31 agosto 2014

Into the Dalek [spoilers]

Probablemente a algunos el capítulo de hoy de Doctor Who les ha parecido pequeño. Pese a las dinámicas escenas de combates espaciales con las que abre, el desarrollo tenía más de ciencia ficción cerebral que muscular. Y sin embargo, lo que yo he visto ha sido un clásico. Y no me refiero a que sea un episodio digno de pasar, en buena posición, a la historia de la serie: literalmente, me parece que es más que ningún otro a día de hoy un episodio del Doctor Who clásico, y eso me ha encantado.

Gracias al guión de Phil Ford y Steven Moffat, la dirección de Ben Wheatley El clasicismo de Into the Dalek no sólo bebe de referencias más o menos veladas al pasado (su primer viaje a Skaro y su transformación, por oposición, en el Doctor). Está en la luz, los decorados, el confinamiento, los pasillos, el conflicto. Si en Deep Breath había una conexión con el paso de Davison a Colin, aquí se cruzan The Evil of the Daleks (1967) -con el factor Dalek y el factor Humano, y que fue dejando ecos en Resurrection of the Daleks (1984), Remembrance of the Daleks (1988), Dalek (2005), Evolution of the Daleks (2007) y Asylum of the Daleks (2012)- y Genesis of the Daleks (1975). Into the Dalek hubiera sido, por sus elementos constitutivos, un "four parter" de Tom Baker, probablemente con Liz Sladen, a tenor de las reacciones de Clara. ¡Si incluso Capaldi habla y suena a veces como Tom!

  
Pero tras lo que hizo en Remembrance of the Daleks y en la Guerra del Tiempo, el Doctor no es ya el mismo que fue transformado en Skaro para "no ser un dalek". Y la respuesta a su pregunta es dolorosa: "¿soy un buen hombre, Clara?". No lo sabe, no lo sabemos, Doctor. Pero todos hemos podido ver ahora, meridianamente, cómo sería un dalek con la moralidad y la pasión del Doctor: y no sería un buen Doctor. Sería un buen dalek. El Doctor estaba aterrorizado: "¡pero tienes que ver algo más dentro de mí!". La escena, hacia el final del episodio, es breve, pero el impacto es profundo y la actuación de Capaldi implacable, sobre todo si partimos de su altiva superioridad frente a la soldado del inicio del episodio: "sécate las lágrimas. Las lágrimas son para los civiles: es como nos comunicamos con vosotros"... que habían sido, por supuesto, invalidadas apenas un momento después por el ex-soldado Danny Pink, ahora profesor, llorando ante sus alumnos por la gente que había matado en acto de servicio.
Coal Hill School en 1963
Coal Hill School en 2014
Y sin embargo, no es una revelación nueva: pese a sus reticencias en The Parting of the Ways (2005) frente al Emperador Dalek y en Journey's End (2008) frente a Davros, en el episodio Dalek (2005), sin la cabeza fría, ya habíamos visto lo que arde en el corazón del Doctor cuando se refiere a sus mayores enemigos. Podíamos pensar que se debía al dolor aún reciente de haber "perdido" Gallifrey a sus manos. Pero ahora sabemos que hay algo más. Que ese odio comienza a ser algo clavado en su alma, en su propio "cortex", en la definición de lo que es El Doctor. Como lo es que, sea o no un buen hombre, lo intenta. Con todas sus limitaciones y su falibilidad.

Es probable que Rusty, esa constatación de las peculiaridades del proceso evolutivo que concibió Davros, vuelva a aparecer en el futuro: ¿seguirá aprendiendo? ¿Hacia dónde le llevará su contacto con la mente del Doctor? La senda que casi empezamos a caminar en Evolution of the Daleks (2007) y los daleks-señor del tiempo parece que tiene ahora una nueva oportunidad.


Referencias
Hemos mencionado unas cuantas ya, a las que cabe sumar, por ejemplo, la icónica imagen del soplete dalek abriéndose camino por los portones de la base rebelde, y que recuerda a la primera aparición de los alienígenas cuando perseguían al Doctor, Susan, Ian y Barbara por Skaro en 1963 (The Daleks).

Narrativa y visualmente, incluyendo algunas imágenes promocionales, hay claros paralelismos con el episodio Dalek (2005), sobre todo en el tramo en que el ser se libera por la base rebelde y va exterminando soldados hasta que se conecta con un ordenador, en este caso no para hablar con Van Staten sino con sus congéneres.

Evidentemente desde el cartel que abre este artículo se ve una referencia -que el propio Doctor nota- a la película Viaje Alucinante (Fantastic Voyage, 1966), pero el Primer Doctor ya se vio encogido por accidente en Planet of Giants (1964) y de manera más relevante el Cuarto en The Invisible Enemy (1977). La miniaturización y los anticuerpos también nos recuerda algo mucho más reciente: Let's Kill Hitler (2011).

Misterios
Por supuesto, tenemos una nueva aparición de Missy en este episodio, con otro personaje que acaba de morir, en la que vuelve a afirmar que aquello es el paraíso.

Pero lo que a mí me intriga de verdad es: ¿qué escribe el Doctor de Capaldi en su pizarra?


Ya lo vimos  garabateando como loco con un pedazo de tiza la noche tras su regeneración en Deep Breath. Operaciones, cálculos, teorías... Parecía parte de la representación de su desquiciada mente; pero ahora esta ya asentado en su decimosegunda vida, y mantiene esa presencia, esa pizarra llena de cálculos, en su TARDIS. ¿Acaso ahora calcula los saltos de su nave y por eso atina con mucha más precisión en sus idas y venidas? ¿O es que está tratando de finalizar los cálculos de sus 12 antecesores para localizar Gallifrey?

Delicatessen visual
El surreal momento en que el equipo reducido entra en el Dalek a través del cristal ¿líquido? de su ojo.

29 agosto 2014

Vincles Extraordinaris: Tot connecta

Aquest estiu he tingut la sort de poder participar amb una secció setmanal en un programa de ràdio a Onda Cero Catalunya, el Fem l'Agost que presenten en Joan Puig, Pere Roura i Berenguer Costa (i l'oncle Gustau!).

La secció es deia "Vincles Extraordinaris" i intentava descobrir-vos les connexions ocultes o casuals que existeixen entre els temes més diversos. Però tot i que no sempre és evident, la música que he escollit també anava lligada al tema que tocava.

VINCLES/1 (des del minut 11:17)
VINCLES/2 (des del minut 34:43)
VINCLES/3 (des del minut 9:59)
VINCLES/4 (des del minut 17:25)

En el tercer programa, per exemple, hem començat parlant de la darrera pel·lícula dels Transformers: l'era de l'extinció, ara amb dinosaures, que ens ha portat a recordar la "guerra dels ossos" que es va desenvolupar al segle XIX entre l'equip de paleontòlegs de l'Edward Drinker Cope i l'Othniel Charles Marsh, i que es va acabar al 1892. La música de fons és la dels "End Credits" de la pel·lícula Parc Juràssic, potser el film que més recentment ens ha il·lustrat la figura dels paleontòlegs moderns.

Això ens ha fet recordar altres coses que van passar al 1892, com ara el primer partit de basquet de la història, que a Samoa hi va haver dos 4s de Juliol, o que Conan Doyle va publicar el primer recull d'aventures de Sherlock Holmes. La música escollida per a aquest segment és l'Himne Nacional de Samoa, "O Le Fu'a o Le Sa'olotoga o Samoa" que vol dir "Samoa, l'estendard de la llibertat".

El 5 d'octubre d'aquell 1892 van caure dos mites criminals: a Lieja (Bèlgica) l'Adam Worth, a qui Scotland Yard anomenava "el Napoleó del Crim" (wink, wink, nudge, nudge), i a Coffeyville (Kansas) la banda dels autèntics germans Dalton. És amb una suite de peces del film animat La balada dels Dalton que ho il·lustràvem. Acabava la dècada en que havien anat morint els grans mites criminals de l'Oest, i que havia començat al 1881 amb en Pat Garret abatent Billy el Nen i el duel de l'OK Corral a Tombstone. Si una mort es recordaria als Estats Units aquell any, però, seria la del president James Garfield, tot just electe, a qui va assassinar l'advocat Charles Guiteau.

D'aquesta mort, i de tots els magnicidis nordamericans, en parla el musical Assassins de l'Stephen Sondheim, estrenat al 1990 a l'off-Broadway i arribat al propi Broadway al 2004, amb un muntatge que es va emportar 5 premis Tony, un d'ells per a en Denis O'Hare pel seu paper de Charles Guiteau. De la "balada dels Dalton" hem passat a "The ballad of Guiteau" d'Assassins, amb Denis O'Hare i Neil Patrick Harris.

Hem parlat de la carrera d'en Harris, aleshores, amb recomanació especial del seu Doctor Horrible's Sing Along Blog. La música del segment era, precissament, el tema "Brand New Day" de la minisèrie.

Aquí ve potser la peça que ha passat més desapercebuda: parlant de Denis Diderot, director de la primera Enciclópedia i l'home que va encunyar l'expressió teatral de la "quarta paret", hem sentit una suite de música clàssica que no estava pas escollida a l'atzar. Es tractava d'una suite d'Andrè Grétry, músic francès, coetani de Diderot, i nascut a Lieja, la ciutat on un segle desprès enxamparien "el Napoleó del Crim". Més concretament, de l'ópera Céphale et Procris, que adaptava una de les històries de les Metamorfosis d'Ovidi; la qual cosa era especialment addient perquè en el segment llegiem un fragment de Diderot sobre la transformació de les especies animals que s'avançava intuitivament 90 anys a L'origen de les espécies de Darwin.

I hem acabat lligant amb el principi, parlant de l'extinció dels dinosaures amb la música dels "End Titles" del film animat Dinosaure de Disney. Una pel·lícula que justament està enmarcada en aquest període apocalíptic de la prehistòria. L'era de l'extinció.

Tot connecta.



PD: la samarreta que jo portava al programa -d'El Gran Héroe Americano- tampoc era aleatòria. El protagonista d'aquella sèrie es deia Ralph Hinkley... al menys durant la primera meitat de la primera temporada. Desprès li van canviar per Hanley, perquè al març de 1981 un tal John Hinckley va intentar matar el president Donald Reagan. Personatge, en John, que evidentment apareix també al musical Assassins d'Stephen Sondheim ;)

28 agosto 2014

Club de Lectura de Doctor Who: Target

Como os informaba en la anterior entrada, el 9 de septiembre a las 18:30 abriremos en la Librería Gigamesh el Club de Lectura de Doctor Who. La primera sesión estará dedicada a las primeras novelas que aparecieron mientras la serie aún estaba en activo: las novelizaciones de sus seriales de la editorial Target. La sesión puede serviros para descubrir títulos interesantes, pero si queréis haber leído alguno para poder charlar sobre él en el Club, hay varios que están disponibles en la propia Gigamesh.
  • Doctor Who and the Daleks, David Whitaker
  • Doctor Who and the Crusaders, David Whitaker (novelización de "The Crusade")
  • Doctor Who and the Tenth Planet, Gerry Davis
  • Doctor Who and the Cybermen, Gerry Davis (novelización de "The Moonbase")
  • Doctor Who and the Abominable Snowmen, Terrance Dicks
  • Doctor Who and the Ice Warriors, Brian Hayles
  • Doctor Who and the Auton Invasion, Terrance Dicks (novelización de "Spearhead from space")
  • Doctor Who and the Cave Monsters, Malcolm Hulke (novelización de "Doctor Who and the Silurians")
  • Doctor Who: The Three Doctors, de Terrance Dicks
  • Doctor Who and the Ark in Space, de Ian Marter
  • Doctor Who and the Loch Ness Monster, de Terrance Dicks (novelización de "Terror of the Zygons")  
  • Remembrance of the Daleks, de Ben Aaronovich
Además, y aunque es posterior a la etapa Target, también hablaremos de la reciente novelización de Shada (el serial inconcluso del Cuarto Doctor) a cargo de Gareth Roberts. Junto con The Auton Invasion, The Ark in Space y Remembrance of the Daleks, tal vez serían los cuatro más destacables, aunque por supuesto todo va a gusto del lector, y en cada novelización hay algo nuevo a descubrir.

Si queréis conseguir los libros en Gigamesh, tienen stock de la mayoría, y pueden pedirlos con un margen de 10-15 días.

Club de Lectura de Doctor Who en Gigamesh

El Club Català de Ciència Ficció, Fantasia i Fandom, aka (CF)3, abre a todos los whovians, socios o no, el Club de Lectura de Doctor Who, que se reunirá en la librería Gigamesh de Barcelona el segundo martes de cada mes, de septiembre a diciembre, a las 18.30.

Cada tarde estará dedicada a un periodo de la historia narrativa de la serie:
  • 9 de septiembre: las novelizaciones de los seriales clásicos de Target.
  • 14 de Octubre: la primera etapa de novelas originales de Virgin Books.
  • 11 de Noviembre: las novelas del Octavo Doctor de BBC Books.
  • 9 de Diciembre: las novelas de la etapa moderna de Doctor Who.
En todas las sesiones habrá una charla sobre cada periodo y hablaremos de lo que hayamos leído. 

 En los próximos días os daremos pistas y consejos de libros recomendados, con suficiente antelación para que quien quiera pueda pedirlos en Gigamesh, así que atentos a este canal subespacial...


PD: el (CF)3 organiza, por cierto, este sábado en el Bharma de Barcelona, a partir de las 18:00, la proyección de "Deep Breath" (VOSE) y, en directo a las 20:30, "Into the Dalek" (VO).

27 agosto 2014

Deep Breath/3: Quién NO es Missy

"Moffatada", lo llaman algunos; "arco argumental misterioso", otros. Hay quien se lo esperaba. Hay quien creía que los nuevos tiempos traerían nuevas costumbres. Pero el final de Deep Breath (2014), tras el prólogo de The Bells of St. John (2013), nos vuelve a traer a la misteriosa mujer que le dio a Clara el número de Doctor, la misma que puso un retorcido anuncio en el Times para que ambos se reunieran en el Londres victoriano.

Viste como una suerte de Mary Poppins, se hace llamar Missy y afirma (River no la escuche) que es la novia del Doctor. También le dice al cyborg de la media-cara que, tras su muerte, está en el cielo tal y como él esperaba. Y sabe de la duda de si el Doctor empujó a su enemigo o éste saltó libremente de su dirigible de piel humana, pero parece compartirla y no tener una respuesta clara a la misma.

¿Quién demonios es Missy? Es otro más de los "árboles" que nos encontramos en el camino, pero dudo que vaya a convertirse en una trama importante hasta el desenlace de la temporada, ni siquiera un hilo conductor, más bien un misterio de fondo. Moffat ha dicho que ésta temporada cada capítulo, y la relación entre el Doctor y su tripulación van a ser más importantes que "el arco". Lo que no quita que la Red haya estallado desde el minuto 0 en teorías sobre la identidad de Missy. Porque Missy es Missy, claro, pero, ahora que sabemos que no es Donna ni River ¿quién o qué es Missy?

Personalmente me inclino a pensar que Missy es sencillamente Missy,  un nuevo personaje de creación 99% Moffat. ¿Pero, que hay del otro 1%? Bueno, Moffat mismo está compuesto en un 99% de Doctor Who, así que hay muchas opciones. Lo que sigue es una lista de posibles influencias sobre Missy que NO creo que sean Missy.
1. Romana IV. En ciertos sentidos, excepto en el más romántico de ellos, la segunda encarnación de Romanadvoratrelundar era la novia del Cuarto Doctor. La actriz desde luego llegó a casarse con el actor. Y el lugar entre mundos, tras los espejos, en el que acabó durante su última aventura en la serie, Warrior's Gate (1981), tiene cierta similitud con el no-lugar que el personaje de Michelle Gomez parece cuidar, según consideran ciertas entrevistas. Sabemos que Romana II o Romana III fueron presidentas de Gallifrey al principio de la Última Gran Guerra del Tiempo, pero que ya no ostentaba ese cargo para cuando llegó el final de la misma y el propio Rassilon redivivo tomó las riendas. ¿Se resistió Romana al cambio? ¿Tuvo que huir para salvarse? Estando la Guerra dentro de un bloqueo temporal, ¿sólo le quedó ese "vértice" entre lugares, ese "no-espacio entre los espacios" en el que refugiarse? Y recordemos que en Warrior's Gate Romana se exilia junto a K-9, que la llama Mistress.
Nivel de plausibilidad: 5
Nivel de ayvalaollismo: 6

2. Una Eterna. Los poderosos Eternos tuvieron sólo una aparición en la etapa original de Doctor Who, en el serial Enlightenment (1983), y a duras penas una mención fugaz durante la serie nueva para recordarnos que a causa de la Última Gran Guerra del Tiempo se exiliaron fuera del universo. Pero en las novelas de Virgin Books que siguieron al cierre de la serie en 1989 se les dio un papel más relevante, en el que encarnaban grandes pulsiones y conceptos: las dos Eternas más relevantes en las novelas fueron Tiempo, que llegó a nombrar su Campeón al Doctor, y Muerte, que hizo lo propio con el Amo. ¿Es Missy alguna de ellas? O tal vez una nueva: Destino, pongamos, dada su obsesión por mantener unidos a Clara y al Doctor. En Enlightenment uno de los Eternos, que no acaban de comprender el funcionamiento de los seres terrenales, se obsesiona con el amor y con Tegan, compañera del Quinto Doctor. ¿Podría ser esto el reverso de aquella historia?
Nivel de plausibilidad: 3
Nivel de ayvalaollismo: 9

3. El Amo. Porque de Missy a Mistress (el femenino de Master) hay sólo un paso, como ya hemos dicho antes. Si el Amo se hubiera regenerado en una mujer -y tendría lógica, dado la frecuencia con que las mujeres han hecho fracasar sus planes- todo lo que ocurra en ese otro "lugar" debe tener un objetivo de lo más siniestro, y el robot-humano puede ser sólo el primer caso. ¿Acaso no se han visto fotos del Doctor y Missy caminando por un Londres lleno de Cyberhumanos? ¿No sería muy lógico que si tienes un plan que involucra a los Cybermen empieces por hacerte por un cyborg que ha hecho el camino inverso? Desde luego, un Amo femenino sería la alfombra roja de cara a un Doctor del mismo sexo pero, en serio, ¿no os parece demasiado evidente? Y si fuera algo así, ¿no valdría más para eso utilizar a la Rani?
Nivel de plausilibilidad: 4
Nivel de ayvalaollismo: 2


4. Iris Wyldthime. ¿Iris quién? Hablando con Sofía Izquierdo del tema me trajo a la mente este personaje creado por el autor Paul Magrs nació en novelas ajenas al universo whovian, pero pronto empezó a colarse en historias del Doctor, como The Scarlet Empress o The Blue Angel. Aunque es difícil tener auténticas certezas sobre ella, ya que es quien narra sus propias historias, miente más que habla y es a menudo postmodernamente consciente de su condición de personaje de ciencia ficción, podría ser una especie de Señora del Tiempo de un Gallifrey alternativo, The Clockworks, dentro del Obverso. ¿Podría su locura y su obsesión por el Doctor ceñirse a lo que es Missy? Si veis su TARDIS, un autobús rojo de dos pisos ligeramente más pequeño por dentro, no dudéis: es ella.
Nivel de plausibilidad: 2
Nivel de ayvalaollismo: 9


5. Cameca. La azteca con la que se prometió el Primer Doctor. Hay pocas dudas de que es su novia tras la taza de cacao que compartieron. Habitaba en el "jardín de la paz". ¡Es evidente!
Nivel de plausibilidad: esto..., lo siento, no tengo datos, el sensor de ayvalaollismo acaba de explotar...

26 agosto 2014

Deep Breath/2: la conexión Baker

En el primer capítulo de la nueva temporada de Doctor Who, como comentaba en el anterior artículo, hay espolvoreadas referencias a diversos momentos del pasado de la serie: además de las ya mencionadas, y de la evidente referencia a la bufanda de Tom Baker, uno se pregunta si el momento "vagabundo" no era una velada conexión circunstancial con el Segundo Doctor, al que muchas veces se ha calificado de cosmic hobo.

Pero hay una referencia que creo que no es tan pasajera ni anecdótica, y es la que tiende un puente hacia The Caves of Androzani (1984) y The Twin Dilemma (1984). En Androzani, el Quinto Doctor sacrificó su vida para salvar la de su compañera Peri, a la que acababa de conocer en el serial anterior; en The Name of the Doctor (2013), el Doctor se lanza dentro de su línea temporal para rescatar a Clara Oswald, un acto de verdadera osadía y tremendamente arriesgado, justo cuando acaba de descubrir quién es ella realmente. Justo antes de regenerarse, al Quinto Doctor se le presentan los rostros de sus viejos aliados (y también de su mayor enemigo, el Amo); y en The Name, vemos las múltiples caras que ha llenado Clara en su desesperado intento por salvar al Doctor de la Gran Inteligencia. El interior de la línea temporal del Doctor parece un entramado de cavernas (o al menos un páramo yermo, abrupto y sombrío), y lo que Clara descubre en su extremo más oscuro es un Doctor desconocido, viejo y rechazado.

No es que sea un paralelismo fácil, no es evidente, no es una referencia a su vieja bufanda; por supuesto, el Doctor no muere en The Name of the Doctor, pero sí pisa finalmente su tumba, Trenzalore. Y aún así hay algo en el ambiente general que conecta ambos lugares: incluso Vastra nombra Androzani como uno de los puntos en la historia que la Gran Inteligencia está alterando.

Es bastante probable que cuando se cocnocen en Planet of Fire (1984) Peri se vaya con el Doctor entre otras cosas porque le atrae; no sólo por la promesa de emoción y de romper con el aburrimiento de sus vacaciones de la costa tinerfeña. Aunque Peter Davison no se muestre particularmente atento a los encantos de la hermosa americana, seamos sinceros: a Peri el Quinto Doctor le mola. Cuando para salvarle la vida, muere en Androzani y se regenera en el Sexto Doctor, en Colin Baker, el shock es importante. Adios al físico, adios al carácter, adios a la persona... El Sexto Doctor es, cuando arranca The Twin Dilemma, seco, cortante, engreído y un poquito psicopatilla, ya que durante los primeros instantes tras la regeneración su mente desvaría por senderos distintos a la debilidad que muestran el Tercero o el Quinto. Y ocurre esto:

Ese giro en la expresión del Doctor, esa violencia dentro del supuestamente sacrosanto espacio de la TARDIS... Si sus ropas no eran suficiente pista, con lo otro queda claro que algo ha salido mal, terriblemente mal. Peri tardará mucho en aceptar al nuevo Doctor y viajará durante mucho tiempo a su pesar, lanzada de un lugar a otro con poco ánimo y un lento aprecio por la compañía. Y eso nos lleva a Deep Breath (2014).

Aunque la atracción de Clara por el Doctor no es ni mucho menos la que Rose, Martha o Amy pudieran sentir por los suyos, y pese a su encendida respuesta a los reproches de Madame Vastra, ese "maybe your boyfriend/I don't have a boyfriend" del tramo final acaban por sugerir que quizás sí había algo de eso en lo que sentía por el hombre con el que viajaba, que quizás sí le "molaba": por ejemplo, recordemos que no se le ocurrió otra persona a la que pedírselo en la inmediata Navidad, en The Time of the Doctor (2014). Incluso si las impresiones de su tiempo dividida en la corriente temporal no son más que una sensación lejana para ella, Clara Oswald más que nadie debería estar dispuesta a aceptar al nuevo Doctor, con sus contactos con encarnaciones precedentes. Y sin embargo, le cuesta. Porque es viejo (¿y le recuerda al War Doctor?), porque desde luego no parece ni en carácter ni en aspecto, porque ya no le mola, porque ya no sabe a qué atenerse con el Doctor.

Deep Breath nos va salpicando de la oscuridad que empieza a mostrar el Doctor: de nuevo, la escena con el vagabundo: le ha robado la ropa a otros antes, pero nunca de la manera que parece estar a punto aquí; luego abandonando a Clara, aunque no del todo; en su conversación con el cyborg. Y en ese contexto, ¿qué ocurre cuando el Doctor "traiciona" a Clara? Que esta tiene que aguantar la respiración; que tiene que pugnar por sobrevivir sin aire. No la estrangula directamente como el Quinto a Peri, pero vuelve a aparecer el vínculo.

El colorido uniforme que Colin Baker llevó para su Doctor reflejaba el estado mental de su dueño, al menos el inicial; el negro con forro rojo que lleva Peter Capaldi (le rouge et le noir stendhalianos) hacen otro tanto. Hablan de eficiencia, de funcionalidad, de asumir quien se es; hablan de oscuridad, claro, y de pasión oculta; de muerte y de sangre. Dice el Doctor que ha cometido muchos errores en sus 2000 años de vida, y que piensa corregirlos; un Doctor del que aún no sabemos si ha matado al cyborg al que se enfrentaba o lo que sería peor, si cual John Constantine lo ha convencido para hacerlo. ¿Qué va a corregir? ¿Cómo está dispuesto a hacerlo?

Esperamos que la "oscuridad" de Capaldi no sea tan críptica como la del Séptimo Doctor ni tan persistente como la del Sexto, que llegue a buen término su equilibrio entre lo nuevo y lo viejo, entre Steven Moffatt  y Terrance Dicks. Que tenga más suerte que Colin Baker, que hasta la llegada de Big Finish no tuvo la justicia y la prometida evolución que la BBC le negó a su personaje. Y mientras esperamos, disfrutemos.

24 agosto 2014

Deep Breath [sin y con spoilers]

[SIN SPOILERS]
Bienvenidos al día 1 de la Era Capaldi. "Deep Breath" ya se ha estrenado, y para aquellos que lo han visto todas las dudas han quedado despejadas (¿cómo será su Doctor? ¿Cómo será la dinámica con Clara? ¿Cuál será el ritmo de la nueva etapa?)... para ser sustituídas por nuevas dudas (exacto, ¿de dónde la sacó? ¿Lo hizo o no? Y, ¿quién es ella?).

Todo eso, sin embargo, es accesorio. Los árboles de un bosque que merece la pena contemplar, por el que hay que pasearse sin detenerse; tiempo habrá para las distracciones.

Esas no son las preguntas que debemos hacernos. La pregunta que debemos hacernos es, ¿es "Deep Breath" una buena historia de regeneración? Sí, lo es. "Deep Breath" cumple con el difícil cometido de las primeras historias de cada Doctor (incluídas "An Unearthly Child" y "The Movie") de presentarnos al nuevo protagonista y explicarnos, a la vez, una historia. Es más: todas las historias postregenerativas ("The Power of the Daleks", "Spearhead from Space", "Robot", "Castrovalva", "The Twin Dilemma", "Time and the Rani", "The Movie", "Rose", "The Christmas Invasion" y "The Eleventh Hour"), y ¡qué demonios!, también "An Unearthly Child", han tenido como elemento importante la inestabilidad del Doctor, a veces su fragilidad, a veces la duda de sus aliados sobre si es el mismo hombre, o al menos si sigue teniendo sus corazones en el mismo lugar.

Y todos se equivocan. No es el mismo hombre. No es ni siquiera un hombre. Y a su vez también lo es, en ambos casos. Pero sus prioridades, la manera en que aborda el mundo, la forma en que se enfrenta al mal, a la iniquidad, al peligro, a lo desconocido, han seguido cambiando en cada caso. Es fácil decir "muchos rostros, un mismo hombre" y seguir adelante: el Doctor es mucho más complejo que eso. Peter Capaldi ha afrontado el reto, bajo la batuta de Steven Moffat y del director del episodio, Ben Wheatley, de explorar las sombras de la cuestión, en una suerte de amalgama de las versiones clásicas de esos episodios postregenerativos, pero al mismo tiempo con el suficiente punto de Matt Smith aún presente en la interpretación y en las dudas que están en el aire como para que podamos sufrir con la duda.

Porque en los episodios regenerativos el Doctor que se ha ido sigue flotando en el ambiente, cada vez más diluído a medida que pasan los minutos, y eso puede notarse en "Deep Breath". Porque esa es la pregunta, ¿verdad? Esa sigue siendo la pregunta, y es demasiado sencillo pensar "oh, toca regeneración. Nuevo actor. Sigamos", pero la pregunta no desaparece por ello. ¿Doctor Who? ¿DOCTOR. WHO?

Me ha gustado "Deep Breath"? Sí, mucho. No sin peros. No sin achacarle problemas tanto a Moffat como a Wheatley como a Capaldi. Pero son árboles en un conjunto ¿brillante? No. Oscuro. Vamos "into darkness", y Clara ha podido comprobarlo aquí como lo padecieron antes Ian, Barbara o Ace. Por cierto: me quito el sombrero ante Jenna Coleman por su interpretación a lo largo de todo el episodio. A mí me parecieron algo forzadas las dudas que se le achacan a su personaje, y de las que no había visto pista alguna en el pasado, pero es cierto que resuelve con firmeza todas las escenas que se le plantean, que tiene en este episodio espacio para jugar como actriz y que sale con nota de todas las situaciones. Esta serie ha sido tradicionalmente, y pese a su título, la historia de los companions, y tras el aniversario el eje se ha corregido convenientemente. Hemos conocido a un Doctor azotado por la duda de quién es Clara, su Clara... ahora Clara tiene esa misma duda que le golpea, de una forma más profunda de lo que podíamos sospechar.

Porque Clara somos nosotros. Por eso Moffat nos clava una gran bronca colectiva. "Deep Breath" puede que sea el mayor metacapítulo que haya tenido jamás la serie. Steven Moffat sacude las riendas, nos dice "esto es lo que hay. Esto es así. Vosotros sois así" pero también nos tiende la mano, como el Noveno Doctor a Rose, y nos susurra con una mueca entre la locura y el cariño: "corred". O más bien "venid".

No va a ser plato del gusto de todos. Quizás no sea fantástico. Probablemente no sea frenético, y haya más diálogos que carreras. Pero va a ser un nuevo Doctor, el Doctor. Debería aterrorizarnos la perspectiva, si la calibramos lo suficiente, apenas un poco menos de lo que debería apasionarnos. Si abrís las mentes, si el 50º aniversario ha servido realmente para que entendáis que hay 12 Doctores en ese pasado, que sus historias han sido tan variadas como sus estilos, que toda canción termina, sí, pero que lo que cambia pervive; si entendéis la oportunidad y el significado de lo que ocurrió en Trenzalore, de que el camino que ahí se inicia va sólo en una dirección, y no es a lo que ya ha pasado... estáis preparados.

No es sólo un título. Es un aviso.

Coged aire. Nos lanzamos hacia la oscuridad...

[SPOILERS AHEAD]

Cuando despertó, el dinosaurio seguía allí
"Un tiranosaurio, ¡un maldito tiranosaurio!". Esa fue mi exclamación cuando vi el teaser trailer de esta nueva temporada hace algunas semanas. Bueno, el tiranosaurio ya lo hemos visto en el primer capítulo. Quemando cartuchos... Aunque siempre es más factible, con una producción que seguía en marcha en aquel momento, ofrecer planos FX de los primeros episodios (y a largo plazo guarda más sorpresas en el tintero).

¿He dicho tiranosaurio? Quería decir "Moffatsaurio", ya que según se aprecia en algunos planos el bicho tiene la altura del Big Ben (96m, compañeros) y el mayor terópodo conocido a día de hoy, el Espinosaurio, midió unos 15-18m. Aunque claro:
Vastra: En aquella época la mayoría eran así de grandes.
Jenny: He estado en el museo y he visto los fósiles. No eran tan grandes.

Vastra: Yo estuve allí.
OK, Steve, aceptamos Godzilla como sinónimo de Moffatsaurio. Pero, ¿para qué doy tantas vueltas? El dinosaurio es el mayor McGuffin que jamás haya aparecido en la serie (see what I've done here?), y aparte de un medio para que la trama avance, uno de los trampolines hacia el pasado: en mi caso, la reacción ante su muerte del Doctor me recordó a The Beast Below (2010) pero sobre todo a Doctor Who and the Silurians (1970). Había otros homenajes repartidos aquí y allá en el capítulo: por ejemplo, Vastra se volvió en una suerte de Brigadier al final de Planet of the Spiders con su "here we go again" respecto a la regeneración del Doctor (¿es quizás una pista de que el primer Doctor al que conoció no fue, precisamente, el de Matt Smith?). Otros homenajes más evidentes eran parte de la trama, o de la parte que más directamente afecta a los espectadores: Caecilius y The fires of Pompeii (2008) -¿o es Torchwood: Children of Earth?-, la SS Madame de Pompadour y su nave hermana la SS Maria Antonieta...

Ni los homenajes ni el dinosaurio eran lo importante. Tampoco la era victoriana. Ni el tramposo "piloto" de lo que sería realmente una serie del Paternoster Gang. Ni la identidad de la misteriosa mujer, esa "novia" algo ¿psicopatilla, obsesiva, extraña sin más? que nos presenta al final como guinda; a eso ayuda que la trama monstruosa. Como he dicho en la primera mitad de este comentario, lo realmente importante es el análisis que hace de lo que significa cambiar de Doctor, para el Doctor, para la companion y para su relaciónsea pequeña. Lo hace de una manera brusca al principio -Vastra trata realmente mal a Clara, y no sé si se lo merece. Probablemente lo hace porque no se lo merece, o no sabe que lo merece, y necesita que reaccione-, turbia en la parte del restaurante y finalmente tierna. O tan tierna como esta nueva escoba va a permitirse. Moffat nos está hablando directamente a los espectadores cuando nos echa en cara que no confiemos en el Doctor, tenga la cara que tenga, y a la vez nos lo pone difícil. Este va a ser un Doctor difícil. Entre el Sexto y el Séptimo, con la locura del Cuarto y el poco tacto del Primero y la obcecación del Tercero... Pero sería inútil tratar de hacer un monstruo de Frankenstein del Doctor de Capaldi. Los patrones pueden servirnos como plataformas de despegue: el Doctor de Capaldi va a ser el Doctor. De Capaldi.

¿Los nuevos títulos de la serie? Me parecen atrevidos y aunque originales, tardaré en acostumbrarme a identificar lo que prometen con Doctor Who. La remezcla de la música me parece adecuada, sin más. Pero hay partes del episodio que no me han funcionado: la pelea de los mediohombres con el Paternoster Gang era torpe, probablemente abundaba en planos cortos porque no tenía la capacidad o el espacio o los dobles de accion para mostrarnos con amplitud lo que ocurría. Todo el episodio me ha parecido completamente cinematográfico, en ambición visual y en desarrollo... excepto esa parte, que tal vez deba limitarse a las cuatro paredes de una casa y al televisor para no ser vergonzantes. Tampoco me convence que Strax siga siendo, sólo, un elemento humorístico, y me apena que el gran personaje que vimos en A good man goes to war (2011) se haya diluído por completo. Ya incluso como enfermero o en batalla comete errores absurdos. La broma, para mí, cansa cuando se insiste tanto en ella. Y la escena con el vagabundo es excesivamente larga, bordeando lo desagradable y lo intrascendente, lo que es una lástima porque contiene momentos importante para la trama.

Me agrada el ritmo más pausado combinado con explosiones de actividad. Cómo nos hace replantearnos lo que es capaz de hacer este Doctor. La importancia de los diálogos y de la actuación frente a la "gran idea" o al "epatar". La trascendental conversación con el villano: el reflejo en el espejo, la escoba y todo lo que implica. Me gustaría que los otros secundarios tengan algo más de entidad que aquí, donde apenas estaban dibujados o se habían convertido, casi, en caricaturas. Eso es algo que empieza a echarse de menos en la serie, que sólo algunos guionistas saben manejar y que pocas veces corrige Moffat cuando puede (véase el caso del capitán del submarino de Cold War (2013), apenas una pantomima que asiste impasible a dos alienígenas que se rifan el destino de su nave).

Veo la semilla de algo bueno. Veo un buen capítulo, para empezar, un buen capítulo porque es distinto, y porque Capaldi y Coleman lo dan todo. Ahora, lanzamos las expectativas por la borda: no podríamos llevar nada peor que eso con nosotros cuando la semana que viene nos lancemos Into the Dalek.