03 noviembre 2010

Diario de un final/4: it's the final countdown

Cada capítulo de una novela es como una historia en sí misma: debe tener un arranque, tiene que aportar algo y tiene que llegar algún lado. Toda novela se acaba con el final de un capítulo, por supuesto: los libros no se acaban a medio episodio, por muy epatante que quieras ser. ¿Pero qué final es *el* final?

El final del capítulo XX de 1387, la revelación del capitán Artemi y esas últimas palabras que culminan el capítulo, son algo que llevaba deseando escribir desde hace un año y medio. Es un final potente, que cierra el círculo del misterio que se planteó en el primer capítulo, deja las cosas en el aire y promete acción a raudales en el siguiente libro. El título completo de la novela es 1387. Libro 1 y ha sido planteado desde el principio como el inicio de una serie: sencillamente la historia es grande y pide respiros. Este capítulo XX podría ser el final de la novela. Podría... pero no lo será.

Sin destripar argumentos, el capítulo XX acaba de una manera (espero) sorprendente, pero con muy poca acción: los "héroes" han descubierto que, pese a las adversidades que han arrostrado, tienen un arma secreta. Los "villanos" de la historia, por su parte, se encuentran en grave peligro. ¿No debería ser al revés? Bueno, nada obliga a que sea de un modo u otro. Por supuesto que es más habitual acabar una aventura con visos de continuidad con los héroes en trance mortífero y los villanos con un arma secreta en sus manos. Sólo hay que ver El imperio contraataca y por qué es la película más loada de la saga. También lo aconseja la tradición del cliffhanger de folletines y seriales cinematográficos de los años 30 o de los actuales finales de temporada televisivos (desde Dallas a Doctor Who pasando por Perdidos, Smallville o Star Trek: La nueva generación).

La verdad: me dan igual las convenciones. La historia quedará de todas formas abierta de cara al segundo libro, pero me interesan mucho las condiciones en que lo hace. No me interesa empezar la segunda novela con un capítulo entero dedicado a explicar "qué ha pasado con": quiero acción desde el minuto cero. Personajes haciendo cosas, ritmo. "Sentarse a hablar es lo peor que se puede hacer en una improvisación", decía mi director y profesor de teatro en la universidad. "Te acomodas, te sientes bien y sólo hablas. Tienes que hacer para que sea interesante. La inestabilidad es interesante. El movimiento me dice tanto como tus palabras". Y tenía más razón que un santo.

Así que habrá 1 ó 2 capítulos más para acabar 1387. De momento he empezado a escribir el XXI, titulado "El viaje legendario". Después, quizás un último capítulo XXII o tal vez un epílogo. El fin se acerca.

Arrepentíos, pecadores ^_^