28 marzo 2012

Viejo amigo (I)


Una nueva explosión sacudió el edificio. Kory no sabía si se trataba de una explosión de gas o si Al-Qaeda había vuelto a atacar Londres, como años antes en el metro. Lo que sí sabía es que quedarse a ultimar facturas a aquellas horas en plena Navidad no era, definitivamente un buena idea.

Se alejó del ordenador sin apagarlo y, tambaleándose, se dirigió hacia el ascensor. Pensando en la posibilidad de quedar atrapada durante varios días, cambió de idea y escogió las escaleras. Las primeras 15 plantas fueron divertidas, le recordaba cuando de pequeña bajaba desde lo alto del colegio y, giro tras giro, el descenso parecía no tener fin. Luego vino el problema: las escaleras de la planta 4 habían desaparecido, se habían derrumbado por el hueco y no había manera de seguir bajando. Trató de abrir la puerta, pero estaba cerrada con llave. Forcejeó un par de veces... hasta que se produjo una nueva explosión. Esta vez fue más fuerte, o tal vez más cercana. A Kory le pareció que el edificio empezaba a inclinarse un poco, pero quizás era cosa suya. Lo cierto es que comenzaron a caer trozos de barandilla, escalones y techo, algunos desde muy arriba. En aquel momento tenía miedo. No se atrevía a subir para probar la puerta de la planta superior.

- Socorro -murmuró apenas. No había motivo para gritar: estaba sola. Nadie iba a ayudarla.
 Se apoyó contra la puerta cerrada, inquieta. Le pareció notar que del otro lado sonaba una especie de vibración extraña, aguda y temblorosa.
- ¡Socorro! -repitió, esta vez a pleno pulmón-. ¿Hay alguien ahí? ¡Estoy atrapada! ¡Por favor sáquenme de aquí! Soy Kory Parsons, de Magpie Electronics, estaba...
Con un clic, la puerta se abrió entonces. Al otro lado había un hombre de unos 35 años, de pelo negro, rostro bien afeitado, vestido con un traje oscuro. En la mano sostenía una especie de lapiz grueso de metal con una luz azul en la punta que en aquel momento se apagó.
- Ya estás a salvo, Kory Parsons -dijo el hombre con una voz profunda y carismática-. Ahora, te recomiendo que salgamos de aquí corriendo.

Algo debía haber chocado contra la parte superior del rascacielos, porque esta vez se sacudió intensamente. Quizas un avión, tal vez sí que era Al-Qaeda después de todo. Aunque, ¿lanzar un avión contra un edificio prácticamente vacío? Kory y el extraño atravesaron corriendo las oficinas desiertas del Banco Escocés de Crédito Agrario y poco después salían a la calle. La gente gritaba y corría de un lado a otro. Coches incendiados, fuego en las casas, cristales rotos, cascotes, explosiones aquí y allá. Y un detalle en el cielo que Kory nunca olvidaría: una gran estrella que volaba por el cielo de Londres, lanzando descargas eléctricas desde sus puntas, provocando el caos y la destrucción.

- Esto no es seguro, Kory -dijo el hombre-. Será mejor que nos vayamos. Apuntó con su extraña herramienta hacia un coche que estaba aparcado cerca. La luz se encendió brevemente, sonó aquel estraño canturreo mecánico y las puertas se abrieron.
- ¿Quién eres? -preguntó ella.
- Esa es la cuestión, ¿verdad? -dijo con una sonrisa-. Puedes llamarme... el Doctor.
(CONTINUARÁ) 

27 marzo 2012

That's Entertainment (X): The Red Mill


The Red Mill (1906)
Música: Victor Herbert
Letra: Henry Blossom y Forman Brown
Libreto: Henry Blossom y Victor Herbert

En 1906, el productor Charles Dillingham hizo historia al poner en la fachada un molino rojo que giraba y se iluminaba gracias a un motor eléctrico: era el primer cartel móvil iluminado de Broadway.

El argumento "gira" alrededor de Kid Connor y Con Kidder, dos actores de vodevil norteamericanos atrapados en Holanda sin un céntimo que intentan regresar a su país. Para pagar la cuenta de la posada del molino rojo donde se alojan deberán trabajar en ella, lo cual les meterá de lleno en un triángulo amoroso entre la hija del burgomaestre, el Capitán Van Damm y el gobernador de Zelanda.

La producción original de 1906 estuvo casi un año en cartel, giró abundantemente por Estados Unidos e Inglaterra, y tuvo un revival aún más exitoso en 1945.
Kevin Murray y Peter Büchi, NY Light Opera, 2010
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Canciones destacadas: "The Streets of New York", "Every Day is Lady's Day with Me", "Because You're You" y "You Never Can Tell About a Woman".





Y recordad que encontraréis The Red Mill junto a muchos otros musicales en nuestra colección de cromos Ilustrum dedicada al primer siglo del teatro musical.

22 marzo 2012

That's Entertainment (IX): La Viuda Alegre

Die Lustige Witwe (1905)
Música: Franz Léhar
Letra y libreto: Viktor Léon y Leo Stein


Lily Elsie como Hanna (Londres, 1907)
La comedia musical comenzaba a encontrar sus bases, al tiempo que la opereta alcanzaba sus cimas particulares: a finales del siglo XIX había sido la opereta popular, de la mano de Gilbert & Sullivan, y a principios del XX lo haría la opereta estilizada con Franz Léhar y su "viuda alegre".

El Gran Ducado de Pontevedro está ahogado económicamente, y su embajador en París, el Barón Zeta, intenta que Hanna Glawari, una rica viuda, se vuelva a casar con un Pontevedrés para salvar al país de la bancarrota. El Barón Zeta tiene en mente al Conde Danilo Danilovitsch, con quien Hanna tuvo un affaire antes de casarse... pero Danilo no ha acudido a la fiesta, sino que prefiere emborracharse en Maxim's, rodeado de bellas grisetas. Valencienne, la esposa de Zeta, tendrá que poner todo su ingenio en juego.

Ute Gfrerer como Valencienne (Ópera de Zurich, 2004)
Estrenada en el Teatro de Viena el 30 de Diciembre de 1905, con Mizzi Günther, Louis Treumann, Siegmund Natzler y Annie Wünsch. Adaptado por Basil Hood, la primera producción londinense tuvo lugar en Junio de 1907, con Lily Elsie, Joseph Coyne, Robert Evett y Gabrielle Ray. Se estrenó sin opereta, hasta que en 1940 Franz Léhar compuso una para el concierto que organizó la Orquesta Filarmónica de Viena en honor de su 70º cumpleaños.
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Temas memorables: "Me Encontraréis en Maxim's", "Canción de Vilia", "Vals de la Viuda Alegre".











Y recordad que encontraréis La Viuda Alegre junto a muchos otros musicales en nuestra colección de cromos Ilustrum dedicada al primer siglo del teatro musical.

21 marzo 2012

Cosas que aprendes tras un día en París

...París no crece a lo alto, sino que se expande concéntricamente. París crece a lo ancho porque puede, porque tiene espacio de sobra. Uno diría que París mira a Francia entera y la ve como edificable, como parte de ella y no al revés, que ve los Pirineos y calcula que, hasta llegar ahí, aún le queda. París se articula alrededor de espacios singulares, pero no de una singularidad moderna sino histórica. Las luces rojas del Moulin Rouge, los gigantescos jardines de Versalles, los Inválidos, el Sacré Coeur, sus cementerios, el Louvre, el Museo de Orsay, la Ciudad de la Arquitectura...

...en esa vorágine de crecimiento horizontal, destacan dos grandes alpinistas: una, más francesa que la propia Francia, la Torre Eiffel, 330 metros, o lo que es lo mismo, tres veces la Torre Agbar de Barcelona. Tan preciosa como inmensa, compleja en los detalles, simple en su concepción. La otra, la Torre Montparnasse, una gran mole negra de cristal que ocupa el lugar de la antigua estación de tren de Montparnasse. El complejo de rascacielos de La Défense aún no acaba de dominar el paisaje.

 ...cómo dije, la Torre Montparnasse, junto a las galerías comerciales del mismo nombre, ocupan desde los años 60 el espacio de la vieja estación del Oeste-Ribera Izquierda, la que aparece en La invención de Hugo. Los trenes paran ahora en una nueva estación de Montparnasse situada justo al lado de donde estaba antes. Ya no se parece en nada a la vieja estación, aunque han dejado un arco de entrada que, si habéis visto la película, tal vez os recuerde a la fachada por cuyo reloj escapa Hugo.

 ...Notre Dame de París está impresionante. De verdad: no os la perdáis. Tras la restauración parece recién construida, y resulta sobrecogedor darse cuenta de que esa fachada magnífica y esos interiores altos, altos, espaciosos, se construyeron hace 849 años.

...el parisino blanco medio va absolutamente a la suya. Le da igual que una mujer tenga problemas para bajar las escaleras del metro porque lleva una maleta. Casi mira mal al parisino negro medio que ayuda con la maleta, y te reconocen como español porque cedes el paso.

...uno de los bombazos cinematográficos del año en Francia será Sur la piste du Marsupilami, en imagen real. Se estrena en abril, pero ya hay montones de carteles (y grandes) que la anuncian, incluso en las fachadas de los cines.

...los locales de comida rápida Quick molan. Son como McDonalds con un poco menos de variedad y algo más de calidad. Y tienen churros. Sí, sí: churros.

...aquí lo llamamos "azucar glass", pero en Francia es "azucar impalpable". Es chanante y tiene un nivel de alucinancia genialístico. Imaginamos que las calorías que proporciona también serán impalpables...

16 marzo 2012

Who's afraid...?

En la arena de un parque pueden aparecer chicles, bolsas, hojas, colillas... y también dibujos, claro. Restos de líneas desdibujadas, o trazos concretos que te indican que unos niños han visto en esos granos un lienzo ideal para expresarse a lo grande.

Pero otras veces esos trazos te dicen que alguien, desde algún lugar, te está mandando una señal. Quizás creías mover tu pie, controlar el curso de la ramita con la que pensabas pergueñar una cara y unos ojos. Es, sin embargo, una fuerza superior, una fuerza desconocida que se expresa a lo largo y ancho de la Historia humana lanzando destellos conectados de una sabiduría inefable, avisándonos de algo. Una fuerza a la que algunos hemos puesto nombre, a la que llamamos...
...el Lobo Feroz.

15 marzo 2012

That's Entertainment (VIII): Babes in Toyland

Babes in Toyland (1903)
Letra y libreto: Glen MacDonough
Música: Victor Herbert


A finales del siglo XIX y principios del XX, la opereta no era sólo apreciada en Estados Unidos: también fue creada allí. Y una buena muestra son estos Babes in Toyland que en 1903 salieron de la Grand Opera House de Chicago hasta el Majestic Theatre de Nueva York a raíz del éxito que había tenido aquel mismo año la adaptación teatral de El Mago de Oz supervisada por el propio L. Frank Baum.


En esta historia, el malvado Tío Barnaby (arquetipo de mil villanos por venir) quiere deshacerse de los jóvenes Alan y Jane para robarles la herencia. Con la ayuda de Contrary Mary, su hermano Tom-Tom y la Reina de las Polillas, deberán derrotar los planes de su tio y del malvado Juguetero Supremo, que planean extender el caos con su ejército de juguetes diabólicos.


Se trataba de reunir en un mismo argumento a varios de los personajes de las rimas y cuentos de Mamá Oca que tan familiares eran para los espectadores anglosajones. El montaje original de 1903 tuvo un éxito considerable al que contribuyeron en buena medida sus espectaculares decorados, como nunca se habían visto en escena. Se repuso en 1905, 1929 y 1930, y con una nueva versión del libreto, más sentimental,  fue un habitual de las Navidades en el Off Broadway 
entre 1972 y 1985.
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Canciones famosas: "Toyland", "March of the Toys", "Go To Sleep, Slumber Deep" y "I Can’t Do The Sum" 



Y recordad que encontraréis Babes in Toylandjunto a muchos otros musicales en nuestra colección de cromos Ilustrum dedicada al primer siglo del teatro musical.

14 marzo 2012

Walt

La anécdota la conocéis algunos. Volvía Disney en tren a Burbank tras perder los derechos y los animadores sobre Oswald, el conejo afortunado, y un ratoncillo en el vagón, a los que tenía miedo, le inspiró. La película sobre el hombre, el momento y todo lo que vino después, ha estado ahí, esperando, desde hace 85 años...

Pero este cartel no es más que un elegantísimo fake de Pascal Witaszek sobre una película que no existe. Pero que debería existir, y si alguien tiene el empuje y la sensibilidad necesarios, existirá.


Queremos Walt.

13 marzo 2012

That's Entertainment (VII): A Greek Slave

A Greek Slave (A Musical Comedy in Two Acts) (1898)
Música: Sidney Jones & Lionel Monckton
Letra: Harry Greenbank, Adrian Ross & Henry Hamilton
Libreto: Owen Hall

Mientras que The Shop Girl fue una sorpresa para los londinenses que acudían al teatro Gaiety, pues a diferencia de sus revistas de coristas tenía un argumento sólido, el público del Daly Theatre ya estaba más acostumbrado a las "comedias musicales" que les ofrecía su compañía. En cualquier caso, el músico residente del Daly, Sidney Jones, se lució especialmente con A Greek Slave, para la cual compuso una partitura de casi 200 páginas que incluía hasta 28 canciones.

Hayden Coffin como Diomedes
A Greek Slave nos cuenta la historia de Diomedes, esclavo al servicio de Heliodoro, el mago más poderoso de la antigua Roma, enamorado de su hija Maia. El hechicero tratará de deshacerse de Diomedes, mientras su hija trata de ganar su libertad y apartarlo de las garras de la Princesa Antonia.
Huntley Wright como el mago Heliodoro
La obra se estrenó el 8 de Junio de 1898, tras finalizar los dos años de temporada de la exitosa The Geisha (que en las primeras décadas del siglo XX triunfó en Europa mucho más que The Mikado), con un reparto de las estrellas habituales del Teatro Daly, como Huntley Wright, Marie Tempest, Letty Lind o Hayden Coffin.
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Canciones destacadas: "Freedom", "The lost Pleiad", "I want to be popular"


Y recordad que encontraréis A Greek Slavejunto a muchos otros musicales en nuestra colección de cromos Ilustrum dedicada al primer siglo del teatro musical.

10 marzo 2012

That's Entertainment (VI): The Geisha

The Geisha (a story of a tea house) (1896)
Música: Sidney Jones; Lionel Monckton & James Philip
Letra: Harry Greenback; Lionel Monckton & James Philip
Libreto: Owen Hall


En el interregno entre la opereta y el musical, en el ocaso de la era Victoriana y el amanecer de la Eduardiana, una de las obras más exitosas fue The Geisha, el mejor musical de Sidney Jones, nacido a la sombra de El Mikado de Gilbert y Sullivan. De hecho, en la Europa continental tuvo más éxito que ésta, hasta que pasó de moda en los años 50. Menos logradas son las letras de Greenback, que en ocasiones se dedica demasiado al sinsentido, aunque sin llegar a despistar demasiado


El argumento nos traslada a una casa de te en la que se relacionan geishas y marineros ingleses, con una orquestación a caballo entre el music hall y la ópera de Puccini y una serie de números que presentan a los múltiples personajes sin dejar de hacer avanzar el argumento. 


Entre los números más destacados están "If You Will Come" y "Chon Kina",  "The Interfering Parrot" y "The Toy Monkey", estos dos últimos compuestos por Monckton. George Ewardes produjo el montaje original en el Teatro Daly de Londres, con Mary Tempest, Letty Lind, Hayden Coffin y Huntley Wright en los roles protagonistas. Jones trató de repetir la fórmula con otra obra de inspiración japonesa, San Toy (1899) que superó las 760 representaciones de The Geisha, pero no consiguió una relevancia posterior.


Curiosamente, The Geisha no se grabó en disco hasta 1998. Aquí podéix escuchar una selección de 2 minutos extraída de un antiguo cilindro de cera.

08 marzo 2012

That's Entertainment (V): The Shop Girl

The Shop Girl (A Musical Farce) (1894)
Música: Ivan Caryll, Adrian Ross y Lionel Monckton
Letra: H. J. W. Dam y Adrian Ross
Libreto: H. J. W. Dam


Ada Reeve, la "chica de la tienda" original
Un adinerado caballero que ha conseguido su fortuna en las minas de Colorado busca a la hija de un compañero muerto, que ha de heredar 4 millones de libras. Ella trabaja en una tienda y está prometida a un agradable médico, pobre como una rata.


El argumento es sencillo, pero aún así sorprendió a la crítica de la época: y es que el teatro de variedades (el único que era musical por entonces, aparte de la ópera) no tenía argumento en absoluto, y The Shop Girl no era ni variedades, ni ópera, ni opereta. A quién hay que atribuirle el mérito, la visión, es al productor George Edwardes, convencido de que había un nuevo campo teatral a explorar tras el éxito el año antes de A Gaiety Girl (entre opereta y musical), que a su vez bebía de un estreno anterior, In Town (1892), aún muy similar a las obras de Gilbert & Sullivan. Edwardes no inventó el teatro musical, pero sí que fue el primero en ponerlo en primera fila, darle relevancia internacional y transferir montajes del West End a Broadway e incluso organizar giras mundiales, y con The Shop Girl comenzamos a tener un estilo musical ya más alejado de la opereta.
El montaje original, estrenado en el Gaiety Theatre de Londres el 24 de Noviembre de 1894 duró 546 representaciones, todo un éxito. Una curiosidad es que, durante el tiempo que la obra estuvo en cartel fueron introduciéndose nuevos números y canciones, especialmente a medida que el elenco iba cambiando.
George Edwardes
En este enlace podéis escuchar el MP3 de uno de sus temas, "There was once a country maiden came to London for a trip", grabado en 1932, cantado por Seymour Hicks, con Harry Jackson al piano.
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Y recordad que encontraréis The Shop Girl junto a muchos otros musicales en nuestra colección de cromos Ilustrum dedicada al primer siglo del teatro musical.

06 marzo 2012

That's Entertainment (IV): Ruddigore

Ruddigore
(or The Witch's Curse)
(1887)

Letra y libreto: W.S. Gilbert
Música: A. Sullivan; nueva obertura de Geoffrey Toye (1920)


La estirpe de la casa Ruddigore está maldita. Su heredero debe cometer un crimen cada día o morir entre agónicos dolores. Pero Ruthven, el auténtico heredero Ruddigore no ha reclamado el título, haciéndose pasar por muerto y viviendo una vida tranquila junto a su vecina Rose Maybud. Cuando su hermano menor, Despard, persiga a la misma muchacha y revele el secreto de Ruthven, este se verá obligado a aceptar el título... y llegar a un pacto con los fantasmas de la familia, dispuestos a hacer cumplir la maldición.
Esta opereta parodia a conciencia todos los ticks dels melodrama victoriano: el malvado que secuestra a la doncella, la chica pobre pero noble, el joven disfrazado y su viejo sirviente. Pero Gilbert pervierte los esquemas y les da la vuelta, convirtiendo a los buenos en los malos del cuento...
Se estrenó en 21 de Enero de 1887 en el Teatro Savoy de Londres, y no fue un gran éxito: estuvo en cartel sólo 288 representaciones. Y es que el público esperaba a otra cosa después de las cómicas desventuras del Mikado y Titipú, y el tétrico ambiente en el que se movían los personajes (más típico de Poe que del gusto del momento) no atraía. Los propios autores introdujeron cambios durante el montaje original, que fueron ampliándose en los años 20 y 60 en sucesivos revivals.
George Grossmith como el Robin/Ruthven original (1887) 
En España, desde 2006 la compañía EGOSteatre presentó una versión propia de Ruddigore, primero en catalán y más tarde también en castellano, con la que obtuvo el Premio de la Crítica de Barcelona, así como cuatro nominaciones a los premios Gran Vía de Teatro Musical. A ella pertenece la imagen que encabeza esta entrada.
Bertha Lewis, como la Señora Hannah, explica la maldición (1920) 

05 marzo 2012

Eagle 2012: candidatos

Ya está abierta a votación la lista de finalistas a los Premios Eagle de cómic. No he votado en todas las categorías, pero estos son mis candidatos...

Favourite Newcomer Artist: Emanuela Lupacchino
Favourite Writer: Ed Brubaker
Favourite Artist: Pencils: Jim Lee. No me emocionaba en los 90, pero su trabajo de ahora me encanta.
Favourite Artist: Inks: Scott Williams
Favourite Artist: Fully-Painted Artwork: Alex Ross. Soy Rossista, no hay nada que hacer...
Favourite Colourist: Laura Martin
Favourite Letterer: Chris Eliopoulos
Favourite Editor: Karen Berger. Una de las GRANDES mujeres de este mundillo.
Favourite Publisher: DC Comics/ Vertigo. Han tenido aciertos y fallos pero empiezan a mandar las historias sobre los eventos
Favourite Single Story: "Amazing Spider-Man #655"
Favourite Continued Story: "Detective Comics: The Black Mirror "
Favourite 2011 Cover: "Detective Comics #880"
Favourite 2011 Original Graphic Novel: "Teen Titans: Games"
Favourite Reprint Compilation: "Thor Omnibus" by Walt Simonson
Favourite Comics-Related Book: "The Batman Files "
Favourite Comics-Related Movie or TV Show: "X-Men First Class"
Favourite Comics-Related Website: Zona Negativa. Porque hacen un trabajo espléndido
Favourite Magazine about Comics: Comics Journal
Roll of Honour: Adam Hughes. Dije que soy Rossista. Bueno, antes que Rossista uno es Hughista.

Si queréis votar, podéis hacerlo hasta el 2 de abril (recordad que hay que validar las respuestas con el email que os enviarán, si no no habéis hecho nada).

03 marzo 2012

That's Entertainment (III): El Mikado


The Mikado (or The Town of Titipu) (1885)

Letra y libreto: W.S. Gilbert
Música: A. Sullivan

Japón, era feudal. La villa de Titipú va corta de ejecuciones, y el gran Emperador, el Mikado, puede degradarla a pueblecito de mala muerte si eso no cambia. Ko-Ko, el verdugo, lo tiene fácil para elegir víctima: Nanki-Poo, el trombonista que persigue a su protegida Yum-Yum (con la que Ko-Ko pretende desposarse). Pero todo se complica, pues Nanki-Poo es, en secreto, el hijo del Mikado.
Y esto solo es el primer acto…
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Hoy en día tendemos a pensar que El Mikado es un musical, lo que indica que nos encontramos ante una de las obras que abren ya decididamente el nuevo género: pero lo cierto es que es una opereta, probablemente la ópera más popular de todo el mundo, y se sigue representando con frecuencia. Se estrenó el 14 de Marzo de 1885 en el Teatro Savoy de Londres, donde se quedó durante unas (por entonces) increíbles 672 representaciones. La película Topsy-Turvy de Mike Leigh ilustra el nacimiento de esta obra y la difícil relación entre sus dos creadores, tan distintos en lo personal como complementarios en lo creativo. En España, la compañía Dagoll Dagom lo estrenó en 1986, y lo repuso en 2005.





Durante el siglo XX, a El Mikado le nacieron tres hermanas The Swing Mikado (1938) y The Hot Mikado (1939), modernizaciones para compañías de actores y ritmos negros (swing y jazz) a manos de Gentry Warden y Mike Todd; además de Hot Mikado (1986), con letra y libreto de David H. Bell, que transporta la historia a un americanizado Japón de 1940.
En la foto, Richard Temple, el Mikado de la producción original de 1885.
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Canciones destacadas: "Three little maids from school are we", "Were you not to Ko-Ko plighted", "The sun, whose rays are all ablaze", "Alone, and yet alive"














Y recordad que encontraréis El Mikado junto a muchos otros musicales en nuestra colección de cromos Ilustrum dedicada al primer siglo del teatro musical.

02 marzo 2012

Bolsón Cerrado

- ¿Se sabe algo de Tom? -preguntó Baya de Oro. Meriadoc levantó la vista del "Herbario" al que dedicaba, incluso entonces, tantas horas, y apesadumbrado negó con la cabeza. No fue capaz de decir nada, le partía el corazón ver a la hermosa Hija del Río forzando una sonrisa, aparentando seguridad, o refugiándose tal vez en los últimos vestigios de la auténtica-. Bueno, vendrá pronto. Daré un paseo hasta el Tornasauce, podría regresar desde allí.
- Sobre todo no lo cruces -dijo automáticamente el Brandigamo. Baya de Oro se puso seria.
- No. No hay que cruzar el Tornasauce. Es importante recordarlo -y se marchó.

Meriadoc suspiró profundamente. Había días como aquel en los que los insectos zumbaban y el sol se colaba entre las ramas del Bosque Viejo, y todo invitaba a salir a dar un paseo y tal vez llegarse hasta más al Oeste de la Comarca. Eran los peores. Se ajustó las gafas de montura de plata que utilizaba cada vez que se ponía a escribir, mojó la pluma en el frasco de tinta (uno de los pocos que le quedaban, se recordó), y siguió desgranando sobre el papel todo lo que había aprendido sobre la planta de hojas largas que los hombres de Gondor habían llamado "Hojas de Reyes" y los elfos de Valinor "assëa aranion". La Athelas purificadora.

La Athelas.

Así había comenzado todo, ¿verdad? El Rey Brujo, general de los Nazgul, había herido a Frodo Bolsón con aquella daga maldita, aquel arma de Minas Morgul que habían supuesto envenenada, por lo enfermo que se había puesto el hobbit, y la celeridad con la que Trancos había creído conveniente utilizar la Athelas para hacer que se recuperase. "Las manos del rey son manos que curan", se decía, y era cierto, la Athelas sólo obtenía todas sus propiedades arropada por el aliento y el tacto del que sería coronado como digno heredero del trono de Arnor y Gondor, Aragorn Rey Elessar Telcontar. O como le llamaban hoy, "El Heraldo del Desastre".

Un súbito ruido de ramas y hojas removidas le erizó el vello de las orejas. Mortalmente serio, Meriadoc (poco quedaba ya del joven Merry) tiró el "Herbario" sin preocuparse por la tinta corrida y desenvainó a Dardo aún sentado. Por supuesto, no brillaba: hubiera sido extraño que un orco se adentrara por estos lares del Bosque Viejo incluso en los buenos tiempos. Hoy era raro ver a un orco en ninguna parte. Pero Dardo tenía otras virtudes.

Se levantó de un salto. No había nadie tras él; tampoco encima. Aquellos malditos trepaban con una facilidad pasmosa. Pero no. Con Dardo fuertemente apretada, Meriadoc Brandigamo se acercó a los arbustos de donde creía proceder aquel ruido.

- Te voy a dar una sola oportunidad -dijo en voz baja, mientras una gota de sudor comenzaba a bajarle por la frente-. Sal de ahí o te trincharé como si fueras un pavo. Relleno. Con trufa y piñones.

El arbusto tembló un poco y, con mucho cuidado y las manos en alto, emergió una criatura temblorosa. Medía apenas un pie más de altura que el hobbit, aunque tenía una constitución similar. Vestía ropas sucias y rasgadas, y botas con gran necesidad de remiendos, y tenía toda la cara manchada de polvo y sangre.

- Estoy... estoy limpia -era una humana joven, tendría 15 o 16 años-. Te juro que estoy limpia.
- Tienes sangre -señaló Meriadoc con firmeza, apuntándola aún con Dardo.
- ¡Pero estoy limpia! -gritó ella, desesperada. Le temblaba la barbilla, y los labios no paraban de abrirse y cerrarse mientras boqueaba. Entonces, la muchacha comenzó a quitarse los harapos que llevaba encima y a arrojarlos al suelo en un montón-. ¿Ves? ¿Ves? Estoy limpia, limpia. Son cortes y golpes que me he hecho con las ramas y... y un zorro que me encontré ayer me arañó. Pero estoy limpia, por todos los cielos, tienes que creerme.
Meriadoc bajó a Dardo y apartó la mirada con tristeza de su cuerpo macilento:
- Vístete, por favor. Ahí... ahí hay frutos y... el río está al lado, puedes beber sin problema.
- Gracias, ¡oh, gracias! -dijo ella mientras volvía a ponerse sus harapos.
- No soy el dueño de este lugar, muchacha.
- Erin.
- Erin, yo no soy el dueño. No puedo decidir si te podrás quedar.
- A ti te ha dejado.
- A otros no -dijo Meriadoc apretando los dientes-. Cuando vuelva Tom, él decidirá.
Al cabo de un rato, sintió la confianza suficiente para preguntarle:
- ¿De donde has venido?
- Desde Bree.
- ¿Quedan muchos?
Ella lo miró con sorpresa:
- No queda nadie -el ánimo de Meriadoc se ensombreció. No hacía falta decir más.
Sólo habían sobrevivido tanto tiempo por pura suerte. Muchos reinos habían caído antes que aquella pequeña población. Bree también había perdido, y era como decir que todo estaba perdido. ¡Qué irónico! Brandigamo había sobrevivido a la batalla de los Campos de Pelennor y al Saqueo de la Comarca, pero aquello le parecía mucho más terrible.
- Yo maté al Rey Brujo, ¿sabes? -Erin no sabía de qué estaba hablando el hobbit, pero parecía importante-. No lo maté solo, pero estaba allí, le herí y... junto a mi amiga lo matamos. Pero debería haberlo hecho antes, porque en realidad los he matado a todos.
- ¿A todos? ¿Hay más Reyes Brujos?
- No. No Erin -Brandigamo hizo un gesto en general a su alrededor-. A todos. Yo siento que... los he matado a todos.
Descorazonado por la pérdida del pequeño pueblo de Bree, donde los Hombres habían resistido el último embate del mal descarnado, el recuerdo de Meriadoc voló de nuevo hasta la cuna del gran Desastre, de la Gran Carcajada de Sauron. Había nacido en Amon Sûl, con la herida de la hoja de Morgul. Se había sellado en el Monte del Destino, con una dentellada. Y, como los volcanes de los que hablaban en el Norte, había estallado tras cocinarse bajo tierra, sí, estallado, con una violencia como Arda no había conocido nunca a manos de sus criaturas. En un lugar cuyo mera mención era hoy denostada por cualquiera que la oyese, y por nadie más que por Merry:
- Bolsón Cerrado... Ahí nació el Desastre.

01 marzo 2012

That's Entertainment (II): Los Piratas de Penzance

The Pirates of Penzance (or The Slave of Duty) (1879-80)
Letra y libreto: W.S. Gilbert

Música: A. Sullivan


Frederic ha cumplido 21 años junto a una tripulación de piratas, pues su cuidadora se equivocó con el destino que debía darle. Sus compañeros (que sólo atacan a los que son más fuertes que ellos y nunca a los huérfanos) están de acuerdo en que les abandone para dedicarse a su exterminio... pero no puede por una coincidencia desgraciada: su contrato expira en su 21 cumpleaños, sí, pero nació un 29 de febrero... Justo entonces, los bandidos arriban a un lugar de la costa donde vive un curioso "General Mayor" y sus hermosas hijas….

Tras unas cuantas operetas de prueba, con su cuarta obra, H.M.S. Pinafore, Gilbert y Sullivan había obtenido un éxito tremendo, pero el mismo la había hecho objeto de la "piratería" al realizarse montones de producciones no autorizadas de la opereta, especialmente en Estados Unidos.

Para cubrirse las espaldas la siguiente obra de Gilbert & Sullivan,The Pirates of Penzance, fue representada una sola noche en la Opera Comique de Londres (con Sullivan a la batuta) el 30 de diciembre de 1879 antes de su estreno, en fin de año, en el Teatro de la 5ª Avenida de Nueva York. La producción americana ya llevaba 3 meses funcionando cuando, el 3 de Abril de 1880, se estrenó de manera oficial en Inglaterra, donde estuvo durante 363 funciones en cartel. 


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Canciones destacadas: "When Frederic Was a Little Lad", "Oh, Better Far to Live and Die" y "I am the very model of a modern Major-General"




"I am the very model of a modern Major-General" (Simon Butteriss): no lo intentéis sin una bombona de oxígeno a mano




"Oh, Better Far to Live and Die" (Anthony Warlow): ... ¿o es Johnny Depp?


"Pirata rei" (Carlos Gramaje)