28 enero 2014

Tres pensamientos alrededor del uniforme de Capaldi [SPOILERS]

Con una antelación de más de medio año, ayer se reveló el uniforme que vestirá el Decimosegundo Doctor, el de Peter Capaldi, a partir de Agosto, cuando arranque la T8 de Doctor Who. Será éste:


Tres pensamientos que me evoca la foto.
1. Parece una mezcla entre el estilo de los tres primeros Doctores. Al Primero podíamos haberlo previsto desde el gesto que adoptó durante su presentación
y debido a que, en cierta forma, Capaldi encarnará al nuevo-primer Doctor (sin reboot de por medio), pero esas notas de Pertwee son mucho más inesperadas. Y debo decir que interesantes.


2. La imagen no sólo me lleva a los 70. El gesto de Capaldi también me recuerda a esta foto de Matt Smith, una de las primeras imágenes promocionales de 2010:


Pero donde la imagen del Undécimo transmitía una sensación de desequilibrio, de caos, donde el Doctor era poco menos que arrastrado por la vorágine, aunque seguía ofreciéndonos un gesto de seguridad con su mano, como diciendo "no, tranquilo, no pasa nada", la del Decimosegundo es todo lo contrario: los pies firmemente plantados en el suelo. Esa imagen de Capaldi habla de firmeza y de resistencia. Nos dice que no será alguien que se deje llevar, como muchas veces ocurrió con el Doctor de Smith

3. ¿Os habéis fijado en los dedos de esa mano? El gesto de Capaldi en la foto hace ondular los dedos: la foto de Smith de más arriba decía "¡para!" o "¡tranquilo!". La de Pertwee era un gesto arcano, misterioso. La de Capaldi está... yo diría que está hipnotizando a alguien. ¿Nos está anunciando el regreso del Doctor hipnotista, como lo fueron el Tercero y el Cuarto? Y rumoreándose -POSSIBLE SPOILER AHEAD- que el nuevo Doctor se enfrentará a un nuevo Amo: ¿se está planteando por extensión un retorno al estilo Delgado?

27 enero 2014

Tras los pasos del Doctor Misterio (I): Colombia

Como español y catalán que soy, es a veces inevitable pintar mis opiniones con matices y referencias ancladas en esos orígenes geográficos: o, digámoslo de otra manera, hay que esforzarse por no ser etnocentrista cuando uno opina. A fin de cuentas, uno es lo que es, viene de donde viene y vive donde vive. Pero en los próximos días vamos a intentar cambiar un poco eso. Aunque la etapa clásica de Doctor Who sólo se llamase Doctor Misterio en algunos países de América Latina (como México), aprovecharemos esa denominación especial para englobar una serie de entrevistas a fans latinos de la serie, para descubrir como se vive el whovianismo desde sus respectivos países.

Comenzamos la serie en Colombia, de la mano de Isyesa, una de las organizadoras del club nacional de la serie.

Remontémonos a los días previos al 50º aniversario.¿Cómo lo estábais viviendo?
Estábamos alocados con la cuenta regresiva para el especial de Doctor Who, viviéndola día tras día, y realizando una trivia para los Whovians que tenemos a lo largo y ancho del país, y que respondían en nuestras cuentas en twitter y facebook. Es interesante comentar que en un principio The Day of the Doctor sílo se iba a transmitir en Bogotá y Medellín, pero gracias a la gran acogida que tiene Doctor Who y a la comunidad whovian colombiana se logró abrir una sala más en la primera (las boletas de preventa se habían agotado en menos de dos días) y añadir presentación en dos ciudades más, Bucaramanga e Ibagué.


Sí, en España las entradas también se agotaron a una velocidad parecida.

Ademas, estábamos a pocos días de una de las reuniones más importantes del mundo "friki" en Bogotá, el SOFA (Salón del Ocio y la Fantasia), y dentro de esta reunión se iba a realizar un cosplay whovian, lógicamente no sólo teniendo en cuenta los últimos años de Doctor Who (2005 para acá) sino esos grandes 50 años. Tuvimos personas encarnando a los primeros Doctores, compañeros como Susan, Sarah Jane Smith, Romana… fue algo fenomenal.

La acogida de un especial de los 50 años, ha llamado a muchas personas que estábamos dispersas creyendo que éramos pocos, reuniéndonos y demostrando que Doctor Who, es todo un ícono en nuestro país y que realmente tenemos mucho que dar a conocer a las demás personas.

¿Crees que ha servido para uniros, un evento de esta magnitud?
Creo que los whovians colombianos no éramos conscientes de un tamaño tan grande en cuanto a conocedores o fanáticos. Creo que cada uno de nosotros teníamos un pequeño grupo con el que compartíamos, pero no creímos que  El Doctor, tuviera tanto impacto en el país. A partir de este especial, de la acogida tan enorme, descubrimos que avanzamos y nos conectamos muchísimo más. Es un avance enorme y sé que seguiremos avanzando.

Tómale el pulso a tu país, Isyesa, y explícanos cómo se vive Doctor Who en Colombia.
El primer grupo whovian en crearse en Colombia, fue en la ciudad de Pereira; allí nació precisamente la idea de Whovians Colombia. Luego, en Bogotá y Medellín simultaneamente empezamos a reunirnos pequeños grupos de whovians, que nos fuimos adheriendo a los Pereiranos, fortaleciendo y unificando la idea de Whovians Colombia. Hoy en dia, como clubs dedicados oficiales, está Doctor Who Colombia. Anexo a esta, está la comunidad de Doctor Who Colombia, Whovians Medellín, Whovians Bogotá, Whovians Pereira, Whovians Bucaramanga, Whovians Tunja, Whovians Manizales y hay muchas más sedes por ciudades capitales en creación.

En la ciudad de Pereira y Bogotá, nos hemos reunido los fanáticos, para compartir, hacer maratón de seriales, hablar de personajes favoritos, tomar fotografías, en pocas palabras, creando "familia". Lamentablemente, en las revistas y medios de comunicación colombianos, Doctor Who no es algo reconocido. Cometen errores como el de CineMark Colombia, que preguntaba "¿Cuál es su médico favorito de Doctor Who?"; pero, esperamos que con el especial de los 50 años, se haya llamado la atención sobre esta gran comunidad creciente.

Vamos ahora al plano personal. Cuéntanos tú experiencia, como llegaste a la serie.
Cuándo era adolecente, alguna vez pasaron por televisión una película algo extraña sobre un hombre que tenía una cabina azul, dos corazones y que aunque había muerto, cambió su morfología y realmente no murió. Esa película me impactó y me pareció genial, pero en ese entonces, ni supe como se llamaba ni mucho menos tenía la posibilidad de indagar sobre ella, así que la dejé como un buen recuerdo. En el año 2006 empezaron a pasar por un canal de televisión colombiano (Señal Colombia), una serie que muchas personas empezamos a observar: era sobre un hombre calvo, grandes orejas, que decía “fantástico” y tenía una cabina de teléfono azul que era más grande por dentro que por fuera, lo cual me sonaba mucho, pero no recordaba bien de dónde. Tristemente la quitaron de ahí, pero gracias a la televisión por cable (BBC Latinoamérica y el canal privado de Directv) han estado pasando las temporadas, estando al día con el Doctor y Trenzalore. 

Un día vi como “El Doctor” estaba a punto de morir por absorber energía y como cambiaba de cuerpo, en vez de morir...

Y ese fue tu "reloj de bolsillo", ahí lo abriste.

Ahí mis recuerdos empezaron a volver y recordé que había sucedido lo mismo en la película que años atrás había visto. Recurrí a internet y encontré el VASTO mundo de Doctor Who. Fue una revelación. Entendí que el Doctor llevaba muchos años recorriendo el universo, con muchos compañeros y que aquella película, era parte de la continuidad de Doctor Who. Empecé a descubrir como en su primer viaje era un anciano que viajaba por el tiempo con su nieta, luego en su segunda regeneración, tocaba flauta y usaba corbatín (¡mucho antes que su onceava regeneración!); aprendí que el Tercer Doctor tenía un carro llamado Bessie y sabía Aikido Venusiano; que el cuarto Doctor podía saltar lazo recién se regeneraba para demostrar que estaba bien de salud, que el Quinto Doctor usaba tenis -antes que su décima regeneración- y
podía descifrar los ingredientes de una bebida sólo con olerla; supo como arreglar el circuito camaleónico de la TARDIS en su sexta regeneración (aunque casi mata a su compañera, oscuros días); que en su séptima regeneración hacía música con cucharas y que el Octavo Doctor, mi querido Octavo Doctor, tenía más allá de una película.
 
De todo eso, ¿qué te enamoró?
¿Qué me enamoró? ¡Todo! El Doctor es simplemente fantástico, cada regeneración es un aporte más a su locura, a su forma de ser tan especial. Lógicamente, mi primer Doctor (sin saberlo) fue el Octavo Doctor y es él, quien me tiene enamorada. Me encanta esa regeneración y me encanta que él fuera, quien mantuviera la serie viva desde 1996 hasta el 2005 con audiolibros, novelas y cómics.

Imagino entonces que para ti el minisodio The Night of the Doctor fue uno de los regalos del 50º aniversario.
El domingo que pasaron The Night of The Doctor por BBC entertainment Latinoamérica fue la locura. Muchas personas que conocíamos al Octavo gritamos como jovencitas. Fue fantástico, una forma de entregar alma vida y corazón en un Doctor, que merece más que una película y un minisodio. Significa bastante, porque es el recuerdo de un Doctor y un tardío pero necesario reconocimiento.

¡Larga vida al Octavo Doctor, y larga vida a los whovians colombianos!

19 enero 2014

Retorno a "The Time of the Doctor"

No me ha gustado: visceralmente no me ha gustado.
Sí, lo admito: esto lo decía yo hace apenas 9 días; sólo hay que echar un vistazo a la entrada inmediatamente anterior y a las pestes que soltaba del episodio.

Semana y media después, y tras haber vuelto a ver The Time of the Doctor en el bonito evento "Una tarde con el Doctor" que se organizó ayer en el Bharma (y en el que también recuperamos El Mundo Imperfecto -debo una crítica y llegará muy pronto- y The Five(ish) Doctors Reboot), debo reconsiderar mi opinión. En el segundo visionado, mi percepción del episodio se ha visto profundamente alterada. Apenas me ha chocado nada de aquella "falta de ritmo" que noté la primera vez: hay un ritmo, un ritmo distinto y más lento, acorde a la melancolía que impregna el episodio. Pero no se debe a una torpeza por parte de los autores, el guionista Steven Moffat o el director Jamie Payne: es, creo, totalmente voluntaria y, ahora creo, bien elegida para la historia que pretenden contar. Estuve atento desde el inicio para tratar de encontrar ese momento de desajuste, ese instante en que los pasos prometedores de la primera parte de la historia se desvanecían en una falta de horizonte o sentido narrativo; no lo he sabido detectar.

The Time of the Doctor fluye desde una típica aventura hasta algo distinto, pero algo, en el fondo, bello. Es cierto que pasan grandes cosas en las que el Doctor no actua (o apenas intuímos que lo haga), pero el capítulo es, en el fondo, una historia sobre la vejez. Clara le pide al Doctor que por una vez sea egoísta y piense en él, se marche y se salve, y siga viviendo; pero es posible que el Doctor, por una vez, esté siendo egoísta y, pensando en él, tenga lo que siempre se ha negado. Pertenecer a un sitio y abrazarlo para siempre como su hogar; cualquiera pensaría que "sólo se vive una vez" invita a la aventura y a buscar el riesgo, pero para quien ha tenido de eso a diario durante 1200 años... esa última vez puede ser la oportunidad de parar, seguir siendo fiel a sus principios (tanto al defensor como a ese juguetero que vimos en El Doctor, la Viuda y el Armario), llegar hasta el final con esos pequeños triunfos que son salvar cada pequeña vida en su camino y permanecer lo más cerca a casa, a Gallifrey, que se atreve.

En cierta forma, The Time of the Doctor es arte y ensayo. Es belleza. Su aventura se resume en ese sello del consejo robado en The Five Doctors y ese nuevo ciclo regenerativo, pero su filosofía está plasmada en ese pavo asado en los vientos del tiempo, en esa anciana que recuerda la primera vez que vio a su amado y las lágrimas de Clara, y sobre todo en ese amanecer, breve y fugaz, que le recuerda al Doctor por qué lucha, que el universo es hermoso y que todo tiene un final.

No acaba de convencerme del todo como está hecho. Sigue sobrándome narración y me falta algo de narrativa. No diré que es el mejor especial de navidad, la mejor regeneración de un Doctor o el mejor final posible para el Undécimo. Ni siquiera que haya sido un gran capítulo 800. Pero sí digo que me equivoqué: afirmo ahora que hay belleza en The Time of the Doctor y que no es en balde, y que en esa belleza pequeña de la pequeña acción, ese carpe diem piano, pianissimo, sí que hay una parte de la esencia del Doctor.

No el Doctor que queríamos, quizás no el que necesitábamos. Pero sí uno que ha estado ahí al menos desde los tiempos dorados de Cameca y de lo que aquel Primer Doctor de The Aztecs (1964), pudiendo haber abandonado, conservó.

10 enero 2014

The Time of the Doctor [SPOILERS]

He tardado lo mío, pero finalmente he visto el último especial de navidad de Doctor Who. La manera más breve de calificar The Time of the Doctor (2013) es decir que es el "Time Warp" de los episodios whovian: It's just a jump to the left. And then a step to the right. Muy vistoso, pero si das un saltito hacia la izquierda y luego un paso a la derecha, en el fondo no habrás avanzado prácticamente nada.

No me ha gustado: visceralmente no me ha gustado. Primer visionado, sensación inicial: no me ha gustado. Pasan los minutos, analizo. Sí, esto sí, esto sí, aquello muy divertido, qué gran momento, qué gran frase, qué gran actuación: pero no me ha gustado. Es más, y lo lamento, pero tengo que calificar el guión como torpe ¿Quién soy yo para decir eso de un escritor al que admiro del calibre de Steven Moffat? Nadie. Un espectador más. Pero no. No, no y no.

Y no lo parecía, porque va cubriendo las bases: es un capítulo de Navidad decente: no de los mejores, para mi gusto, pero sin duda encaja con el tipo de episodio. Es un capítulo de regeneración y de despedida: de nuevo, cada uno tiene sus preferencias: pero si la actuación de Karen fue remarcablemente buena en The Girl Who Waited (2011) en este The Doctor Who Waited la de Matt no es menos destacada. No es que sea estrictamente original -además del episodio mencionado, con el que mantiene un diálogo- hay precedentes en audios y en novelas; pero la repetición no es necesariamente mala.

Es el final de una trilogía y el final de una etapa, con todo lo que ello comporta de bagaje, tramas, expectativas y una curva previa, esos arcos, a la que hay que dar continuidad. En la trilogía "del Doctor", prosigue su exploración de quién y qué es el Doctor, de su nombre y de lo que hace en su nombre, de su legado cuando ve llegar su hora postrera. En el gran arco que va desde The Eleventh Hour hasta The Time of the Doctor, hay luces y sombras, explicaciones apresuradas y piezas que encajan bellamente.

Todo comprobado, listo y empaquetado para regalo. Chistes, risas, drama, declaraciones, enemigos, sorpresas. Pero una vez balizadas todas esas bases... apenas funciona a trompicones. Salto a la izquierda, paso a la derecha: hay una tremenda ausencia de acción, del Doctor haciendo cosas en lugar de... bueno, de estar ahí mientras suceden a su alrededor. Durante siglos. Sin que la gente que le rodea cambie o evolucione (referentes básicos: El Hombre Bicentenario, El Juego de Ender, ¡por Dick! Ci-Fi 101). Si algo aprendí de  profesores de teatro en la universidad fue: no te limites a hablar, no sueltes un discurso. Actuar es hacer. Este capítulo es, esencialmente, como una gran bola de cristal llena de agua y nieve, con un pueblecito diminuto. Hermoso, tal vez, pero estático y enseguida aburrido. Y el Doctor NUNCA puede ser aburrido.

No critico el nuevo juego de regeneraciones: como solución, incluso me gusta, y tras The Day of the Doctor es lo menos que Gallifrey podía hacer por él. Se anuncia sutilmente mucho antes cuando el Doctor saca el sello del Consejo que su quinta encarnación le robó al Amo en The Five Doctors, porque en esa aventura el alto mando le había prometido al villano un nuevo juego de regeneraciones por los servicios prestados. Pero todo eso de "voy a morir" + explosión macroexplosiva + Doctor joven y aún no regenerado para poder soltar su discurso + aparición especial algo torpemente editada (a la Amy pequeña no la enseñes mucho que nos ha crecido y ya no cuela) + regeneración ultrarápida (¿un reset?)... el conjunto de todo eso resulta... torpe. Rompe absolutamente cualquier esperanza de ritmo que va acumulando. Casi como si Moffat tuviera dos versiones de la regeneración, no supiera exactamente cuál usar, y al final dijera "venga, pongo las dos". Que es lo que le pasó con Oswin y la Clara victoriana (DWM #469, p.26), pero allí le salió bien.

Me ha decepcionado la estructura, la cohesión. La canción del capítulo, por decirlo como un Ood. No son los elementos que más se valoran a la hora de recibir un episodio: hablamos de trama, de actuaciones, de efectos, de momentos; pocas veces del ritmo, de la dirección que sigue del drama, de la estructura narrativa. Hace aguas por todas partes y es, para mi gusto, la gran mácula que le queda a este 2013 que tiene, en mi opinión, sus momentos álgidos en The Name of the Doctor y The Night of the Doctor.