He tardado lo mío, pero finalmente he visto el último especial de navidad de Doctor Who. La manera más breve de calificar The Time of the Doctor (2013) es decir que es el "Time Warp" de los episodios whovian: It's just a jump to the left. And then a step to the right. Muy vistoso, pero si das un saltito hacia la izquierda y luego un paso a la derecha, en el fondo no habrás avanzado prácticamente nada.
No me ha gustado: visceralmente no me ha gustado. Primer visionado, sensación inicial: no me ha gustado. Pasan los minutos, analizo. Sí, esto sí, esto sí, aquello muy divertido, qué gran momento, qué gran frase, qué gran actuación: pero no me ha gustado. Es más, y lo lamento, pero tengo que calificar el guión como torpe ¿Quién soy yo para decir eso de un escritor al que admiro del calibre de Steven Moffat? Nadie. Un espectador más. Pero no. No, no y no.
Y no lo parecía, porque va cubriendo las bases: es un capítulo de Navidad decente: no de los mejores, para mi gusto, pero sin duda encaja con el tipo de episodio. Es un capítulo de regeneración y de despedida: de nuevo, cada uno tiene sus preferencias: pero si la actuación de Karen fue remarcablemente buena en The Girl Who Waited (2011) en este The Doctor Who Waited la de Matt no es menos destacada. No es que sea estrictamente original -además del episodio mencionado, con el que mantiene un diálogo- hay precedentes en audios y en novelas; pero la repetición no es necesariamente mala.
Es el final de una trilogía y el final de una etapa, con todo lo que ello comporta de bagaje, tramas, expectativas y una curva previa, esos arcos, a la que hay que dar continuidad. En la trilogía "del Doctor", prosigue su exploración de quién y qué es el Doctor, de su nombre y de lo que hace en su nombre, de su legado cuando ve llegar su hora postrera. En el gran arco que va desde The Eleventh Hour hasta The Time of the Doctor, hay luces y sombras, explicaciones apresuradas y piezas que encajan bellamente.
Todo comprobado, listo y empaquetado para regalo. Chistes, risas, drama, declaraciones, enemigos, sorpresas. Pero una vez balizadas todas esas bases... apenas funciona a trompicones. Salto a la izquierda, paso a la derecha: hay una tremenda ausencia de acción, del Doctor haciendo cosas en lugar de... bueno, de estar ahí mientras suceden a su alrededor. Durante siglos. Sin que la gente que le rodea cambie o evolucione (referentes básicos: El Hombre Bicentenario, El Juego de Ender, ¡por Dick! Ci-Fi 101). Si algo aprendí de profesores de teatro en la universidad fue: no te limites a hablar, no sueltes un discurso. Actuar es hacer. Este capítulo es, esencialmente, como una gran bola de cristal llena de agua y nieve, con un pueblecito diminuto. Hermoso, tal vez, pero estático y enseguida aburrido. Y el Doctor NUNCA puede ser aburrido.
No critico el nuevo juego de regeneraciones: como solución, incluso me gusta, y tras The Day of the Doctor es lo menos que Gallifrey podía hacer por él. Se anuncia sutilmente mucho antes cuando el Doctor saca el sello del Consejo que su quinta encarnación le robó al Amo en The Five Doctors, porque en esa aventura el alto mando le había prometido al villano un nuevo juego de regeneraciones por los servicios prestados. Pero todo eso de "voy a morir" + explosión macroexplosiva + Doctor joven y aún no regenerado para poder soltar su discurso + aparición especial algo torpemente editada (a la Amy pequeña no la enseñes mucho que nos ha crecido y ya no cuela) + regeneración ultrarápida (¿un reset?)... el conjunto de todo eso resulta... torpe. Rompe absolutamente cualquier esperanza de ritmo que va acumulando. Casi como si Moffat tuviera dos versiones de la regeneración, no supiera exactamente cuál usar, y al final dijera "venga, pongo las dos". Que es lo que le pasó con Oswin y la Clara victoriana (DWM #469, p.26), pero allí le salió bien.
Me ha decepcionado la estructura, la cohesión. La canción del capítulo, por decirlo como un Ood. No son los elementos que más se valoran a la hora de recibir un episodio: hablamos de trama, de actuaciones, de efectos, de momentos; pocas veces del ritmo, de la dirección que sigue del drama, de la estructura narrativa. Hace aguas por todas partes y es, para mi gusto, la gran mácula que le queda a este 2013 que tiene, en mi opinión, sus momentos álgidos en The Name of the Doctor y The Night of the Doctor.
2 comentarios:
Magnífico el review, a mí también me dejó un regustillo amargo y también expresé mi decepción. Es una pena ya que el undécimo ha sido un Doctor que me ha gustado bastante y pienso que el final no estuvo a la altura de su era.
yo lo exprese en mi comentario en destornillador sonico, me esperaba mas de la despedida de Matt para mi merecia algo mas epico. Musica y regeneracion siempre van unidas y esta vez Gold no me a emocionado nisiquiera recuerdo la melodia, ademas de los 300 años del asedio que pasan en un segundo, no se cojido con pinzas, para mi Moffat me a decepcionado yo que siempre disfruto de sus capitulos...
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