Son casi las dos de la madrugada. Mari se va a la cama, destrozada por el largo día. A mi aún me queda revisar las últimas 90 entradas del libro de los dinosaurios. Mañana será un día importante, empezará a tomar forma el proyecto super-freak mega-secreto al que me refería hace unos días: muy pronto os daré más datos. Álex, en la cuna, comienza a llorar desconsolado: se ha medio-despertado y no hay nadie a su alrededor, ni se encuentra en el mismo sitio en que se durmió. Lo cojo en brazos pero sigue con el llanto inconsolable: pruebo lo que hace unos meses funcionaba siempre. Con su cabeza en mi hombro, me arriesgo a captar su atención con el estribillo de una canción de campamento muy alegre: "¡Oh lara liría, oh lara cucú-cucú! ¡Oh lara liría, oh lara cucú-cucú! ¡Oh lara liría, oh lara cucú-cucú! ¡Oh lara liría, oh!". ¡Funciona! ¡El "Si vols la gresca" funciona!
Rápidamente, ahora que tengo su atención, paso por las músicas que le de más pequeño le llevaban a los estadios de relax con mejor resultado: The Force, Yoda's, Luke & Leia, incluso un poquito de la Marcha Imperial, apenas una coda...
Álex sigue en silencio, respirando tranquilo desde mitad de la suite: le dejo en la cuna y apenas se acomoda un poco. Sonríe. Este niño es adorable...
1 comentario:
The Force, Yoda's, Luke & Leia... Lo dicho, la Fuerza es intensa en él. ;)
Publicar un comentario