10 noviembre 2014

Death in Heaven [spoilers]

Es el final, pero el momento ha sido previsto. ¿Acierto o desconcierto? ¿Cambio de rumbo o finale sin rumbo? el último capítulo de Doctor Who de esta temporada (el próximo llegará en Navidad), "Death in Heaven", ha vuelto a levantar división de opiniones entre los seguidores de la serie: los hay que lo comparan desfavorablemente con otros finales de temporada anteriores, los hay que lo miran con buenos ojos en relación con los otros episodios del año, quien ha quedado sorprendido ante las decisiones tomadas, ante lo que ha quedado en el aire o ante lo que parece haberse dicho claramente.

Y es, en general, una buena señal. "Death in Heaven" no es uno de esos capítulos diseñados para gustarle a todo el mundo. Es un episodio con una estructura que se debe a su razón de ser, que deja un poco aparte los convencionalismos, pero no demasiado, y se centra en dibujar un entorno, una textura, y explicar la historia de dos parejas trágicas: la de Danny y Clara y la de Missy y el Doctor.

"Death in Heaven" insiste en algo que no me cansaré de decir: Doctor Who no es, por lo general, la historia del Doctor, sino la historia de su acompañante. No ha sido siempre así, claro: lo fue con el Primer Doctor, especialmente con Ian y Barbara, lo fue a veces con el Tercer Doctor (especialmente en las tramas concernientes a Liz Shaw, Mike Yates y finalmente incluso Jo Grant); y de nuevo sin duda con Ace y desde ella con todas las que siguieron: Grace -en menor grado-, Rose, Martha, Donna, Amy y Rory, Clara, e incluso con los de las que no llegaron a serlo del todo, River, Jackson Lake, Astrid... Y lo hace con un sutil cambio sobre esa norma no escrita, haciendo que el capítulo no sólo tenga una trama que involucra al Doctor y otra a su acompañante, sino que ambas tramas acaben siendo la misma no sólo por necesidades argumentales sino emocionales e incluso fundamentales.

LOS CYBERMEN
Aunque el episodio anterior que daba paso a este nos había dejado con dudas, a medida que va avanzando el episodio vemos que Missy ha utilizado como base de su plan a los Cybermen sólo como tecnología. Es decir, los Cybermen que aparecen aquí no son los de Mondas, los de Telos, ni los del universo alternativo. Son una mera razón técnica, una suerte de Daleks de Missy: su refundición del ser humano para convertirlo en el soldado definitivo. Donde los auténticos Cybermen eran el resultado de una especie en vías de extinción por sobrevivir, renunciando a todo lo que hiciera falta, y los de Cybus un intento por actualizar la raza humana liberándola de sus limitaciones, lo que Missy construye no es más que una herramienta para otros fines. Soldados que conviertan a sus víctimas en nuevos reclutas (en los audiodramas de Big Finish tenemos últimamente a un enemigo gaseoso que cumple ese mismo papel zombie, la Eminencia).

Y sin embargo, pese a las escenas de manos emergiendo de las tumbas y golpeando frigoríficos de la morgue, los Cybermen que vemos en tierra no parecen amenazadores en casi ningún momento. Los primeros que vemos huyen volando (para comenzar su cyberpolinización). Los del interior de la Catedral son engañados por Clara y destruídos por Danny. Y los del cementerio, si tienen una cualidad, esa es patetismo. Siguen siendo conciencias humanas devueltas a una vida para la que ya no están preparadas y que han sido decompuestas y reordenadas para cumplir con los patrones que necesita Missy: mera funcionalidad. En la fría ejecución de este plan, aunque estemos hablando del Amo, se vislumbra casi la mano de la Rani: lo que ha hecho es realmente terrible, con un alcance dramático, pero para ella no es más que un peldaño más, un medio justificado por su fin.

UNIT Y EL PRESIDENTE
La revelación de que los gobiernos de la Tierra han acordado que en caso de crisis extrema el poder de los ejércitos mundiales ha de ser puesto bajo el mando del Doctor es realmente impactante; especialmente si tenemos en cuenta que muy probablemente eso indique que, si hubiera estado en la Tierra durante los eventos de Torchwood: Children of Earth (2009), hubiera tenido que ser él quien tomara la decisión respecto a las 456... en lugar de Frobisher, interpretado también por Capaldi. Da la impresión, como el hecho de que los agentes estuvieran preparados en la calle o los archivos que mantienen sobre "todos los primeros ministros", que esta UNIT aprende de sus errores y de su tradición, que mantiene viva la trayectoria que ha desarrollado desde "The Invasion" en 1968, cuando fue fundada por el Brigadier. De hecho, no se llega a echar de menos a Torchwood: ¿para qué, si estamos tratando con The Real Thing?

El Doctor huyó una vez de Gallifrey para no tener que asumir la Presidencia (en "The Five Doctors", 1983, tras haberla ganado en "The Deadly Assassin", 1976, creo que nada casualmente dos aventuras en las que el Amo y la corrupción de los poderosos tiene un papel muy relevante); y en su refugio, el planeta al que puede llamar hogar, la historia se repite. 

Es llamativo que el Doctor no llegue a emprender ninguna acción ni da ninguna orden relevante en el rato que detenta el poder en el Boat-One, y las circunstancias nos recuerdan de nuevo a "The Invasion", otro serial donde los Cybermen y UNIT son importantes (y donde también aparecen junto a la catedral de St. Paul), sobre todo a las secuencias en las que el Segundo Doctor trabaja en el laboratorio oculto en unos vehículos de la organización mientras los villanos desarrollan sus planes. Excepto que aquí el laboratorio está ocupado por la malograda Osgood, víctima propiciatoria para demostrarnos lo perversa y enloquecida que es esta encarnación del Amo.

(A los que mantienen la esperanza de que esta Osgood fuera el Zygon, lamento recordarles que sólo la Osgood de verdad necesitaba de su inhalador, según vimos hace un año en "The Day of the Doctor", 2013)

CLARA Y DANNY
Como mencionamos la semana pasada al hablar de "Dark Water", Danny Pink se sacrificó por Clara para que ella no siguiera sus pasos y le fuera a buscar al Más Allá. Esta semana, Danny sigue en su esfuerzo final por mantener a salvo a Clara tanto como pueda, incluso después de muerto, pero al mismo tiempo necesita de la ayuda de ella para liberarse del terrible sufrimiento de su conciencia de lo que es y de lo que le está pasando.

Cuando el Doctor entra en la ecuación, en uno de los momentos que lo dejan más vulnerable en toda su historia, Danny se reafirma como personaje y como persona frente y contra lo que significa el Doctor. El PE contra el Oficial. La humanidad contra la ventaja táctica. El buen hombre contra el hombre que hace lo que tiene que hacer, el hombre que debe escoger la menos mala de todas las opciones. Missy triunfa por una vez en su plan, pero no es ella quien derrota al Doctor: lo derrota Danny Pink.

Es por eso justo que sea Danny Pink quien finalmente resuelve el problema, quien descarga del Doctor la responsabilidad en un momento en el que se había convertido en general de los ejércitos no-muertos de la Tierra (como antes en general de todos los vivos: durante algunos instantes el poder del Doctor es tan absoluto como no lo había sido desde que completara la Llave del Tiempo o albergara momentánemente la energía del Vórtice). Y posteriormente, cuando él hace lo mismo por Clara, asumiendo la responsabilidad de matar al Amo de una vez por todas para que no recaiga en ella, es su mejor amigo quien le saca las castañas del fuego: nada menos que el Brigadier. Ha sido un largo camino desde luchar contra los Cybermen hasta convertirse en uno, pero una de las cosas que ha mantenido juntos a ambos héroes durante todos estos años ha sido precisamente pararle los pies al Amo. Más allá de su último aliento era justo no sólo que el Brigadier le quitara ese peso de encima al Doctor, sino que fuera él mismo quien se encargara de hacer lo que debería haber hecho hacía mucho tiempo (aunque todos sepamos que está en la naturaleza del Amo volver de entre los muertos y sin demasiadas explicaciones). Él es la esencia de la victoria del amor, del que quiere proteger, del que viaja junto al Doctor.

Volviendo a Clara y Danny: la manera en que su historia se ha ido articulando durante toda esta temporada, desde los titubeos iniciales al "vodevil" de engaños y puertas que se abrían y cerraban, llegando al replanteamiento serio de "In the Forest of the Night" y finalmente a la tragedia y el drama de estos dos últimos episodios, parecen mucho más orgánicos, más creíbles, más reales que la mayor parte de otras historias de amor que hemos visto en la serie. Han tenido un desarrollo más anodino, si se quiere, más convencional e incluso más aburrido; pero la fuerza que han ido generando y acumulando de cara al tour de force final no viene de una grandiosa historia previa sino de la fuerza de carácter de ambos personajes, de cómo les hemos vistos enfrentarse a sus defectos y cómo han ido avanzando pese a ellos y junto a ellos.

El título del episodio es, por tanto, un spoiler de lo que le va a ocurrir a Danny: morirá en el cielo al hacerse estallar junto a los otros Cybermen y morirá finalmente al agotarse la energía del Cielo, en ese Más Allá tecnológico urdido por Missy dentro de un disco duro Gallifreyano. Y al mismo tiempo una metáfora de lo que les ocurre a él y a Clara: la muerte cuando llegaba lo más dulce.

EL DOCTOR Y MISSY
La otra pareja de esta aventura es la que forman el Doctor y el Amo, en su actual encarnación de Missy. La relación de ambos se desarrolla más que nunca en esta historia, y pese a los cambios en ambos y la locura que embarga a la villana ("bananas!" -pero recordemos también la mirada perdido de Saxon tras gasear a todo su gabinete), resulta un peldaño muy lógico y muy deudor de lo que descubrimos en "The Sound of Drums" (2007), "Last of the Time Lords" (2007), y "The End of Time" (2009-2010). Como hemos dicho, es llamativo que esta vez el Amo vence -al menos en su plan inicial, al menos hasta que le cede el control al Doctor y él renuncia a la tentación-. Es difícil comprender cómo podría a partir de ahora no lograr sus fines si siempre empleara tácticas tan imparables como estas, y ciertamente el episodio deja un cierto sabor a uno de los "pecados" más comunes de la serie moderna: plantear un peligro tan, tan terrible que realmente el guionista no sabe como salir de él de manera elaborada e integrada en el episodio y debe recurrir a un deus ex machina o a una solución algo tomada por los pelos. En este caso la solución es integral al episodio y a su mensaje sobre el valor de los compañeros del Doctor, pero no deja de ser un tanto extrínseca, y por tanto algo menos satisfactoria.

EL DOCTOR Y CLARA
Tanto Peter Capaldi como Jenna Coleman tienen oportunidad en este final de temporada de mostrarnos facetas distintas de su visión del personaje. Jenna quizás consigue con Clara resumir todo lo que ha sido para ella esta Series 8, extrayendo lo mejor de lo que sabe sobre el Doctor (un guiño a que no ha olvidado lo que vivió en "The name of the Doctor", 2013) y lo mejor de lo que sabe sobre sí misma (mentir para sobrevivir, esencialmente, imitando al Doctor como hiciera en "Flatline"). Al Doctor lo vemos desarmado y humilde como en pocas ocasiones, rendido y vencido, y por un momento realmente tentado por la oferta de Missy.

Lo que nos lleva a la terrible escena final, a ese abrazo que es toda la reunión en la cafetería en la que los dos personajes se mienten descaradamente para impedir descarnarse con la cruda realidad, en la que se mienten tan bien que se pierden. Qué curioso que el Undécimo Doctor y Clara también pasaran por una cafetería en su primer encuentro, en "The Bells of St. John" (2013), con un falso Doctor robótico, en aquel caso, y con una Clara que quedaba atrapada en la red, como finalmente le ha ocurrido a Danny. Clara mantiene la mentira de que esta feliz con su Mr. Pink porque sabe por experiencia que, sin cuerpo y habiendo gastado el brazalete de Missy, el Doctor no puede rescatarle y sería sumarle una nueva carga sobre sus hombros.

Y el final también nos lleva a ese momento de nueva derrota y furia cuando el Doctor descubre el engaño de Missy y golpea una y otra vez su TARDIS (y tal vez, fuera de plano, viaja al pasado para salvar el planeta junto a sus 12 encarnaciones anteriores): creo que nunca, ni en los momentos más difíciles para el Noveno o el Décimo, habíamos visto al Doctor tan incontrolablemente furioso.

BROCHE
"Death in Heaven" no es un capítulo magnífico, pero es un magnífico cierre para la Temporada 8 de Doctor Who, coherente con sus inicios y finales, con su desarrollo y con su trasfondo. Pueden hacerse muchas lecturas de la Temporada en su conjunto pero creo que uno de los adjetivos que hay que otorgarle es el la consistencia: haya o no epílogo navideño para la historia de Danny y Clara, esta temporada puede verse de principio a fin y cuenta una historia y una evolución.

Creo que, con sus aciertos, con sus errores también, con sus preguntas en el aire e incluso con sus contradicciones, "Death in heaven" culmina la confirmación de que, pese a las dudas, Steven Moffat no sólo es un gran guionista de Doctor Who sino también un gran showrunner.

Long live to the Doctor!

ACTUALIZACIÓN: Álvaro Cordero me ha hecho ver en Facebook que tanto la Oswin humana como la Oswin zygon son asmáticas, y que yo había malinterpretado la secuencia de eventos de su enfrentamiento en The Day of the Doctor. De manera que, tenéis suerte: la asesinada aún podría ser la zygon (12 de noviembre).

07 noviembre 2014

V Marató del Doctor. Programa

Señoras y señores, el cartel para la Maratón whovian solidaria de este año en Barcelona.
The Time Monster (1972), una macroaventura en seis partes que enfrenta al Doctor y UNIT contra el Amo por el control del mayor poder de la Atlántida: Kronos el Cronóvoro.

Shada (1980), reconstrucción del único serial de Doctor Who que no se pudo terminar, con todo el material existente y narración de Tom Baker. El título es el nombre de un planeta en el que los Señores del Tiempo encerraban a los aspirantes a conquistador galáctico.

Army of Ghosts/Doomsday (2006), el épico, dramático y fabuloso final (?) de la historia de Rose y el Doctor, con el primer encuentro en pantalla de dos de los enemigos más míticos de la serie.


Como cada año, habrá subastas y sorteos para los asistentes, que servirán para reunir nuestra aportacion como "Secció Whovian" a la Marató de TV3: este año, todo lo recaudado se destinará a programas de investigación de enfermedades coronarias. Tenemos dos corazones: utilicémoslos.

06 noviembre 2014

Club de Lectura de Doctor Who: 8th & Past Doctor Adventures

El próximo 11 de noviembre, martes por supuesto, toca nuestra tercera reunión del Club de Lectura de Doctor Who que organiza el (CF)3 en la Librería Gigamesh. Siguiendo el orden cronológico que nos hemos marcado, esta vez la sesión tratará sobre las colecciones "Eighth Doctor Adventures" (EDA) y "Past Doctor Adventures" (PDA), las dos primeras que publicó BBC Books al hacerse con la franquicia (antes en en manos de Virgin Books) y las novelas que cubren el periodo entre la película del Octavo de Paul McGann y el retorno de la serie en 2005 con Christopher Eccleston. La sesión será acompañada por una charla de Sofía Izquierdo, que nos hablará de los pormenores de la etapa, tanto a nivel de tramas y calidad de las obras como del desarrollo editorial dentro del sello.

A diferencia del mes pasado, se han reeditado varias novelas de esta etapa, así que acceder a ellas puede ser bastante más fácil que en otras ocasiones y tenéis para elegir. En el caso que las queráis comprar en la propia Librería Gigamesh (con antelación, para leerlas antes del día 11), es muy probable que podáis encontrar uno o varios de los siguientes títulos (os los ordeno por Doctor):
1º: Ten Little Aliens (2002), de Stephen Cole.
2º: Dreams of Empire (1998) de Justin Richards.
3º: Last of the Gaderene (2000), de Mark Gatiss.
4º: Corpse Marker (1999) de Chris Boucher y Festival of Death (2000) de Jonathan Morris.
5º: Fear of the Dark (2003) de Trevor Baxendale.
6º: Players (1999) de Terrance Dicks.
7º: Illegal Alien (1997) de Mike Tucker y Robert Perry .
8º: Earthworld (2001) de Jacqueline Rayner.
Además de la novelización del webcast Scream of the Shalka (2004) de Paul Cornell, con un 9º Doctor alternativo al que le prestó su voz y sus rasgos Richard E. "Gran Inteligencia" Grant.

Aunque no estén fácilmente accesibles en Gigamesh, otros libros de la etapa EDA muy recomendables son The Eight Doctors (1997) de Terrance Dicks, que encara diversos problemas de continuidad de la historia de la serie; Interference Book One/Book Two (1999) de Lawrence Miles, con la presentación de Compassion; The Ancestor Cell (2000) de Peter Anghelides y Stephen Cole; History 101 (2002) de Mags L. Haliday, que transcurre en Barcelona; y The Gallifrey Chronicles (2005), final de las novelas del Octavo Doctor y precedente de la serie moderna.

Como siempre: leed lo que queráis, disfrutad la lectura, y nos vemos en el Club el día 11 para hablar de todo eso ¡y del final de la Octava Temporada! (...o si hay que mantener spoilers, los mantendremos...)

05 noviembre 2014

Agenda whovian

Tras varios meses con actividades escasas o muy repartidas (aunque se nota la estela del 50º aniversario en España: los whovians ahora somos menos invisibles y más ruidosos, como debe ser), volvemos al mes-TARDIS por excelencia. En Noviembre de 1963 nació la serie, y algo tiene esa época del año que acaba pareciendo más grande por dentro. Aquí va mi agenda whovian particular en el área de Barcelona, por si queréis marcar las fechas:

Martes, 11 de Noviembre.
Librería Gigamesh, Barcelona. De 18'30h a 20'30h
Tercera reunión del Club de Lectura de Doctor Who, dedicada a la etapa clásica post-Virgin, cuando se hizo cargo BBC Books. Es decir, las novelas del 8º Doctor (EDA) y la colección "Past Doctor Adventures" (PDA). Además de comentar y recomendar las novelas que hayamos leído (mañana os traigo un post al respecto), Sofía Izquierdo nos pondrá en situación con una pequeña charla sobre la etapa.

Sábado, 15 de Noviembre.
Biblioteca del Districte 4, Terrassa. De 18h a 20h
Junto a Marc Castelao, daré una conferencia de iniciación a la serie con proyección de fragmentos de la etapa de Russell T Davies.

Domingo, 23 de Noviembre.
Bar Bharma, Barcelona. De 17h a 23h
V Marató del Doctor per la Marató de TV3. Esta semana anunciaremos la programación concreta de la maratón, pero contad ya con algo del Tercer Doctor, algo del Décimo y la reconstrucción del serial inacabado del Cuarto, "Shada" . Habrá sorteos, subastas... Todo con un doble objetivo: que os lo paséis genial celebrando el 51º aniversario de la serie, y recaudar fondos para la investigación de las enfermedades del corazón.

Cuando haya novedades, aquí las tendréis. Allons-y!

04 noviembre 2014

Dark Water/2: el laberinto de Missy

(En el artículo de hoy sigue habiendo spoilers sobre el episodio "Dark Water". Si aún no lo has visto, estás a tiempo de dejar de seguir leyendo)

Ayer hablábamos del componente órfico que tiene el intento de rescate de Danny del inframundo, de cómo el Doctor trata de obrar de manera más sabia, desde una perspectiva en inicio prospectiva pero no tan intrusiva como la que proponía Clara, y cómo finalmente -en términos de la narrativa del capítulo- la pareja acaba exactamente igual que Orfeo y Eurídice, separados no porque quien rescata mire atrás, sino porque tratando de mirar atrás y ver algo que le asegure que esa voz es la de Danny, él se da cuenta que si lo logra no le sacará sino que provocaará la muerte de ella, y hace lo posible por evitarlo. Usando para separarse "la palmadita en el hombro, las palabras que dices para acabar una conversación", ese "te quiero" que se les truncó al principio del capítulo.

Es sólo una de las filigranas que se curra Steven Moffat durante el capítulo. Pero la que más me ha apasionado es la que desarrolla con el personaje de Missy: a lo largo del episodio, Missy se convierte en una suerte de muñeca rusa, una matrioshka que descubre en su interior más y más secretos e identidades. En parte para reirse del descolocado Doctor, en parte para jugar con nuestras expectativas y teorías.

El juego comienza con su aparición como androide: ¿puede ser eso lo que es Missy, al fin y al cabo? No, en seguida cae esa fachada, para revelarse como una psicópata y muy avanzada Señora del Tiempo. Ah, pero, ¿qué Señora del Tiempo? "La que dejaste atrás, la que diste por muerta". Esto no quedará demasiado bien en el currículo del Doctor, pero desgraciadamente hay unas cuantas Time Ladies que podrían cubrir esa vacante. Y a medida que van sucediéndose los muy bien medidos minutos del episodio -que, recordemos, forma el primer y segundo acto del todo que es el season finale- las probabilidades se van sucediendo.

La obsesión inicial que la Missy-androide parece sentir por el Doctor lanza el anzuelo hacia Iris Wyldthime, la alocada (pseudo) Señora del Tiempo del universo expandido. Esta impresión es rápidamente sustituída por Romana, a la que en "Warrior's Gate" (1981) dejó en el lugar entre universos (a petición de ella) y luego, hemos de suponer, durante la Guerra del Tiempo. Pero el dibujo progresivo que va haciendo Michelle Gomez de su personaje nos presenta a alguien que, más allá de sus rarezas, es peligroso. Alguien frío y calculador cuando se lo propone. Y es entonces, cuando ella y el Doctor están hablando de la Sección de Matriz Gallifreyana, cuando parece que todo lo que hace es en aras de algún secreto proyecto científico, que se nos presenta como una firme candidata a Rani. Incluso lo de suplantar a alguien normal encaja con ella,  tanto en "The Mark of the Rani" (1985) como en "Time and the Rani" (1987) lo hizo.
Y finalmente todas las piezas encajan en su sitio: la psicopatía, la obsesión por el Doctor, el gusto por desconcertarlo, por reirse en su cara de sus errores, el conocimiento técnológico, el plan complejo. El Amo. Por supuesto. ¿Quién si no? (Bueno, hemos mencionado a unas cuantas candidatas)

Pero... si es el Amo... aún nos falta por descubrir la razón última de su plan. Convertir a unos cuantos afortunados en Cyberhombres no es lo mismo que "conseguir que de cada tumba nazca un Cyberhombre". ¿A quién eligen? ¿Cómo van a expandir su ejército? ¿Para lograr qué? ¿Qué gana el Amo con todo esto? ¿Cómo volvió, con tecnología gallifreyana? Una teoría loca personal es que el beso de tornillo que le da al Doctor es para conseguir su ADN, muestra biométrica necesaria para acceder al registro de Omega que puede guardarse en la Matriz -ya que ambos registros fueron mezclados en "Arc of Infinity" (1983)- quizás para hacerse pasar por él o para conseguir su formidable poder.

Si, lo sé, es una teoría muy loca. Pero estamos hablando del Amo. Hay que pensar en grande. Con el archienemigo del Doctor, ni el Cielo es el límite.

03 noviembre 2014

Dark Water [spoilers]

El final de la temporada 8 de Doctor Who (o la 34, según se mire) ya está aquí, y tal y como prometía trae a los Cybermen y la revelación de quién es Missy. Como podéis ver, el póster diseñado por Stuart Manning para Radio Times vuelve a lo retro, concretamente a lo art decó "con toques de Metropolis", pero con una serie de discretos elementos repartidos por su aparentemente uniforme superfície. El reflejo de Londres, donde arrancamos y donde nos lleva el episodio finalmente. El agua que cae por la comisuras del ojo, a la vez lágrima y esa "agua oscura" que aparece en el episodio. El lema "Death is not the end", que tiene múltiples significados a medida que vamos avanzando en el episodio.

Porque empezamos con una muerte, la inesperada muerte de Danny Pink (volvemos un momento al póster: el color tampoco es casual) en un accidente tan estúpido como inapropiado, básicamente cuando Clara le estaba diciendo que quería casarse con él. Una Clara que queda aturdida por el evento, aturdida no por la muerte en sí (ha visto mucha en su camino) sino por la futilidad de la misma. Una Clara que hace lo que cualquiera haría en esas circunstancias: secuestrar al primer Señor del Tiempo que tiene a mano, llevarlo a un entorno de pesadilla (al borde de un volcán: las fuerzas telúricas -mmm, Telos...- en su estado más primordial) y chantajearlo para que saque a Eurídice de los infiernos. Es decir: en el fondo de su fondo emocional -cuando es incapaz de sentir nada-, viviendo un infierno personal, Clara se vende a sus más bajos instintos (se "vende el alma"), viaja a lo más parecido al infierno en la Tierra y fuerza a su mejor amigo a que haga lo imposible, que provoque una paradoja incluso mayor que la de "Father's Day" (2005), devolver a la vida a un muerto, y al negarse lo condena y se condena a ambos a morir en ese volcán.

Excepto que nos hemos equivocado de cuento y de cuentista: aquí quien lleva la batuta, aunque a veces nos parezca que va con el paso cambiado, es el Doctor. Y quien tiene la moral a prueba de bombas (y de companions) también. En uno de los giros más brillantes que ha tenido Capaldi, nos demuestra que puede ser a la vez un hombre decepcionado y El Doctor. The Definite Article. Volteamos la biblioteca y saltamos de Orfeo a Odiseo, quien también tuvo que descender a los infiernos, para hablar con Anquises y encontrar el camino de vuelta a casa. Ya he comentado alguna vez que desde "Rose" hasta "The Day of the Doctor" el Doctor ha estado viviendo una Ilíada, los últimos coletazos de una guerra épica, cruel y descarnada en la que al final no hay ganadores (y a la que como Ulises no quería ir, y como Ulises puso fin), y que a partir de "The Time of the Doctor" estamos en una Odisea en busca de la Ítaca perdida. Clara también se encuentra en su particular Odisea, y el Doctor se convierte en su Anquises. No en vano la historia de Orfeo acabó bastante mal, mejor tomar esperanza de quien puede ofrecerla que perderla por un arrebato.

Y lo que ofrece el Doctor va en su línea: aprovecha las circunstancias para poner la TARDIS rumbo a dónde nunca antes había ido. Lo que hay más allá de la muerte. Como él mismo dice, la mayoría de civilizaciones han tenido una idea u otra de lo que ocurre Después. Bien para explorar esa posibilidad de Más Allá o para ofrecerle a Clara una prueba de que lo que pide es imposible, le ofrece a ella, como en "Listen" y "Kill the Moon" las riendas de la situación: como en "Listen" la conecta directamente a la TARDIS para que esta explore su línea temporal al completo; como en Kill the Moon" ella es la única responsable del éxito del viaje. La TARDIS la llevará al momento donde su línea temporal y la de Danny Pink se vuelvan a intersectar. Algo que, estando uno de ellos muerto, debería ser imposible -y creo que el Doctor cuenta con ello-... pero que no lo es. Y creo que el Doctor también cuenta con ello. No en vano ésta es su Chica Imposible.

Llegamos entonces al siguiente infierno de la historia: un tenebroso edificio donde los muertos yacen sentados en rectilíneas sillas, dentro de cámaras inundadas con grandes cristaleras. ¿Quién querría ver cómo sus muertos se pudren? Allí pronto encontramos a M.I.S.S.Y. (Mobile Intelligence SyStems Interface: alguien debería enseñarle a deletrar en inglés), una suerte de androide de protocolo que intima con el Doctor y les presenta al Doctor Chang. Excepto que Missy no es ningún androide y en cambio sí lo son los esqueletos sumergidos en esa especie de rayos X líquidos que sólo muestran la materia orgánica. 

A estas alturas de la película tenemos dos líneas que se van alternando: hemos visto desde el principio los avatares del difunto Danny en ese fantástico Más Allá, una ciudad en el interior de una esfera (la Nethersphere), unos avatares en principio burocráticos pero luego emocionales, cuando se encuentra con una víctima de su pasado, un niño al que mató mientras era soldado. El contacto radiofónico entre Clara y Danny se convierte en una suerte de "prueba de vida" en la que ella trata de descubrir si él es quien dice a través de la difícil petición de que le diga algo que ella no sabría pero que le demuestre que él es él. Y al mismo tiempo, cuando Danny entiende que ella está dispiuesta a sacrificarse, a suicidarse si realmente él es él para estar juntos, la rechaza con un repetido "te quiero" que la pone, al menos temporalmente, a salvo del terror que él está viviendo.

Por otra parte tenemos al Doctor y la sorpresa y el desconcierto que le va provocando todo: como en los viejos tiempos, ha salido de la TARDIS sin saber cuándo ni dónde se encuentra. El sitio es extraño, aquello con lo que trabajan, ajeno a su conocimiento del mundo; Missy le incomoda, Chang le desespera, algo se le escapa... Por cierto, que sin el pequeño spoiler de saber que esta es una historia de Cybermen, que acabará siendo una historia de Cybermen, no disfrutaríamos tanto esa frase, dicha precisamente cuando una de las puertas con el logo de la empresa 3W se cierra, mostrando claramente que el logo de la misma se parece al ojo de uno de esos seres. Entendemos antes que el Doctor que es lo que hay alrededor de los cadáveres. Entendemos por qué se muevne. Entendemos que es una trampa. Y cuando él lo va entendiendo ya es demasiado tarde: está separado de Clara (a la que dejaremos atrapada con el Cybermen que contiene el cuerpo del Doctor Skarosa, fundador de la empresa), los Cybermen salen para amenazar no un planeta y tiempo desconocidos, sino el Londres actual, Missy se revela como algo más de lo que esperaba, alguien a quien el Doctor ya conoce, alguien con tecnología de los Señores del Tiempo (la Nethersphere, el Más Allá, no es más que una Matriz, una versión reducida de la que existía en Gallifrey: cf. "The Deadly Assassin", 1976 o "The Trial of a Time Lord", 1986), nada menos que... EL AMO.

Paren máquinas: debo decir que tras la primera troleada de Missy haciéndose pasar por un androide, no me he creído del todo la revelación final de que Missy = Mistress = Master femenino. Pero debo admitir que no sólo es un juego de palabras evidente típico de él (en la serie clásica se escondía el nombre del actor para preservar el secreto de su reaparición o el propio personaje se investía de nombre falsos que no eran sino versiones del mismo, como Victor Magister o Profesor Thascalos, siendo Magister la versión latina y Thascalos la griega del inglés Master), sino que también lo es el engaño sucesivo que va tramando alrededor del Doctor, para reirse de él, e incluso el plan de "cybernizar" a los muertos en sus tumbas parece sacado de su experiencia tras "The End of Time" (2009-2010), cuando toda la raza humana, "hasta los muertos en sus tumbas", se convirtieron en versiones de él. Como ya dijimos, tiene sentido además empezar para ese plan con la ingeniería inversa del robot-humanizado de "Deep Breath". Y aún así, todavía no entendemos si está trabajando para los Cyberhumanos y por qué, ni exactamente cuál es su plan, y qué gana él con éste (¿conquistar la Tierra? ¿Usarla como plataforma hacia las estrellas?). Porque el Amo nunca trabaja realmente para otro y siempre hay un interés personal tras sus actos.

Muy buena la aparición de los Cyberhombres de sus tumbas acuáticas, un poco a la manera de "Tomb of the Cybermen" (1967). Fantástico el detalle de Danny tentado a pulsar el botón de DELETE para extirpar sus emociones post-mortem (lo que dispararía su cyberconversión sin posibilidad de resistencia, suponemos), ya que esa es la palabra tradicionalmente asociada con ellos. Y muy curioso otro detalle, que el fundador de 3W se llamara Skarosi, derivación de Skaro, el planeta de los Daleks. Tal vez una broma del Amo, o de Steven Moffat para que pensáramos en "Revelation of the Daleks" (1985), donde Davros está trabajando, a escondidas, en un planeta-cementerio, precisamente con Daleks transparentes.

En general me ha parecido un capítulo atractivo, divertido y un nuevo tour de force interpretativo, en la primera parte para Jenna y en la segunda para Peter, con una Missy que no parece canalizar a otro Amo más que al de John Simm. No el mejor de los episodios -bastante en la línea de "Utopía" (2007), aunque sin una interpretación tan carismática como la de Derek Jacobi-, pero sí uno que merece la pena ver más veces. 

Pero sobre todo, me ha parecido una primera parte de algo mayor. Esto no ha terminado. No sólo nos queda mucho por ver en la hora entera del final de temporada, sino mucho por responder. Cómo escapó el Amo de Gallifrey tras quedar atrapado en "The End of Time" (si es que quedó atrapado con el Alto Mando y si es que Missy es realmente el Amo), y cómo tiene acceso a una tecnología del calibre de una Matriz. Cómo consiguió capturar a gente del futuro (recordemos "Into the Dalek"), y por tanto el alcance real de su Nethersphere. Cuáles son sus intenciones reales. Cómo es que Clara no reconoció que Missy era la mujer de la tienda que le dio el teléfono del Doctor en "The Bells of Saint John", si es que lo era; y si no lo era quien estuvo tratando de ponerles en contacto allí y en "Deep Breath". Cuáles son las intenciones de Missy respecto a Clara y por qué "la eligió bien". Por qué el salvamento de la Tierra en "In the forest of the night" era una sorpresa inesperada para Missy. Por qué veíamos las sillas en las que estaban sentados los Cybermen dentro del Agua Oscura (¿sillas orgánicas? ¡Agh!). Todo eso y el destino de Clara Oswald, Danny Pink y el Doctor, este sábado en un final de temporada que se promete apasionante.

Porque, si la muerte no es el fin... ¿a dónde nos lleva Missy?

28 octubre 2014

In the Forest of the Night/2: Next time

Parece que "In the Forest of the Night" ha dejado más bien fríos a la mayor parte de espectadores (o al menos a los que hacen oir más su voz en la red, que no necesariamente es lo mismo). Pero al mismo tiempo, y como ya pasó en 2011 con "Closing Time", ha habido algo al final del episodio que nos ha atrapado a todos y que está levantando apasionadas discusiones, comentarios y teorías. En "Closing Time", aparte de Stormaggedon y del momento Petrichor, ese algo fue la despedida del Doctor ante los niños y el asalto de Kovarian a River Song. En "In the Forest of the Night" ha sido el teaser del siguiente capítulo.

NOS PONEMOS EN SITUACIÓN
Este sábado veremos "Dark Water", la primera parte del final de temporada, el único two-parter de este 2014, el primer two-parter desde 2011 ("The Rebel Flesh"/"The Almost People") y el primer final de temporada en dos partes desde 2010 ("The Pandorica Opens"/"The Big Bang"). Moffat ya ha dicho que prefiere que cada historia se contenga en su propio capítulo, a menos que realmente pida ese espacio extra, y que en cualquier caso tiene que haber un gran cliffhanger entre los dos episodios que no sólo cree expectación de cara al siguiente sino que cambie totalmente el "juego" que se está jugando. Así fue en los dos casos mencionados, como también en uno de los mejores capítulos dobles de la era Moffat, la "película" que forman "The Impossible Astronaut" y "Day of the Moon".

Durante toda esta temporada 8 hemos ido conociendo el carácter del Doctor que interpreta Capaldi, hemos ido viviendo la relación complicada que ha nacido entre una Clara con más protagonismo y más cuerpo que cuando era sólo la Chica Imposible, y ese ex-soldado convertido en profesor de matemáticas (como el Brigadier en "Mawdryn Undead", 1983) que es Danny Pink. Pero ya desde "Deep Breath", aunque su presencia se hizo notar sutilmente por primera vez en "The Bells of Saint John" (2013), el mayor enigma de esta temporada ha sido Missy. "¿Quién es Missy?" era la pregunta a la que más se ha tratado de responder en los foros (en Agosto nos atrevimos a predecir quién NO es Missy), aunque en mi opinión la gran pregunta era otra:, que empezó a contestarse (imposible pero lógicamente) en la escena final de "The Caretaker": "¿qué es Missy?".

NEXT TIME: THE END
Bien, puestos ya en antecedentes, con todas las preconcepciones que a estas alturas pueda haber generado la Teoría de la Conspiración (que Missy es alguien concreto que ya conocemos, que Danny tiene una agenda secreta, que Clara no es de fiar), va Steven Moffat y nos suelta el teaser que nos suelta al final de "In The Forest of the Night". Sabemos que no nos va a poder revelar gran cosa, precisamente porque es la primera jugada de su final de temporada. Sabemos también que en la historia aparecen los Cybermen -lo sabíamos ya mientras se rodaba: los vimos regresando a las calles aledañas a St. Paul's Cathedral, como en "The Invasion" (1968), está anunciado en todas las sinopsis e incluso en la preview del episodio en la última DWM, Moffat, para evitar dar spoilers, habla precisamente de ellos.

Seamos conscientes de que las grandes sorpresas están guardadas. Que los Cybermen o Missy tengan protagonismo en la historia no es una gran sorpresa. Si una de esas grandes sorpresa fuera "Clara Oswald" nunca ha sido quien decía ser, ¿se diría tan claramente una semana antes? Tengamos en cuenta:

1- Que Clara es una gran mentirosa.
2- Que el Doctor le ha reconocido que mentir es una gran herramienta de supervivencia.
3- Que en ese instante del teaser hay un Cybermen apuntándole con un arma.

Me parece a mí que las cosas no van a ser exactamente lo que parecen. Especialmente dada la aparente naturaleza de Missy y el título del episodio, "Dark Water": porque las oscuras aguas del Leteo hacian olvidar por completo todo su pasado a quien bebiera de ellas, paso indispensable para entrar en el Hades.

Hay otros detalles del trailer y de los últimos episodios que me escaman todavía más: que Missy eligiera a Clara. ¿Para qué? No para salvar al Doctor en "The Name of the Doctor", porque se muestra orgullosa de ello al final de "Flatline". Tampoco para espiarle, porque precisamente ese episodio ha sido uno con poca participación del Doctor. ¿Para imitarle? ¿Para sustituirle? ¿Para entenderle? ¿Para qué hacerle olvidar, entonces?

Missy la llama "Clara, my Clara" como hace el Doctor, pero eso es menos destacado: en "Deep Breath" ya vimos que la Guardiana de la Nethersphere está un tanto obsesionada con nuestro gallifreyano favorito y que se considera su novia. De más enjundia parece que se hable de reescribir el tiempo y sobre todo que el Duodécimo Doctor parezca encontrarse, en un momento del teaser, en el mismo no-lugar de su línea temporal, del que el Undécimo rescató a Clara tras su viaje para salvarle de la Gran Inteligencia. Donde, si audio y video se correlacionan como en el trailer, Clara o algo que parece Clara lo ha llevado para llamar su atención.

Y se habla de la reescritura del tiempo. ¿Qué tiene que ver todo eso con los Cyberhumanos? Si la "Tierra Prometida" es realmente el Más Allá, ¿por qué había tantos robots del futuro buscándola? ¿Por qué la salvación del mundo en "In the forest of the night" es una sorpresa para Missy, especialmente ya que el Doctor tuvo una implicación muy, muy breve esta vez?

El sábado no lo sabremos todo. El sábado empezaremos a saber algunas cosas y nos quedaremos con ganas de saber más cuando llegue ese final y nos cambie el juego. Es en semanas como estas que ser whovian es TAN GRANDE... :)

27 octubre 2014

In the Forest of the Night [spoilers]

Tiger, tiger, burning bright
in the forest of the night...

...arrancaba un famoso poema de William Blake. Esa es la inspiración para el título del último episodio de Doctor Who, donde sí, hay un tigre, y un bosque crecido en una sóla noche (¡saludos, Michael Ende!). Pero más allá del título, el poema de Blake ha inspirado también otros aspectos de este capítulo. Pues aunque Blake le dedicaba sus versos al tigre, el guionista Frank Cottrell Boyce los dirige hacia el bosque.

What immortal hand or eye
Could frame thy fearful symmetry?

Este leitmotif del poema nos pone en la situación tanto de esa poderosa, ancestral e incognoscible fuerza que ha creado el bosque, como el temor mismo que provoca estar en él y que es aludido en la historia. Porque aunque el episodio se mueve en el terreno de la fábula y del cuento, de la fantasía más que la ciencia ficción (al menos, a diferencia de "Kill the Moon", no tiene pretensiones en ese sentido), cuando finalmente llegamos a un momento de tensión, de peligro claro, inminente y fatal, cuando Clara despide al Doctor para que se salve, lo hace con las palabras del propio Doctor de la Guerra en "The Day of the Doctor": "haz que valga la pena"; puede que no por casualidad tras volver a hablar de las taras que son superpoderes (eco de "Listen", dónde asistíamos precisamente al origen del Doctor, de ese Doctor y de ese Día). A lo que el Duodécimo Doctor responde con las palabras que la propia Clara le dirigiera en "Kill the Moon": "éste también es mi planeta. Camino por vuestra tierra, respiro vuestro aire". Tal vez porque el Doctor escucha a los niños cuando tienen algo que decir.

Es posible que sea por ese paso cambiado del episodio que no se echan demasiado de menos las referencias a otras aventuras del Doctor con vegetación inteligente, empezando por "The Seeds of Doom" (1976) pasando por sus versiones más dadas a la conversación como las que aparecen en "Terror of the Vervoids" (1986) o la muy pertinente "The End of the World" (2005); porque realmente a lo que más se parece es a "The Doctor, The Widow and theWardrobe" (2011), con la que comparte el carácter fabuloso e incluso el "todo el mundo vive".

En el poema de Blake también podemos encontrar ciertas resonancias de las mismas preguntas que nos hacemos sobre Missy:

In what distant deeps or skies
Burnt the fire of thine eyes?


Blake se pregunta por el origen del tigre, por su origen esencial, ultraterreno. ¿Vino del infierno o del cielo? Pero, ¿y el Más Allá de Missy? ¿Acaso no tenemos ahora mismo dudas sobre si es más de tipo celestial o infernal? Aún más evidente es la metáfora que disparan estos versos:

When the stars threw down their spears,
and water'd heaven with their tears,
Did he smile His work to see?

Unos versos que nos presentan directamente el peligro, el verdadero "enemigo" de esta historia, que no es el bosque, sino esos "lanzazos estelares" que acabaron con el banco Karabraxos en "Time Heist"

El episodio nos da una nueva oportunidad de ver al Doctor trabajando con niños, algo que desde que la serie volvió en 2005 se ha ido repitiendo con cierta frecuencia ("Fear Her", "The Eleventh Hour", "The Curse of the Black Spot", "Night Terrors", "Closing Time", la precuela de "The Bells of Saint John", "Nightmare in Silver", "Listen"). La experiencia no es del todo insatisfactoria, y a ratos es realmente provechosa para la narrativa -sobretodo en la relación con Maebh Arden, preciosa desde la Caperucita inicial hasta el diálogo con las hadas-, aunque también nos llega a hacer pensar que alguno de esos niños deberían recordar al bedel que tuvieron en su colegio apenas unas semanas antes. Tal vez, como dice el Doctor, estamos realmente hechos para olvidar. El Silencio lo tuvo fácil...

Capaldi, Coleman y Anderson lo tienen fácil para sacarle provecho a sus personajes y a la dinámica que se va desarrollando entre ellos, y que no ha quedado estancada desde "The Caretaker". Los tres cumplen sobradamente con lo que se espera de sus personajes y crean una tensión dinámica que no lastra el episodio y que consigue que ninguno de los tres llegue a caernos mal. 

Sobre el póster de Stuart Manning para Radio Times, ésta vez el diseñador admite la influencia de la cartelería para el musical Into the Woods de Stephen Sondheim. Aquí podemos ver algunos de ellos para producciones oficiales y amateurs.
Oh, claro, y luego está el tema de Missy y de ese preocupante teaser del próximo capítulo; de las muy alarmantes situaciones que plantea y las frases que en él se pronuncian. Algo que debería estar en el ADN de cualquier teaser, por supuesto, la alarma y la amenaza, especialmente cuando se trata de un final de temporada (en dos partes). Pero aún así, un teaser del que tenemos mucho que opinar.

Así que hablaremos de él mañana. Nighty night, Tygers!

23 octubre 2014

Elige tu propia Maratón del Doctor

En noviembre de 2010 celebramos la primera Marató del Doctor per la Marató de TV3, una reunión anual de whovians en la que vemos episodios clásicos y modernos de Doctor Who, charlamos, y recaudamos fondos para la investigación médica, destinando todo lo que recaudamos en sorteos y subastas a la dolencia a la que está dedicada ese año el clásico teletón de la televisión pública catalana.

Tras la primera edición, en las siguientes ofrecimos algún grado de elección a los participantes del programa que se iba a poder ver, dejándoles votar entre un cierto número de programas seleccionados. Este año vamos a ir un poco más allá.

Cada año hemos recibido comentarios de gente a la que le gustaría colaborar en la Marató del Doctor pero que no puede asistir presencialmente el día que se celebra o que sencillamente no quiere comprar números para los sorteos o pujar por ninguno de los regalos, quizás porque ya los tiene. Unido a lo que decía antes de la elección del programa de este maratón, este año hemos creado una subasta previa en eBay. La persona que puje más dinero en esa subasta podrá elegir uno de los seriales clásicos o aventuras modernas del Doctor que veremos el 23 de Noviembre en el bar Bharma de Barcelona. Y por supuesto, ese dinero irá plenamente destinado, como siempre, a la Marató de TV3, que este año se dedica a las enfermedades del corazón.


¿Os apetece ver al Master de Roger Delgado? ¿Al Sexto Doctor estrangulando a Peri? ¿La primera aparición de Sarah Jane Smith? ¿Recordar Los Fuegos de Pompeya o Blink? ¡Esta es vuestra ocasión de poner vuestros dos corazones en el empeño! La subasta estará abierta hasta la medianoche del sábado 1 al domingo 2 de noviembre.

¡ESPERO QUE ESTÉ REÑIDA!

20 octubre 2014

Flatline [spoilers]

Jamie Mathieson vuelve a escribir el capítulo de esta semana de Doctor Who, "Flatline", y como hace siete días vuelve a dar perfectamente en el clavo, con un tema muy diferente pero tan apropiado para la serie como el anterior. En ciertos aspectos "Flatline" es un episodio muy Moffat, en tanto que coge algo típicamente moderno, cotidiano -el póster de Stuart Manning que podéis ver a la derecha homenajea a Banksy- y lo vuelve terrorífico. De esa forma podríamos ver similitudes con los gatos de "Survival" (1989), la televisión de "The Idiot's Lantern" (2006) o el wi-fi en "The Bells of St. John" (2013), pero especialmente con los dibujos infantiles de "Fear Her" (2006) y las sombras de "Silence in the library" (2008). Como todo buen capítulo, no obstante, incluso el núcleo de la trama principal de Mathieson va más allá.

El juego con las dimensiones exteriores de la TARDIS convierte el mismísimo "bigger on the inside", algo por lo general acogedor, tranquilizador, símbolo de terreno conocido, de fortaleza impenetrable, en una prisión inescapable, un terreno que en más de una ocasión nos recuerda al que el Cuarto Doctor caminara peligrosamente en "Logopolis" (1981). Y a diferencia de lo que pudiera ocurrir en "The Edge of Destruction" (1964), "Amy's Choice" (2010) o "Journey to the Center of the TARDIS" (2013), esta vez el Doctor tiene que afrontar el peligro, el asedio, en solitario... mientras Clara hace las veces del Doctor en el exterior. ¿Alguna vez os habéis preguntado cómo sería un Doctor femenino? Clara nos da una respuesta aproximada de cómo hubiera sido, por ejemplo, una Quinta Doctora.

Y ese terreno es incluso más peligroso que el que la propia TARDIS presenta al Doctor o la amenaza de unos seres de otra dimensión (en seguida volvemos a ellos): en otras ocasiones el Doctor ha ido enseñando a su compañera/o un cierto camino hacia la "Doctoricidad" que en parte significa enfrentarles a sus demonios y en parte hacerlos aceptar su potencial para ser mejores. Ocurrió en la relación entre el Séptimo Doctor y Ace, también con el Undécimo Doctor y Rory, y aunque no ha sido algo voluntario por parte del Duodécimo, es algo a lo que Clara va acercándose. A enfocar sus viajes como lo hace el Doctor (el final de "Mummy in the Orient Express" es muy llamativo en ese sentido) y en este caso en asumir el papel del Doctor, tanto en lo bueno como en lo malo, en la aceptación del mal menor. Es una senda muy peligrosa la que está caminando Clara Oswald: puede que, como consecuencia de haberse metido dentro de la linea temporal del Doctor y vivido mil vidas junto a todas sus encarnaciones, esté empapándose directamente de él. Aunque no haya sido evidente desde el principio, hay un camino cada vez más claro en ese sentido que va desde "Deep Breath" (el estado inicial de negación), sigue por "Into the Dalek" (Clara buscando el recuerdo), "Listen" (Clara es el monstruo que "hace mejores" al Doctor y a Danny Pink), y trastabillea alternamente entre sus dos naturalezas, como un balancín, entre "The Caretaker", "Kill the Moon", "Mummy in the Orient Express" y ahora "Flatline". Casi se podría decir que eso, y no el red herring de Missy es el verdadero hilo conductor de la temporada... si no fuera porque al final de este episodio descubrimos con alarma que, muy probablemente, ambos hilos SON EL MISMO.

Volvemos a los seres de la segunda dimensión: el planteamiento de su universo y de su propia existencia por parte del Doctor, su interacción con el mundo tridimensional y la energía que fluye en él, la dificultad para la comunicación y las desastrosas consecuencias que tiene su intento de contacto construye uno de los mejores episodios de ciencia ficción de la serie en mucho tiempo, la antítesis de los aspectos más espúrios de "Kill the Moon". Si hay algo a lo que "Flatline" recuerda es a la novela Los propios dioses (The gods themselves, 1972) de Isaac Asimov, y eso son palabras mayores.

Todos los actores cumplen bien con su cometido, sin que ninguno brille especialmente aparte de Peter Capaldi y, sobre todo, Jenna Coleman, que se supera una vez más en este episodio para ofrecernos una nueva faceta de su interpretación de Clara, quién es y en qué se está convirtiendo. Los decorados y el vestuario son adecuados aunque un tanto demasiado genéricos en algunos momentos, y la representación del monstruo alterna entre lo desconcertante, lo terrorífico y lo convencional, algo que probablemente se ajusta a la mayoría de episodios que dirige Douglas Mackinnon ("The Sontaran Stratagem", 2008; "The Power of Three" 2012, "Cold War", 2013, "Time Heist", 2014) y que casi nunca se han destacado por la originalidad: correctos pero no rompedores (la gran excepción es "Listen"). Mención aparte merece la banda sonora de Murray Gold, que quizás vuelve a registros más propios del Undécimo Doctor pero que  ha compuesto para este episodio la primera partitura que, personalmente, me ha llamado la atención en esta temporada. 

En definitiva un buen capítulo de Doctor Who, recomendable para los que disfruten con la ciencia ficción y más disfrutable cuanto más recorrido hayan vivido junto a Capaldi y Coleman, que le vale por mi parte un 9/10.

14 octubre 2014

Mummy on the Orient Express [spoilers]

Tras el ligero faux pas (o no) del episodio pasado, Doctor Who ha vuelto esta semana con un capítulo redondo que parte de lo mejor de la anterior para seguir adelante sin frenos, como un tren desbocado. Y lo hace con un misterio lleno de asesinatos, con una especie de capítulo-problema a la manera de Agatha Christie, todo ello muy oportuno para una aventura ambientada en el tren más mítico de todos: Mummy on the Orient Express.

Ésta va a ser una review algo más breve de lo habitual, porque el capítulo se deja disfrutar de principio a fin, y cuando topas con un capítulo así lo que hay que hacer es disfrutarlo. Cada uno de los actores invitados cumple perfectamente con su labor, y me quedo especialmente con el Jefe de Máquinas, un brillante Frank Skinner al que no me hubiera molestado ver quedarse en la TARDIS... y seguro que a él tampoco, siendo como es un fan letal de la serie como Capaldi.

El guión de Jamie Mathieson, que se estrena en Doctor Who, resulta fascinante, sencillo pero efectivo, lleno de giros y recovecos, con un planteamiento que de nuevo, y con este Doctor sucede a menudo, nos recuerda al Cuarto (esas jelly babies no son nada ocasionales, y ese primer atisbo del sarcófago abriéndose con colores saliendo de su interior es un guiño directo a "Pyramids of Mars", 1975), para cambiar de repente entre la madera cálida de la sala de control secundaria de la TARDIS a los fríos pasillos de una Estación Espacial Nerva. Y un GUS del que no creo que tardemos demasiado en volver a oír hablar. El próximo capítulo también será suyo y promete muchísimo: "Flatline", una trama sobre seres que sondean dramáticamente nuestro mundo y la TARDIS en busca de la tridimensionalidad.

La dirección de Paul Wilmhurst es impecable, incluso mejor que la de la historia anterior que también corrió a su cargo, tanto en lo visual (impecable el trabajo de todos los departamentos de diseño y vestuario) como en el trabajo con los actores. Es quizás importante que haya trabajado con Jenna Coleman en ambos casos para poder elaborar mucho mejor la evolución de Clara desde uno hasta el otro. Porque la relación del episodio con los que le preceden en esta primera temporada de Peter Capaldi es otro de los aciertos, perfectamente medida en cuanto a evolución de carácter, facetas, reacciones, personalidad. En ese aspecto, que se refiere al "arco" no en el sentido argumental pero sí en todo lo demás (la frialdad de este Doctor frente a las muertes que no puede evitar), creo que hay que felicitar y mucho tanto a Capaldi y Coleman como a Steven Moffat. Clara acaba quedándose con el Doctor, sí, pero el momento en que decide hacerlo por su adicción a la adrenalina, a la "alteridad", a ser una companion, nos pone sobre alerta y nos promete que su vida puede estar en enorme peligro a partir de ahora (como si no lo hubiera estado siempre).


Sin resultar tan sorprendentemente distinto como fuera "Listen", sin dejar con la boca abierta ni aportar algo esencial a la mitología de la serie, este episodio me ha parecido sencillamente perfecto. Aquí va mi primer 10/10 para un Capaldi.

Conexiones: además de al ya comentado "Pyramids of Mars", hay otros homenajes o referencias esparcidos por el episodio.
  • El traje de Capaldi recuerda mucho al del Primer Doctor alrededor de los tiempos de "The Gunfighters" (1966), aunque con un toque del corbatín del Tercero;
  • Varios de los científicos que viajan en el tren tienen looks similares a celebridades como Marie Curie, Richard Feynman o Albert Einstein. El secuestro de famosos científicos para resolver un problema ya apareció en "The Time Warrior" (1974) y "Time and the Rani" (1987).
  • La capacidad del Doctor de sobrevivir sin aire ni presión durante varios minutos seguidos apareció por primera vez en "Four to Doomsday" (1982) y reapareció más recientemente en "The Doctor, the Widow and the Wardrobe" (2011).
  • El Doctor menciona que GUS ya trató de atraerlo al Orient Express espacial en el pasado, incluso "llamándole directamente a la TARDIS". El momento concreto pudimos verlo en el minuto final de "The Big Bang" (2010).
  • La referencia más evidente probablemente sea la frase "are you my mummy?" con la que el Doctor evoca "The Empty Child/The Doctor Dances" (2005).
  • Christopher Villiers, el actor que interpreta al Profesor Moorehouse (el experto en mitología alienígena), ya apareció en "The King's Demons" (1983) como Hugh Fitzwilliam, mientras que Janet Henfrey, la Señora Pitt (la primera víctima de la momia), hizo lo propio como Miss Hardaker en "The Curse of Fenric" (1989).

(Actualizado el 17 de octubre)

09 octubre 2014

Kill the Moon [spoilers]: Review :-(

Creo que ya he comentado todo lo fantástico que tiene "Kill the Moon". Pero hay otros aspectos del capítulo que son menos fantásticos.

O para ser exactos: son DEMASIADO fantásticos.

Recordemos que Doctor Who es una serie que combina muchos elementos: comedia, fantasía, acción, terror, romance. Pero esencialmente Doctor Who es una serie de ciencia ficción: no sólo porque transcurra muchas veces en el espacio, aparezcan naves y extraterrestres, y se juegue con conceptos como el viaje en el tiempo. Aunque no sea ciencia ficción hardcore, Doctor Who parte por lo general de la premisa que todo tiene una explicación, que hay sitio en el cosmos para la maravilla y la sorpresa y lo extraño, por supuesto, pero que todo puede ser más o menos explicado sin necesidad de recurrir a términos como "magia", "dioses" o "demonios". El Doctor sigue viajando para descubrir que se equivoca (cf. "The Satan Pit", 2006 o "The Pandorica Opens", 2010), pero a día de hoy la magia es ciencia aún por explicar, y los dioses y demonios, formas de vida superiores pero formas de vida, en el fondo. Y lo esencial de todo eso es que hay una constancia, que hay una correlación entre causa y efecto; que hay reglas, en definitiva.

Todo esto viene a cuento de que "Kill the Moon" es, posiblemente, el capítulo más anticientífico de toda la historia de Doctor Who. Y sí, quiero decir aún más que los tiburones voladores de "A Christmas Carol" (2010) o los árboles que dan, de forma natural, bolas de navidad de "The Doctor, the Widow and the Wardrobe" (2011). Más incluso que las "ecuaciones aturdidoras" de "The Leisure Hive" (1980). Aquí no estamos hablando de conceptos nuevos, de tecnologías imposibles y energías desconocidas. La patada en la boca a la ciencia de "Kill the Moon" está en su uso defectuoso de términos perfectamente conocidos como peso, masa, gravedad, crecimiento, etc. La verdad es que el capítulo no hace sino soltar un despropósito tras otro: ¿por qué la criatura de la Luna aumenta exponencicalmente de peso cuando los Mexicanos comienzan sus tareas de excavación? ¿De dónde sale toda esa masa súbita que, de repente, altera las mareas de la Tierra? ¿Por qué llaman "bacterias unicelulares" a unas arañas que claramente tienen células muy especializadas y diferenciadas formando patas, dientes, ojos...? ¿Por qué nos dicen que un spray no puede usarse en el vacío cuando sólo hace falta que haya una diferencia de presión entre lo que hay dentro y fuera del envase, como la que evidentemente hay? ¿Cómo puede una criatura que nace del interior de la luna dejar otra luna-huevo en su lugar inmediatamente tras nacer? ¿¿De dónde ha salido la masa para esta??

En parte creo que hay que culpabilizar al guionista del episodio, Peter Harness, que se enfrenta a su primer guión de ciencia ficción (si es que puede contar como tal) de su carrera, pero es imperdonable que nadie por encima suyo haya supervisado la gran cantidad de errores que comete, porque entre esos supervisores sí que hay gente que domina el género ci-fi. ¿En serio nadie ha pensado en comentarle cuanto menos la ley de la conservación de la energía? 

El gran problema de "Kill the Moon" es que tiene muy buenos conceptos que son acribillados por sus defectos. Es posible suspender la incredulidad, pero también hay que conservar el suficiente criterio como para distinguir cuando alguien no está escribiendo buena ciencia ficción: y "Kill the Moon" no es buena ciencia ficción en cuanto abandona el nivel de sinopsis y se pone a construir los elementos que le deben permitir desarrollarse. No nos pide que suspendamos la incredulidad: nos pide que ignoremos lo que sabemos y que abandonemos toda esperanza. A más de uno se nos ocurrirían formas de explicar los varios "errores" que hay en el guión y que hemos mencionado (energía solar, fuentes de materia extradimensional...): pero no están ahí. 

Esto no es "tiene poderes psíquicos porque su cerebro cuenta con una conexión neuronal extra". Esto es "lo hizo un mago".

Tal y como ha acabado apareciendo en pantalla, este episodio es una afrenta a la memoria de hombres como Sydney Newman, Kit Pedler, Christopher Bidmead o Andrew Cartmel, que se esforzaron por introducir al menos verosimilitud científica en sus tramas, cuando no directamente las basaron en investigaciones concretas y conceptos contrastados.

Dicho alto y claro: "Kill the Moon" es el peor capítulo de ciencia-ficción en los 51 años de la serie. Y eso que, como mencionamos antes, la competencia era feroz...

08 octubre 2014

Kill the Moon [spoilers]: Review :-)

Hay muchas cosas buenas que puedo deciros de "Kill the Moon", el último episodio de Doctor Who que ha estrenado la BBC. La primera de todas es que Stuart Manning sigue haciendo un trabajo excelente a la hora de plantear sus carteles retro de los capítulos para Radio Times.

Más allá de eso, podemos afirmar que "Kill the Moon" nos ofrece una oportunidad de oro para descubrir que el Doctor, como dijo en "Deep Breath", piensa empezar a hacer algo respecto a los muchos errores que ha cometido en su vida. Su decisión en este episodio es una respuesta directa a las que tomaron su Décima encarnación en "The Waters of Mars" (2009) y la Undécima en "The Beast Below" (2010). Tal vez su enfrentamiento con Danny Pink en el capítulo anterior le ha hecho recordar que no sólo es un viajero, un aventurero y un héroe, sino que, sí, por supuesto, también es un Señor del Tiempo. En ese sentido, y aunque a Clara Oswald le suene a paternalismo, el Doctor hace lo que tiene que hacer como alienígena repsonsable -¡por una vez! Pero sería aburrido si lo hiciera siempre- y deja a los humanos tomar las riendas de su propio destino. Podríamos incluso decir que "The Waters of Mars" y "The Beast below" son consecuencias directas de la decisión de no intervención que toma el Doctor en este "Kill the Moon".

Todo ello nos lleva aún más al pasado, a la etapa de Tom Baker: a "Underworld" (1978), el serial en el que descubrimos porqué los Señores del Tiempo establecieron su política de no-intervención (y que también tiene que ver con planetas huecos). Y a "Genesis of the Daleks" (1975): el Doctor tuvo un momento decisivo al final de ese serial, poniendo en la balanza el futuro de millones de vidas frente a la ejecución de un ser aún no-nacido. Aquí le toca a la Capitana Lundvik y a Clara tomar esa decisión ("do I have the right?"), que intentan transferir democráticamente (o por cobardía) a la Humanidad, pero que eventualmente toman ellas mismas. Concretamente Clara. Por lo que el Doctor está influyendo sin influir... Porque como el Séptimo Doctor  afirma en "Remembrance of the Daleks" (1988) -una de las historias que son consecuencia directa de "Genesis"-:
"Los Daleks tienen una nave nodriza ahí arriba capaz de borrar este planeta del espacio. Pero incluso ellos, implacables como son, se lo pensarían dos veces antes de hacer una alteración tan radical en la línea temporal."
A Clara esa actitud del Doctor, que como hemos dicho ella califica como paternalista, no le gusta. No le gusta en absoluto. En el fondo su actitud esconde un rechazo a la responsabilidad extrema a la que la ha sometido (Rory tampoco se lo tomó bien en "The Girl Who Waited" (2011)); tiene el punto de realismo que también comparte Courtney Woods de querer irse a la Tardis hasta que pase el peligro, de querer irse a casa cuando las cosas se ponen feas. El motivo por el que pocos de nosotros aguantaríamos más de un viaje con el Doctor y por el que Tegan Jovanka le abandona en "Resurrection of the Daleks" (1984). Bueno, Clara, no digas que el Doctor no te avisó ya en Akhaten: "nosotros nunca salimos huyendo". Parece que no habías caído en que el "nosotros" podía tocarte también a ti...

En el meóllo de la cuestión está partir de un ambiente típico de película de terror espacial -el monstruo que acecha en una base "abandonada" llena de cadáveres- para meternos en consideraciones mucho más terrenales y polémicas que podrían ir desde el derecho al aborto, las consecuencias de la democracia en manos de la masa aterrorizada, el cambio climático, la importancia de la exploración espacial, y otras tantas similares. Por muchas pegas que se le puedan dar a sus respuestas, lo que está claro es que plantea preguntas interesantes a las que cada uno de nosotros podría dar respuestas diferentes que el que tiene al lado.

La resolución final sobre lo que esconde realmente la luna mantiene un diálogo interesante con "Doctor Who and the Silurians" (1970), "Cold Blood" (2010) y "Dinosaurs in Space" (2012): los silurianos dejaron la Tierra o se enterraron bajo ella por miedo a que el planeta colisionara con otro que su gravedad había capturado, y que acabó siendo la Luna... y que ahora ha acabado resultando ser el huevo de una criatura espacial sin parangón. 

En el aspecto sentimental, hay quien le echaba en cara a Danny Pink -ya en "The Caretaker"- que es muy poco saludable poner una condición como "si no me lo cuentas todo, hemos roto". Pero hay que partir de dos premisas:
1) que hasta el momento Clara le ha mentido en aspectos muy importantes, e incluso peligrosos, de lo que pasaba a su alrededor, y que desde el punto de vista de Pink se está lanzando un poco a ciegas en esta relación. Pink necesita poner unos límites y dejarlos claros;
y 2) que no todas las relaciones de pareja tienen la profundidad y el "hasta la muerte" de la de Rory y Amy. Hay otras que son más convencionales, más de culebrón cotidiano; con sus cutreces y sus imperfecciones.
En este "Kill the Moon" tenemos una continuación directa de esa conversación del capítulo anterior, y vemos que Danny está pensando tanto en el bienestar físico y emocional de Clara como en sus necesidades complejas de combinar normalidad y aventura. Danny no aprovecha el "calentón" de la señorita Oswald para alejarla del Doctor, sino que le recuerda precisamente que está enfadada, que no está viendo las cosas en perspectiva, y que dejar algo que te apasiona sólo porque has tenido un mal día no es justo con los demás ni con uno mismo. Y con algo tan pequeño como es su escena con Clara, su personaje sigue creciendo poco a poco y ganando tridimensionalidad.

Por diversos motivos, "Kill the Moon" tiene números para ser un entretenido capítulo de Doctor Who, apropiado tanto para los que quieren una historia llena de tensión a lo Alien como para los que esperan algo más.

Aunque... esto es sólo media review. Si con esto te basta, no continúes hasta la segunda mitad porque la cosa va a ponerse fea...

Grandes momentos: la referencia a "Let's kill Hitler". Las dudas del Doctor sobre si, en su estado actual, podría seguir regenerándose permanentemente.

Diálogos memorables: "Te voy a dar un guantazo tan fuerte que te vas a regenerar".

06 octubre 2014

¿Un adios imperfecto?

En caso de que hayáis llegado buscando la crítica de Kill the Moon, lamento deciros que tendréis que esperar aún, porque no está el horno para bollos. Estoy de muy mala leche.

Sí, y lo más frustrante es que estoy cabreado sin un objetivo concreto. No estoy enfadado contra nadie, sino contra algo. Y la causa de mi frustración, mi tristeza y mi ira es la noticia de que Vision Factory abandona la producción de fanfics de Doctor Who. Si sois habituales de esta página o lleváis al menos un año en el mundillo whovian sin duda sabéis que Vision (antes The No-Nose Dog Project) eran los creadores del mediometraje El mundo imperfecto y sus continuaciones, los minisodios Esas horas de la noche, El día de la Madre, La caída del Capitán y La tragedia de la dama y el tiempo (estos dos últimos, aún por comentar aquí). A este habían de seguir Las sombras de Tara, que se encontraba en postproducción, y en el que habríamos reecontrado con el Cuarto Doctor de Albert Boix, viajando esta vez con Romana I (interpretada por Míriam Mantolán), así como otro más antes de llegar a El mundo imperfecto, una gran producción, secuela de la original y continuación de todas las tramas abiertas en los seis minisodios, y que debía cerrar el ciclo. Por lo que he podido oir de lo que aún no se había podido rodar, os aseguro que iba a ser una producción magnífica, alucinante, espectacular.

Ahora todos esos proyectos se perderán, como lágrimas en la lluvia. Y lo harán porque los productores de estos cortos que aún quedaban por rodar hemos perdido la fé en ellos. Sí, hablo de todos nosotros: El mundo imperfecto ha sido desde el principio un proyecto hecho por fans para fans, su director Sergi Paez el primero de todos en ambos casos. Lo fue cuando arrancó y lo ha seguido siendo minisodio tras minisodio: la financiación de cada uno se ha debido por completo a la buena voluntad de los que han trabajado en ellos y a los verkamis que han permitido engrasar las ruedas, construir decorados, preparar efectos, maquillajes, etc. La ambición, el reto circense de superar la calidad anterior en cada proyecto posterior, y la satisfacción que eso nos ha dado a los espectadores del mismo en calidad artística, en experiencia audiovisual, requiere una inversión mayor también por parte de... de nadie más que de nosotros mismos. Y sin embargo, la inversión, lo que hemos ido aportando todos al verkami, no ha hecho sino reducirse hasta hacer la empresa inviable.

Vision Factory abandona los cortos de Doctor Who y no es porque no quieran hacerlos: es porque ya no queremos que los hagan. Porque nosotros ya no aportamos nuestro granito de arena y la playa se la ha comido el mar.

¿O me equivoco? No, no me lo digáis a mí: decídselo a ellos. ¿Creéis que the show must go on? ¿Queréis ver Las sombras de Tara y lo que os espera más allá? Decídselo por Twitter a Vision Factory, The No-Nose Dog Project o Sergi Paez. Decídselo por Facebook. Buscad al equipo en las convenciones y repetídselo.

Estamos con vosotros. No os vamos a abandonar. Queremos MÁS.

01 octubre 2014

Club Hellfire: Musicals frikis

Quan l'Àlex Santaló i el Capità Urias em van comentar que preparaven el retorn del Club Hellfire, i que volien començar la segona temporada parlant de musicals frikis, vaig seure comodament en la meva butaca orellera, vaig pessigar-me pensativament el bigoti, vaig aclarir la gola i els vaig contestar
ON S'HA DE FIRMAR!?

Ja desprès em van dir que no cal, que ens estalviem la paperassa i que les signatures amb sang ho deixen tot perdut. M'ho he passat pipa amb un programa que és només una introducció a aquesta "altra mena" de musicals -però quina introducció!- i a sobre he conegut un home que ho sap TOT sobre el cinema: en Fausto Fernández. Chapeau, monsieur!

Aquí el teniu, el "Hellfire Club" 2x01:

30 septiembre 2014

El Festival de los Cerezos/12

- ¡Corred hacia aquí! -gritó Katsumi, tratando de llamar la atención de los aterrorizados jornaleros-. ¡Yo  intentaré detenerlas!

La novicia de Shizuru se plantó en mitad del camino, sosteniendo la katana con fuerza y tratando de adoptar la posición marcial estratégicamente más adecuada. Los entrenamientos junto a Sora y la madre superiora Aoi pasaban por su mente mucho más rápido de lo que las hormigas gigantes embestían por el campo.
Tras ella, Têru se maldecía por no haber recordado la inutilidad de lanzar un hechizo de sueño a unos insectos y repasaba lo que conocía de aquellos seres: por el tamaño de las mandíbulas y las patas, las dos que venían eran de tipo obrero. Por suerte no tenían aguijón ni inoculaban veneno alguno. Y sin embargo había algo extraño en ellas, en la desproporción de alguno de sus miembros, de sus ojos, de sus bocas, en el brillo rojizo que bordeaba su mirada oscura y en lo erizado del vello del dorso. No eran hormigas corrientes... incluso obviando que medían más de un metro.

Los campesinos corrieron hasta rebasar la bien protegida figura de Katsumi, su flamante armadura casi nueva. Trastabillearon otra vez, casi tropezaron con el terror pintado en sus rostros, y se desplomaron sobre la cebada en cuanto cruzaron al margen contrario del camino. Inmediatamente llegó la primera de las hormigas gigantes: Katsumi le pegó un tajo con la katana, débil, destinado a atraer su atención más que a herirla. Y desde luego que la obtuvo: la criatura se revolvió hacia ella y la mordió en la pierna derecha. Katsumi sintió un dolor agudo cuando las afiladas mandíbulas se cerraron sobre ella. Un dolor que sólo en parte era físico: había algo más, algo perverso y antinatural que trataba de destruirla con aquel mordisco. Sin detenerse a pensar en ello, apartó con el escudo que llevaba prendido del brazo izquierdo a la segunda hormiga.

- ¡Haced un fuego! -masculló Têru a los campesinos. Lo miraron con ojos muy abiertos:
- ¿Con qué quieres que hagamos un fuego, ahora?

El kitsune se adelantó un poco y, con un movimiento seco, hizo aparecer en su mano un fruto de aspecto enfermizo, verde y preñado de un zumo ácido. Lo tiró contra una de las hormigas con la esperanza de quemarla... pero al estallar sobre la costra quitinosa que la recubría, la energía arcana mutó caprichosamente. En lugar de humear, el insecto gigante comenzó a rielar, y a oscilar entre la imagen imprecisa de otras cinco hormigas.
- ¡Ups!
- ¿Ups? -Katsumi estaba boquiabierta mientras trataba de mantener a las criaturas a raya-. ¡¿Pero tú de parte de quién estás?!
Los dos campesinos que habían llegado huyendo siguieron su carrera por entre las hileras de cereales. No obstante, ver a los dos jóvenes plantar cara a los enormes seres infundió valor en el corazón de los otros tres. Uno de ellos golpeó con el rastrillo a una de las imágenes fantasmales de la hormiga, que desapareció:
- ¡Es una ilusión! ¡Sólo hay dos!

Katsumi se protegió un flanco, rechazando más contactos con aquellas fauces chasqueantes, mientras clavaba la katana, ahora sí con fuerza, en la otra hormiga. Los insectos retrocedieron unos pasos, aprensivos. Eso envalentonó aún más a los campesinos, que rodearon a las criaturas: no siempre acertaban con sus golpes, ni los dirigían de manera efectiva contra las partes blandas de las hormigas, pero de vez en cuando eliminaban alguna de las copias ilusorias creadas por error o las distraían lo suficiente para que las frutas ácidas de Têru y los tajos contundentes de Katsumi las fueran cansando.

La hoja de la katana seccionó la cabeza de la hormiga gigante herida: salió rodando camino abajo, mientras el cuerpo se estremecía unos instantes antes de quedar exánime, sangrando en el camino. Al mismo tiempo la otra criatura, cuyos bordes aún rielaban imprecisamente, dirigió su atención al kitsune y le mordió el abdomen. El zorro aulló y respondió a su vez con un mordisco, retrocediendo por el campo.
- ¿Me quieres a mí? ¿Te gusta la carne de zorro? ¡Ven a por mí, ven a por mí!
Las hoces de los campesinos chocaban contra el caparazón de la criatura, haciendo saltar chispas como si golpearan una piedra con metal. Las dos últimas copias ilusorias con las que compartía espacio se deshilacharon en el aire, como humo.
- Protege a tus fieles -murmuró Katsumi. Un destello de energía dorada emanó de su cuerp, bañando a todos los humanos y al kitsune, pero curiosamente no a la hormiga, restañando algunas de sus heridas y devolviéndoles una parte del vigor. El campesino más fornido de los tres le clavó la hoz al desproporcionado bicho entre los cuartos traseros. ¡Sangre al fin!

La hormiga parecía histérica. Se revolvía hacia cada uno de ellos con cada nuevo golpe y casi derribó a Katsumi en sus enloquecidos giros. El labrador fornido se llevó un mordisco que le dejó un buen surco de sangre en el brazo. Pero golpe tras golpe, puñalada tras puñalada y corte tras corte acabaron con la resistencia de la criatura y esta acabó doblando las seis rodillas y mordiendo el polvo.

Los cinco estaban jadeando:
- Bien hecho camaradas, ¡gracias Katsumi!
- Gracias a todos -respondió ella-, no lo hubiéramos conseguido si no hubierais sido tan valientes.
- Criaturas del demonio -dijo uno de los campesinos, pateando el cuerpo quitinoso más cercano.
- Quizás tengas razón -sugirió Têru-. Además de su tamaño extraordinario, estas hormigas tenían algo... diabólico en su mirada.

Katsumi limpió la katana en la hierba antes de envainarla de nuevo. Con un rápido vistazo comprobó el estado de las heridas de todos:
- Permitid que la bendición de Shizuru sane vuestras heridas en gratitud por el valor demostrado -y añadió con una afable sonrisa-. Tendréis una buena historia que contar en la fiesta.
La kannushi cerró los ojos, encomendándose a las alturas, mientras sentía como el poder divino de Shizuru la invadía, canalizándose a través de su cuerpo y sanando las heridas de todos. 
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Dieron media vuelta. En la granja de Suripachi Taro, Têru y Katsumi fueron oportunamente informados de que, en efecto, la muy querida bruja Wakahisa pasara hacía algunas horas con dos jóvenes de camino a Koyotei, que este año iba a llegar incluso antes del comienzo del Festival, y que sin duda aquello era un signo de buena fortuna.

Aunque apretaron el paso, no lograron darles alcance aquel día, ni al siguiente. Los campesinos con los que se cruzaban les indicaban que, sí, Wakahisa y los dos jóvenes habían pasado por ahí algunas horas antes, pero la anciana y sus acompañantes parecían haber madrugado más que ellos y mantener un paso endiabladamente intenso de vuelta a Koyotei.

Finalmente, cuando estaban a punto de alcanzar Koyotei al caer la tarde del día 28, divisaron un grupo de figuras a lo lejos, que cruzaban en aquel instante bajo el Torii conocido como "El Profeta". Una de ellas tenía, claramente, una larga melena blanca, la señal de Wakahisa. En cuanto hubieron cruzado, las tres figuras se separaron y siguieron caminos distintos.

Faltaban apenas 72 horas para que arrancase el Festival de los Cerezos.