentado "Let's kill Hitler", que es muy ligero y más conceptual que efectivo, están las puertas del garaje en el que se reunen los conspiradores: fijaos bien en los cristales (con una fila extra, pero con varios vidrios mate) y el efecto de las puertas abiertas y veréis que recuerdan a los de cierta cabina...

Reseñas de El Ministerio del Tiempo
T1: 1 Empecinado | 2 Lope | 3 Hitler | 4 Rabino | 5 Guernica | 6 Lazarillo | 7 Leiva | 8 Lorca
T2: 9 Cid | 10 Pacino | 11 Cervantes | 12 Napoleón | 13 Gripe | 14 Houdini | 15 Filipinas | 16 Filipinas | 17 Alcázar | 18 Vampira | 19 Lombardi | 20 | 21
T3: 22 Hitchcock | 23 Mincemeat | 24 Bécquer | 25 | 26 | 27 | 28 | 29 | 30 | 31 | 32 | 33 | 34

T4: 35 Eulogio | 36 Almodóvar | 37 Bloody Mary | 38 Picasso | 39 Anacronópete | 40 Herrera | 41 Fernando VII | 42 Salcedo 

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