30 septiembre 2011

Se hacen solas

Cojo El Periódico de Cataluña de hoy. Página 72, anuncio a casi media página del musical Chicago. Una gran foto de María Blanco, pero sin el nombre de ninguno de los artistas, ni el director, ni los autores. Miro en Entradas.com: nombra a los autores, pero a nadie del elenco.

El Periódico, pág. 77. Anuncio más pequeño pero reconocible del montaje de Grease que inaugura la Cúpula Las Arenas. Menciona a los autores, a la directora/coreógrafa y al director musical. A ninguno de los actores ni actrices; y eso que hay algunos nombres llamativos como el de . Su página web http://www.greaseelmusical.es/ no aporta más información a respecto, pero me deja comprar las entradas.

(Nota a los webmasters: disimulad un poco los enlaces, porque leer una carpeta llamada captacion-verano no queda limpio)

El Periódico, pág. 82-83: cartelera teatral. Incluye 9 anuncios con foto de espectáculos teatrales (incluyendo el "nuevo" Hablamos de Reugenio). Sólo 5 de ellos dicen el nombre de quien lo interpreta... y 4 son de la misma obra, L'any que ve serà millor. Ni Un fantasma a casa, ni Una vella, coneguda olor, ni Llum de Guàrdia, ¡ni siquiera el Hablamos de Reugenio! En la página siguiente, un delgado pero llamativo anuncio de Els Bojos del Bisturí vuelve a mencionar a toda la compañía.

En los carteles callejeros de Bon Cop de Rock (lo nuevo de Dagoll Dagom con las canciones del rock català de los 90) y Los Miserables, ni una sóla mención a los actores. Ni a los directores.

¿Qué nos está pasando? ¿Hemos pasado de la época en que un solo actor movilizaba masas y compañías a que dé exactamente igual quien sale al escenario a defender su texto, sus canciones y sus coreografías? ¿Tanto más importantes son los productores y directores que los actores? ¿Eso nos quieren decir los publicistas? Si coincidiéramos en que sufrimos escasez de "estrellas" (que no de talento, eso lo puedo asegurar), ¿no es porque el espectador no puede relacionar fácilmente lo que le ha gustado -y lo que no- con un nombre?

No señores. Las obras de teatro no se hacen solas. Y si me apuran, un grupo de buenos artistas puede vender una gran improvisación, al público, pero ninguna cantidad de directores, escritores y compositores será capaz nunca de montar, sin actores y actrices, ni el menor espectáculo.

26 septiembre 2011

Un error de escaleta

(ALERTA: he intentado mantener los spoilers al mínimo, pero alguno puede escaparse o inferirse de lo que sigue)

Hace unos días pensaba que Moffat había cometido un error de planteamiento en la T6 de Doctor Who: que intentando demostrar que "nadie es intocable" con la brutal revelación con la que abre su primer capítulo, The Impossible Astronaut, conseguía precisamente lo contrario. Justo tras demostrarme entre Let's Kill Hitler y Closing Time que todo estaba pensado... me he dado cuenta de un error aún mayor, en este caso de escaleta. A saber: originalmente el episodio Night Terrors debia emitirse como 6.4, tras The Doctor's Wife (de Neil Gaiman), y The Curse of the Black Spot ocupaba el 9º lugar, en la segunda mitad de la temporada. The Doctor's Wife acabó como 6.4, Black Spot como 6.3 y Night Terrors relegado a la segunda mitad como 6.9. Y creo que es un gran error.

Ignoro si el cambio lo motivaron decisiones narrativas o imponderables problemas de producción. Pero el caso es que la temporada queda tremendamente descompensada con el orden en que se han emitido los capítulos y gana en cambio mucha fuerza si se ven de la otra forma. Recapitulemos:

ESPECIAL NAVIDAD 2010
6.x A Christmas Carol

PRIMERA MITAD DE TEMPORADA
6.1. The Impossible Astronaut
6.2. Day of the Moon
6.3. The Curse of the Black Spot
6.4. The Doctor's Wife
6.5. The Rebel Flesh
6.6. The Almost People
6.7. A Good Man Goes to War

SEGUNDA MITAD DE TEMPORADA
6.8. Let's Kill Hitler
6.9. Night Terrors
6.10. The Girl Who Waited
6.11. The God Complex
6.12. Closing Time
6.13. The Wedding of River Song

Por un lado es cosa de temas comunes: el especial de navidad A Christmas Carol y los episodios The Curse of the Black Spot, A Good Man Goes to War, Night Terrors y Closing Time nos presentan el tema de la paternidad. Un mal padre en el primer y segundo caso, padres "sobrepasados" por las circunstancias en el cuarto y quinto, y en cuatro ocasiones padres que se convierten en un modelo heróico para sus hijos.

Por otro lado dos de los episodios hablan del miedo, Night Terrors y The God Complex, aunque de formas distintas, y en dos de los episodios (The Doctor's Wife y The Girl Who Waited) la pareja Amy/Rory es separada y abandonada durante mucho tiempo por el otro, con resultados amargos y dramáticos aunque "ilusorios" en los dos casos; en una tercera ocasión (A Good Man Goes to War) son separados pero el argumento gira más hacia la fe del mutua y la lucha por volver a reunirse. Que son los temas, precisamente, de The Girl Who Waited y The God Complex.

Si pasas Night Terrors al primer bloque, como capítulo 3 ó 4, todo respira más, todo cobra más ritmo: cada bloque tiene una historia sobre el miedo y una sobre padres que no saben qué hacer con sus hijos, y los "abandonos" sucesivos de Amy y Rory se refuerzan al ir en capítulos contiguos. Al final de Night Terrors hay una línea de diálogo sobre "meeting in the flesh" que antecede perfectamente a The Rebel Flesh, si se usara como 6.4, pero que no pinta nada como 6.9.

No sé si achacarlo a imponderables o a un error de planificación del gran Moffat: probablemente ambos, porque incluso si era inevitable rodar y emitir de esa manera, frases como la del final de Night Terrors aligerarían la sensación de que algo no encaja. Él sostiene que es decisión propia porque "la primera mitad quedaba demasiado oscura" (aunque no es que el ambiente a bordo del barco pirata sea precisamente festivo). ¿Qué os parece a vosotros? ¿Notáis ese tipo de alteraciones en otras series? ¿Percibís que el ritmo va a peor por la situación de un capítulo concreto?

14 septiembre 2011

Lo maravilloso

Ni los más viejos del lugar recuerdan algo así. Los ciudadanos que pasaban oían comentar a los que ya estábamos allí lo que había sucedido y no daban crédito: "eso no puede ser", dijo uno. "Se te ha secado el seso", añadió otro. Pero sí, había sido: aunque si este redactor no lo hubiera presenciado con sus propios ojos tampoco hubiera dado crédito a algo tan insólito. Lo maravilloso, manifestándose en nuestras vidas.

"Fue algo para lo que la mayoría no estábamos preparados", nos comentó María P. que viajaba con su niña. "Hay algunos, una secta los llamábamos, que proclamaban que esto iba a pasar un día u otro, que la Llegada era inminente. Pero, claro, a estos Llegadistas no nos los creíamos. Quién nos iba a decir que mi niña iba a asistir a algo tan milagroso". Pues milagroso ha sido el adjetivo más utilizado por los allí reunidos.

"Apunta, plumilla", nos dice un lugareño, "que ésto ha pasado en Granollers. Que la estación se llama Granollers-Canovelles, pero está en Granollers". Y el plumilla apunta. G.R.A.N.O.L.L.E.R.S. El antiguo Granularium de los romanos, un granero para el imperio, claro. Pero desde hoy, parada indefectible para todos los Llegadistas del mundo.

"La verdad es que nosotros preferimos que nos llamen Puntualistas", puntualiza Antonio L., "aunque lo de Llegadistas ha calado más". Nos contesta con mucha corrección, hasta que pasa de largo, tapándose con la gorra, otro señor, muy azorado. Entonces Antonio estalla: "¿y ahora qué, ahora qué? ¿Ahora quién se ríe, mindundi?", lanzándole al tiempo media docena de butifarras antes de recuperar la compostura. "Disculpe usted, es que ha sido mucho tiempo aguantando improperios y que se rieran de nuestra fe. Pero ahí está el milagro, ¿no? ¿Usted lo ha visto?".

Hay en la voz de Antonio L. un algo de desespero, de no poder creerse lo que ha sucedido: pero sí, ha pasado, el tren Puigcerdà-Barcelona de las 9:08 hoy ha pasado a las 9:08.

"Diez minutos, quince... hasta media hora ha tenido de retraso. Vamos, cada día", nos aclara el jefe de estación. "Yo les decía que cambiaran los horarios, pero se ve que el jefe de estación de Puigcerdà es Puntualista-Llegadista radical y se negaba. Ya podían salir hasta una hora antes de Puigcerdà que siempre pasaba algo para retrasarlos".

Encontramos a un joven que nos cuenta algo extraordinario: "una vez mi abuelo, que en paz descanse, vio llegar a ese tren puntual. Pero la maquina se estropeó justo al llegar a esta estación y no pudo arrancar. Una hora y media llevó la línea de retraso todo aquel día". Nos alejamos para no despertar a su abuelo que, en efecto, descansa apaciblemente en el banco a su lado, con la babilla cayéndole. Está a gusto. Da envidia.

"Esperamos que vuelva a suceder otra vez en los próximos años", dice Antonio L. mientras nos despedimos. "Nos gustaría, porque así seguro que viene Iker Jiménez a hacer un programa en directo y todo". Ante la pregunta de éste redactor de si cree que esto será una costumbre y ahora el tren llegará puntual cada día, Antonio L. se queda lívido, un sudor frío comienza a caer por su frente, y finalmente entiende que se trata de una broma: "eso no puede ser. ¡Se te ha secado el seso!".