El título
En el principio, Doctor Who no tenía
episodios autoconclusivos, sino que se agrupaban en seriales que duraban varias
semanas. Desde 1963 hasta 1966 cada episodio tenía un título concreto, siendo
el título genérico de cada aventura (el serial) algo más nebuloso: internamente
la BBC le daba uno, la revista Radio Times a veces le daba uno distinto,
y otra convención generalizada le daba al serial el título de su primer
capítulo. Así, por ejemplo, "The Rescue" fue conocido durante años
como "The Powerful Enemy" y el serial "The Daleks",
"The Dead Planet". De manera que, aunque hoy pueda parecernos
evidente que los Daleks saldrán en el serial "The Daleks", para los
espectadores de la época era una sorpresa. Los artículos de Radio Times
a veces la estropeaban, como en el caso del publicitado retorno de los
monstruos de Skaro en "World's End", el primer capítulo del serial
que hoy conocemos como "The Dalek Invasion of Earth". Spoilers,
sweetheart!
No obstante, la serie no era inmune a dispararse
en su propio pie sin necesidad de ayuda periodística. desde "Inferno"
("The Romans", 1965) o "The Tomb of the Cybermen" (1967)
hasta "The Android Invasion" (1975) o "Resurrection of the
Daleks" (1984), hay historias que pierden el halo de misterio que el
argumento pretende imbuirles, porque esencialmente el título ya te lo ha
revelado. Y eso es justo lo que ha ocurrido esta semana con "The Girl Who
Died" donde la chica, ¡oh sorpresa!, muere.
No es una crítica: es entonces cuando empiezan a
pasarle cosas interesantes al personaje. Lo que quiero decir es que ya el
título es una primera pista de que el episodio va a seguir derroteros clásicos:
tan clásicos como que "The Girl Who Died" (que también es un
homenaje a "The Girl Who Waited", 2011), nos lleva directamente a la
época del Primer Doctor. William Hartnell ya encontró un casco con
cuernos en "The Time Meddler" (1965), aunque entonces tuvo la
decencia de considerarlo normando. Es un capítulo "histórico", como
buena parte de las aventuras de Hartnell. El Doctor se queda sin sónico
(Hartnell no lo usó nunca en la serie) y alejado de la TARDIS, un clásico de la
primera etapa. Sus reticencias a influir en el curso de la historia nos llevan
hasta "The Aztecs" (1964). Y como Ian Chesterton (o el Doctor de Peter Cushing) en "The
Daleks", aquí Capaldi tiene que enseñar a luchar a un pueblo que no ha
cogido un arma en su vida. Ese momento que está sentado con la espada a modo de bastón es muy icónico del Primer Doctor.
Las consecuencias
Pero luego la cosa se complica. Que el plan del
Doctor salga a la perfección a costa de la vida de un personaje es algo que
ocurría en la serie clásica ("Earthshock", 1982;
"Mindwarp", 1986), pero cuya consecuencia a duras penas se exploraba
(un caso raro es "Resurrection of the Daleks", 1984). El retorno de
la serie en 2005 ha traído un Doctor más consciente, con un "complejo de
superviviente" importante, como lo definió la semana pasada Clara en
"Before the flood", pero también un Doctor que se esfuerza por
equilibrar la responsabilidad de ser un Señor del Tiempo ("no hay nada que
no pueda hacer", dice en este episodio; antes Clara le había pedido que
especificara las reglas) y el núcleo de lo que representa ser El Doctor.
Lo primero nos lleva a las ondas y el tsunami que
provocan los cambios en la Historia: el concepto está siendo explorado durante
toda esta temporada de una manera profunda, en una suerte de conversación
extendida a lo largo de los episodios. Surgió, podríamos decir, con la negativa
del Primer Doctor a cambiar "ni una línea de la Historia" en
"The Aztecs" (aunque según "The Reign of Terror", del mismo
año, era imposible conseguirlo), y siguió con una muestra de las consecuencias
en "Pyramids of Mars" (1975). No obstante en la serie clásica aquello
eran rarezas: el momento más importante y que conecta directamente con estos
episodios, se dio en 1988, en una insólita pausa filosófica dentro de una trama
densa y activa: el guionista era Ben Aaronovitch, el serial,
"Remembrance of the Daleks", y el Séptimo Doctor de Sylvester
McCoy estaba hablando con un barman sobre la Historia y las ondas que
alteraban su superficie.
En la película del Octavo Doctor, la alteración
del tiempo surge como un accidente natural que hay que corregir antes de que
provoque un cataclismo. En la etapa moderna, hemos tenido dos advertencias de
lo que podría ocurrir si se cambia la Historia demasiado en "Father's
Day" (2005) y "The Wedding of River Song" (2011), y un par de
mensajes claros de que intentarlo es malo, "Last of the Time Lords"
(2007), "Turn Left" (2008) y "The Waters of Mars" (2009),
así como la propia existencia de la Guerra del Tiempo. Pero con todo eso ha
aumentado la frecuencia de las reflexiones: al héroe planteándose la dicotomía
entre el Señor del Tiempo que no debe alterar nada y el Doctor que quiere
salvar a la gente: y el núcleo de esas historias forman también una especie de
narrativa coherente paralela al curso de la serie. "The Fires of
Pompeii" (2008), "The Girl who Waited" (2011), "The Day of
the Doctor" (2013), "Kill the Moon" (2014) y lo que de momento
parece un clímax, "The Girl who Died" (2015).
Todos viven
Este episodio también sigue hablándonos de la
muerte y de la inmortalidad. "Morir es una habilidad", dice el Doctor
ante la incredulidad de Clara. Y un derecho íntimo, había dicho el capítulo
anterior. Sin embargo, el sentimentalismo le llevó a cometer un terrible error (aunque calculado)
en "The Witch's Familiar" y no termina la historia sin preguntarse
si ha vuelto a impulsarle a cometerlo al devolverle la vida a Ashildr. Incluso puede que acabe de obrar lo mismo de lo que acusaba al Rey Pescador en el episodio anterior -quitarles su muerte a sus víctimas-, y que haya cumplido a posteriori aquello de lo que lo acusaba Davros no hace mucho, crear un híbrido de dos razas guerreras: no de Daleks y Señores del Tiempo, sino de Vikingos y Mire.
Las circunstancias de ese retorno son bastante interesantes: destilan elementos de "The Doctor Dances" (2005), donde una nube de nanorobots reparaba constantemente a sus "guerreros" y de "The Snowmen" (2012), cuando Strax aplica toda su tecnología para traer temporalmente de vuelta a la Clara victoriana (aunque son razas similares en lo bélico, parece que los Mire son más avanzados que los Sontaran, en lo que a cuidados médicos se refiere). Si además recordamos que ambos eran capítulos escritos por Steven Moffat y que el Capitán Jack, el inmortal por excelencia de la serie, apareció por primera vez en la primera parte de la historia de los nanitas ("The Empty Child", 2005), no es difícil vincular aquellas historias con esta nueva iteración del concepto, que parece que acabaremos de explorar en el siguiente episodio. El trailer parece sugerir que la Ashildr futura busca algo relacionado con Hades, por tanto, tal vez intenta acabar con su propia vida. El peso de la inmortalidad...
Un último saludo a la inversión de la polaridad del flujo de neutrones. Sea lo que sea, seguro que resultará espectacular ^_^
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