16 octubre 2009

Tiene que haber algo mejor que la energía oscura

Hoy rindo pleitesía a un maestro del periodismo científico. Miguel Ángel Sabadell nos explica, desde la web de Muy interesante, qué son (potencialmente) la materia oscura, la energía oscura y por qué mantienen a medio mundo científico con la mosca tras la oreja.

El artículo completo, lo encontraréis este mes bajo el título "Algo pasa con la gravedad":

¿Nos enfrentamos con una nueva física? Eso piensan unos cuantos astrofísicos, que sospechan que nos encontramos a las puertas de una nueva teoría de la gravedad. “Desde la década de 1970 los astrónomos saben que las regiones más externas de las galaxias parecen violar las leyes de la gravitación newtoniana”, dice John D. Anderson. Por aquella época todo el mundo esperaba que las estrellas de esas zonas se comportaran siguiendo las inexcusables leyes de la mecánica celeste: la velocidad orbital se reduce a medida que nos alejamos del centro galáctico. Sin embargo, se encontró que todas las estrellas situadas en las zonas exteriores de la galaxia se mueven a la misma velocidad independientemente de su distancia al centro. La única manera de reconciliar la gravedad newtoniana con las observaciones era postulando la existencia de un halo de materia que envuelve la galaxia. Claro que esta solución provocaba nuevos e incómodos interrogantes. ¿Por qué no observamos ninguna traza de su existencia? Si fuera materia normal emitiría un mínimo de radiación, pero no recibimos ni un solo fotón de ese supuesto halo.

¿Solución? Una nueva huída hacia adelante afirmando que se trata de algo totalmente diferente y extraño a la que conocemos y sobre la que no existe la más mínima evidencia de qué puede tratarse, un tipo de materia indetectable que solo se deja ver por el influjo gravitacional que provoca en las estrellas circundantes. Esta es la materia oscura, un caramelo para los físicos teóricos pues tienen patente de corso para estirar sus teorías y sacar de la chistera partículas de lo más peregrinas que puedan dar cuenta de unas propiedades tan coloristas. La materia oscura se enfrenta a un peculiar reto: han pasado casi 80 años desde que Fritz Ziwcky postulada su existencia por primera vez y nadie sabe qué es; ni siquiera hay una observación directa que nos confirme que está ahí. En la actualidad hay una decena de experimentos en marcha en laboratorios subterráneos -como el de Canfranc en el Pirineo aragonés- esperando ver una partícula de materia oscura chocando con un núcleo atómico. Otros doce pretenden detectar la aniquilación de una pareja de partículas de materia oscura mientras se espera a que el LHC de Ginebra, el famoso acelerador que se estropeó al poco tiempo de inaugurarse, pueda producirla. Ante esta sequía de pruebas lo que la física está pidiendo es un acto de fe, muy parecido al que pidió en el siglo XIX con el también indetectable éter, infinitamente rígido y elástico a la vez.

Tal situación ha sembrado un bien fundado escepticismo entre algunos cosmólogos. Los científicos del Fermilab de Chicago Scott Dodelson y Michele Liguori buscan pruebas que justifiquen la existencia de una nueva teoría de la gravedad capaz de explicar la estructura a gran escala del universo. "Debemos estar condenadamente seguros de que no podemos explicar el universo de otro modo que no sea aceptando la materia oscura", dice Dodelson. El camino al que apuntan es modificar la teoría de Einstein, hacerla más precisa, del mismo modo que hizo el genio alemán al completar la gravitación universal de Isaac Newton.

Una posibilidad es la llamada teoría de la gravedad relativista covariante, formulada en 2004 por Jacob Bekenstein. Está basada en una versión modificada de la teoría newtoniana publicada en 1983 por Mordehai Milgrom. Según este físico israelí la teoría de Newton no se aplica bien a regiones de densidad de materia extremadamente baja. Según él la gravedad es más intensa en sistemas difusos y esto puede explicar el movimiento de las estrellas en las regiones exteriores sin tener que hace uso de la invisible y misteriosa materia oscura. Así, de igual modo que la teoría newtoniana no se aplica en campos gravitatorios intensos y debe ser sustituida por la einsteniana, quizá sea necesaria una nueva teoría para regiones con campos muy débiles. Esta propuesta inicial de Milgrom ha sido retomada, completada y corregida por Bekenstein. Pero todavía hay mucho camino por recorrer. "Debemos comprobar todas las predicciones de la nueva teoría y compararla con el paradigma de la materia oscura para ver si es una alternativa viable", añade Liguori.

Otro físico, John Moffat, ha propuesta una teoría gravitacional no-simétrica que también intenta explicar el misterio de la materia oscura. En esencia sigue el mismo camino que recorrió Einstein en los últimos años de su vida y fracasó: encontrar una teoría unificada de campos. El asunto es bastante técnico y la clave reside en comparar las ecuaciones del campo electromagnético con las del gravitatorio. Entre ellas hay una peculiar diferencia que si se solventase apuntaría a "la existencia de una nueva fuerza fundamental en el universo", dice Moffat. Las complicaciones matemáticas de esta aventura científica son homéricas y hasta el momento solo se han encontrado aproximaciones a lo que podría ser una nueva teoría, pero los pocos físicos que trabajan en ello piensan que van a poder expulsar del universo esa inexplicable materia oscura.

Y si no teníamos suficiente con ella, en 1997 los cosmólogos añadieron una complicación aún mayor: ese año se descubrió que el universo estaba acelerando. La relatividad general dice que, si no hay más materia que la que arde, es imposible luego "algo" debe estar empujando. ¿El qué? Nada más fácil. Ya teníamos la materia oscura para explicar el movimiento de las estrellas, luego introduzcamos algo aún más extraño para explicar esta aceleración: la energía oscura. No obstante, un pequeño número de científicos sostienen que no es más que una nueva indicación de que debemos modificar nuestra concepción de la gravedad. Entre ellos se encuentran Martin Kunz y Domenico Sapone. El problema fundamental, como estos dos físicos declaran, es que "no podemos observar directamente ni la energía oscura ni la gravitación modificada". No hay manera de distinguir experimentalmente entre ambas: "las dos parecen lo mismo", añade Kunz.

09 octubre 2009

Hoy cumplimos 4 años

Y aquí estamos, hechos unos machotes... 4 años de blog contandoos las extrañas inter-relaciones que uno encuentra entre la subcultura que le gusta, las noticias más curiosas sobre atractivos proyectos cinematográficos que (a buen seguro) luego serán decepcionantes, compartiendo mundos fantásticos imaginados con mis amigos, avanzando el futuro de mil monos con mil máquinas de escribir,...

"Es un buen momento para hacer el mono"

...recordando músicas, descubriendo a dos niños que crecen, descubriendo a un padre que sigue siendo un niño que crece, analizando tendencias de muy poca última hora, redescubriendo la televisión, peleándonos con los transportes públicos, yendo poco al teatro y contándolo, recuperando la historia de un clásico de la ciencia ficción,...

- "Más grande por dentro que por fuera..." ¿Quién se va a creer esto?

Y contándotelo a ti. La verdad, todo esto va muy bien cuando uno tiene la necesidad de contarlo, pero sobre todo gana sentido cuando alguien lo lee.

Gracias.

Sopla las velas, ¡anda! que este cuarto aniversario también es tuyo...

04 octubre 2009

El dios de la mala suerte

El universo DC esconde personajes de lo más curioso, además de los archiconocidos Superman, Batman o Wonder Woman y sus legiones de amigos y adversarios. Por ejemplo, tenemos a un personaje que parece salido de una historia de Terry Pratchett: Vext.


Vext es el Dios de la Mala Suerte y Murphy su profeta. Sus compañeros del Panteón Árido, también conocido como el Vecindario de la Asquerossa Indiferencia están amenazados con la extinción debido a que la gente ha dejado de adorarles de forma apropiada (y si en el caso de Vext no os parece extraño, tened en cuenta que entre sus compañeros están Ekko, el Dios del Deja Vu; Paramour la Diosa de las Relaciones Que Acaban Horriblemente Mal, o Placatius, Dios de las Disculpas Insinceras).


Sin otra salida que encarnarse en la Tierra, y con órdenes precisas de NO INTERFERIR EN ASUNTOS HUMANOS, NO INTENTAR DOMINAR EL PLANETA y NO CONVERTIRSE EN SUPERHÉROE, Vext tiene un futuro de lo menos prometedor. Superman y Zauriel le avisan de que le estarán vigilando, mientras su vecina escritora (que al ver a los dos anteriores cree que estaban en un vivo de rol) trata de ayudarle a ajustarse al mundo moderno... pese a que no tenga demasiado claro que su amigo es algo divino.


La serie, creada por Keith Giffen en 1999, duró apenas 6 números. Claro que, teniendo en cuenta quien era el protagonista de la serie, quizás fueron 5 números más de lo que cabía esperar. Y no podemos decir que no avisaran a los lectores (ver portada anterior: "The end is near", qué cachondos) ni que se lo tomaran sin sentido del humor...


Y desde entonces no se ha vuelto a saber nada de Vext... ¿Será amigo del Mayor Desastre? ¿Escribirá la continuación de Small Gods? Es un misterio. Aunque teniendo en cuenta los últimos acontecimientos catastróficos en el Universo DC (Crisis y reCrisis, la muerte de Batman, Blackest Night) yo diría que chico debe estar de turismo por el planeta.

02 octubre 2009

Cuatro frases oídas un largo 1 de Octubre

7:52: "Estaba yo bostezando pero a mandíbula suelta y el profesor, sin mirarme, me dice desde la mesa ''Me preocupa, González, porque no sé si está o no está''" (escuchado en el bus).

11:50: "
Algunos especialistas opinan que ciertos animales, son sensibles a la música, el compositor Mastropiero entre ellos... entre los especialistas" (Introducción del Romance del Joven Conde, la sirena y el pajaro cucú. Y la oveja de Les Luthiers).

23:30: "No conseguirás las respuestas adecuadas sin las preguntas adecuadas" (Miénteme 1.03)

Y a medianoche en punto, con una sincronía asustante: "Me llamo John Locke, y no tengo ningún conflicto contigo" (Perdidos, 4.13), que es especialmente interesante como presentación considerando que el filósofo John Locke estudió la resolución de conflictos y que suya es la Carta sobre la Tolerancia...