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Empezamos a notar que algo no va como debería cuando Leslie aparece ante la cámara y nos explica que piensa contarnos como hace lo que hace, e incluso el porqué, aunque prefiere dejar eso a la intuición del equipo. Y Leslie es un tipo normal, carismático, inteligente,... un poco nervioso a veces, o algo intenso al intentar caer simpático al equipo de rodaje, pero muy sincero. Sin casi derramarse una gota de sangre descubrimos cómo elige un psycho-killer a sus víctimas, cómo dota de emoción cada fase de su acercamiento, porqué algunos vuelven para posteriores secuelas y de qué forma consiguen atrapar a sus víctimas aunque ellas corran y ellos caminen. ¡Y encima Robert Englund (famoso por su papel de Freddy Krueger) es el bueno de la película! Hay humor en todas las explicaciones, porque en realidad es como un film de terror al revés: en una película de miedo temes la incertidumbre de lo que va a pasar. Aquí no hay "susto": sabes lo que va a pasar, porque te lo están contando. Pero el humor no se convierte nunca en parodia: el film está muy bien dosificado en este aspecto.
Leslie nos lleva a conocer a una encantadora pareja de "slashers" retirados, la vieja guardia, una especie de padres espirituales que le dan consejos para que consiga convertirse en uno de los grandes. Le acompañamos en su debut, en los preparativos de su gran plan, en sus dudas y sus éxitos... y de repente sucede *algo* que lo cambia todo. Pero no os voy a contar más al respecto, porque merece la pena ver el film y descubrirlo.
Aparentemente lo que he descrito puede parecer una mezcla de la mencionada Bruja de Blair ´(el inicio de la segunda parte, concretamente) y Scream. Pero conceptualmente está muy alejado de esta segunda: Scream nos mostraba las "reglas" de las pelis de miedo desde fuera, desde el conocimiento que el cine es cine y la realidad algo distinto, aunque la vida imite al arte. Pero Behind the mask dota de realidad a todo el "slasher", no lo mira desde fuera, es capaz de explicar una historia nueva en un género manido y abrir mil puertas interesantes a la imaginación sin necesidad de salpicar de sangre en todas direcciones. El humor se mezcla magistralmente con el amor por el género, por el género no ya de la "película" sino de la "historia" de miedo, de porqué necesitamos los cuentos de terror y a sus villanos. La dirección está fantásticamente bien medida y no hay una machacona música que constantemente nos recuerde que se acerca el susto. Hay a partes iguales previsibilidad y sorpresa constante.
Es, en definitiva, un film original y muy recomendable para todos aquellos a los que les gusten las buenas historias, los personajes memorables y salir del cine recordando porqué adoran el séptimo arte.
1 comentario:
Interesante. Empezaba a pensar, que no quedaban ideas originales en el cine. Menos mal, que de vez en cuando, surge alguien dispuesto a innovar.
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