25 septiembre 2006

Justice League Tangent (X): Batman

Batman
Alter ego:
Joseph Kapowsky/JFK/Jason Schiarrelli

Primera aparición: LJ-T #4

Historia: de todos los miembros de la Liga, excepto quizás Tina Carlyle, Batman es el que más cambios ha atravesado a lo largo de su(s) vida(s). Originalmente era un escritor judío del Village neoyorkino que había quedado ciego de pequeño en un accidente de coche en el que murieron sus padres. A sus casi 50 años era uno de los más destacados autores de novela negra de la ciudad, aunque a veces su editor, James Gordon, tuviera que sudar tinta para que entregara a tiempo. Y es que Joseph llevaba una doble vida: un buen día había llegado a su buzón un paquete. En su interior había un disfraz de tela y una máscara africana de murciélago que examinó al tacto. Como después supo, no había remitente.

¿Quién podía enviar un disfraz de un animal ciego a un ciego que ni siquiera podía saber qué tal le quedaba ya que vivía solo? La ironía de la equivocación del cartero y el recuerdo que hacía 40 años que no se disfrazaba pudieron a la prudencia: repitiéndose que devolvería después el conjunto a Correos, Joseph se vistió de murciélago en la oscuridad de su piso del Village, y su vida cambió para siempre. Los circuitos impresos en el traje se activaron, los rojos ojos de la máscara se encendieron y Joseph descubrió con estupor que volvía a ver su habitación, aunque fuera sólo en siluetas. Es más: de alguna forma incluso podía sentir con claridad lo que tenía detrás. Se sentía más ágil de lo que sus huesos generalmente le contaban, sin duda debido a la emoción del momento, así que salió al patio para seguir probando aquel maravilloso traje. Trepó por las paredes como una araña, saltó hasta la ventana del segundo piso sin mucho esfuerzo y al soltarse del balcón incluso levitó a cinco metros del suelo antes de tomar tierra lentamente. La sensación inicial de bienestar permanecía igual de viva: debía ser el subidón, debía ser un sueño, ¡pero Joseph se sentía tan fuerte y ágil como en su juventud no había sido! Salió a la calle y, sin saber muy bien cómo, se encontró evitando un atraco y recibiendo las gracias de una azorada camarera que para nada parecía extrañada de su estrafalario aspecto. Esa debía ser otra de las milagrosas cualidades del traje... De vuelta a casa, Joseph dudaba una vez más si el paquete había llegado a sus manos por error, pero tenía muy claro que no lo iba a devolver. Acción, aventuras, su vista... ¡era todo lo que siempre había deseado!

Cuando el día de reyes de 2005 una joven llamó a su puerta, Batman ya se había convertido en toda una leyenda en la ciudad, mientras que Joseph había escrito ya 3 libros inspirados en los casos que había vivido. Pero nadie les había relacionado hasta entonces: por eso cuando la joven, aún en la puerta, le preguntó lo que sabía sobre Batman, le pilló totalmente por sorpresa y no pudo más que invitarla a hablarlo ante una taza de café. Tina Carlyle (esa era la visitante) era inglesa pero había huído desde España después que asesinaran a Richard Clemens, su jefe de proyecto, en el Observatorio Astrofísico de Canarias. En una lista que encontró entre sus notas aparecían varios nombres con los que Richard pretendía contactar, entre ellos un JFK, y a falta de una medium que la comunicara con el presidente muerto el único JFK que ella conocía salía de las iniciales con las que Joseph firmaba sus historias. La pregunta sobre Batman se debía a que Tina sospechaba que todos los de la lista tenían poderes... La confianza finalmente se impuso: Joseph le reveló que él era Batman, y Tina se transformó en la rutilante Flash... aunque ni los ojos ciegos ni el radar de la máscara del escritor percibieron el estallido de luz que emitía ella. Acababa de nacer un equipo perfecto contra el crimen: ambos hicieron muy buenas migas con la pequeña Helena Wayne tras rescatarla de sus secuestradores liderados por Robin.

Pasaron las semanas. Un mes tras su encuentro, Batman y Flash acudían al Ayuntamiento de Nueva York para liberar a los rehenes de los Titanes y allí conocían al resto de la Liga. Emocionado por todas las aventuras que iba viviendo, Joseph ni siquiera se hizo demasiadas preguntas tras recibir un nuevo paquete en su buzón con otro traje, esta vez una armadura con campo de fuerza personal que disparaba pequeños murciélagos de energía. De todas formas tuvo pocas ocasiones de usar este segundo traje ya que los eventos se confabularon en su contra.

Tras explorar la pirámide de Teth-Nabú, la Liga llegó hasta la Gran Biblioteca perdida de los atlantes donde encontró la milagrosa máquina de la Hora Zero que permitía reescribir sólo el propio pasado. Incapaz de salvar, por tanto, a sus padres del accidente en el que murieron, Joseph pensó en una historia distinta, más emocionante y con más futuro para él. Iba a tardar en disfrutarla, empero, porque la maldición de Teth-Nabú por haber violado su pirámide le alcanzó en ese momento y lo convirtió en un monstruoso hombre murciélago de alas correosas y enormes garras vorpalinas. En este estado, en el que tuvo que combatir contra una intensa sed de sangre, demostró ser un guerrero temible y consiguió incluso destruir al aparentemente inmortal Holocausto, atravesándolo de lado a lado y partiéndolo en dos.

Acarició durante un tiempo la idea de duplicar los poderes de toda la Liga en su propio cuerpo, pero hizo un trato con el Diablo para abandonar ese plan a cambio de sacar al grupo del Infierno (aunque todos pensaban que lo que pediría sería volver a ser humano). Y de los tratos con el diablo a uno que luchaba contra él: durante su segunda vida en el Salvaje Oeste, Joseph recuperó su humanidad temporalmente al encarnarse en el cuerpo de Jason Schiarrelli, un "sacerdote" de dudosa reputación que era tan bueno con los puños como infiltrándose en poblachos de mala muerte. Jason reveló finalmente a los 6 Magníficos que jamás había tomado los hábitos, aunque sí que había estudiado con un sacerdote.

De vuelta al presente fue testigo consternado de la masacre de Saint Louis y se juró dedicar el resto de su vida a proteger a la gente de psicópatas como los que aquel día atentaron contra la ciudad por puro deporte. La manifestación del efecto S.H.A.Z.A.M. en Helena Wayne anuló la maldición de Nabú y la historia de Batman cambió. Seguía habiendo nacido en 1957, pero el accidente que le dejó ciego en el 70 lo envió en su lugar a un coma profundo. El doctor Allen del hospital Arkham donde fue ingresado consiguió los permisos necesarios para probar con él una terapia regenerativa muy experimental basada en la absorción monitorizada de impulsos eléctricos que, teóricamente, debían reactivar su cerebro tras 30 años de lenta recuperación. Para no robarle su juventud a Joseph, el doctor Bartholomew Allen y su ayudante Iris Kyle lo sumergieron en una solución que retrasó su envejecimiento 10 veces, por lo que Joseph despertó en 1987 con 16 años. El experimento había sido un absoluto éxito, hasta niveles insospechados: todo el sistema nervioso de Joseph se había amplificado, y desde sus reflejos hasta sus sentidos funcionaba al 300%. Todo fue destruido por una bomba cuando la mafia quiso hacerse con el secreto de Allen, que murió defendiendo su fórmula y permitiendo a Joseph poner a salvo a Iris. Ante el cadáver de su segundo padre decidió seguir sus estudios científicos y compartir algún día con el mundo. Se instaló en la vieja Gotham (como, igual que a Washington Irving, le gusta llamar a NY) y utilizó los intereses que la herencia de sus padres había producido en 30 años para pagarse la carrera de economía, que amplió con estudios en biología, física cuántica, informática y robótica. Actualmente combina la presidencia de Seekers (una empresa de alta tecnología que factura 5 millones de dólares al año) con los estudios de Medicina a distancia y de astronáutica en la NASA como Batman, y se ha convertido en el agente de marketing de la Liga, comercializando muñecos de los miembros más destacados que se venden como rosquillas.

Poderes: Al parecer, ya desde antes del accidente el organismo de Joseph tenía una capacidad increíble para sobrevivir a golpes y agresiones que normalmente resultarían letales. El tratamiento AMIE le ha dotado además de diversas habilidades: para empezar, la hipersensibilidad de sus impulsos nerviosos le confiere unos reflejos superiores, y puede realizar tareas cuatro veces más rápido que una persona normal. Sus músculos hicieron ejercicio pasivo durante 30 años casi sin descanso, por lo que su fuerza y resistencia han aumentado hasta el límite humano. Al quedar estimuladas partes del cerebro que el hombre no suele activar, Batman tiene también un abanico de nacientes poderes psíquicos: puede proyectar sus pensamientos a hasta 6 metros o lanzar una señal de ultrasonido a esa distancia que rebota en los objetos y le permite ver aún en total oscuridad, es capaz de levantar hasta 50 kgs con el poder de su mente y hablar con los animales, aunque por algún tipo de bloqueo mental (seguramente el que le hizo adoptar cierta estética vampírica) sólo con criaturas típicamente nocturnas como murciélagos, búhos o lobos. Siempre ha tenido una mente despierta y alerta, y no en vano fue el primer Magnífico al que llegó la personalidad de un miembro de la Liga cuando Niebla les envió al pasado. Tiene sentido común y es un genio para las finanzas y en el laboratorio: sus últimos inventos han sido unas garras de energía capaces de atravesar una plancha de acero de 15 centímetros de grosor, y trabaja en un casco que amplifique sus poderes mentales.

Puntos débiles: Paradójicamente, el Joseph "escritor ciego cincuentón" tenía un espíritu más inocente y alegre que el Joseph "joven empresario genéticamente mejorado". Ha visto ya demasiadas veces el lado oscuro del Hombre, y cómo los esfuerzos de la Liga por mejorar las cosas tienen un éxito relativo y temporal, y llegó a abandonar la Liga de la Justicia tras el ataque a Yamamoto Inc., aunque regresó cuando descubrió que el grupo se enfrentaba a Godzilla. Durante el tiempo que permaneció en coma fue vagamente consciente de la presencia de la enfermera Iris Kyle, cuyo nombre no conocía y a quien en su estado de letargo bautizó "Catwoman" por sus andares felinos, y se enamoró de ella. Esta obsesión subconsciente reapareció cuando quedó prendado de una funcionaria de la embajada americana en Tokyo llamada Elisabeth Funderbunk que era el vivo retrato de Iris. Le faltan habilidades sociales, debido a que ha vivido en tiempos diferentes y no ha acabado de acostumbrarse a ninguno de ellos: el tiempo en el Oeste no hizo sino acrecentar ese factor. Los dos accidentes traumáticos que ha vivido le han dejado secuelas psicológicas: tiene un miedo cerval a viajar en coche y se paraliza ante los explosivos. Por último, su sentido “sonar” le ha hecho más susceptible a sentir dolor ante ataques sónicos.

2 comentarios:

Chuck Draug dijo...

Vaya, otra versión que me resulta más interesante que la original (y eso que con Batman la cosa era más complicada, ya que junto a Lobo, Canario Negro [hija] y J'onn J'onzz es de mis favoritos de DC). Las dos líneas históricas de Batman son muy interesantes y la de su alter-ego del pasado curiosa (un sacerdote que no es sacerdote pero estudió de un sacerdote)... ¡no me quiero imaginar cómo las tuvieron que pasar McFly y Doc si éste se cruzo realmente en su camino! xD

KalEl el Vigilante dijo...

Hubo poco cruce: a esas alturas, la personalidad del Batman del presente ya había despertado en el cuerpo del "predicador".