Bienvenido de nuevo a Tierra-88, el lugar en el que la TARDIS y su piloto fueron una creación española.
Chicho Ibáñez Serrador corría contrareloj. Había convencido a sus jefes de Televisión Española de producir su serie Doctor Quién... una serie que apenas tenía bosquejada. El trabajo intenso no le amilanaba en absoluto: eligió como su mano derecha a una joven redactora de la casa que venía de la Escuela Oficial de Cine, Pilar Miró, y juntos comenzaron a establecer las bases de la serie.
Lo primero que había que hacer era tener claro al protagonista, el viajero del tiempo. Aunque Pilar propuso desde el principio que el protagonismo de éste sería circunstancial, pues le interesaba más desarrollar a los personajes que le acompañaban, pero después ya volveremos a esto. El Doctor tenía que ser una persona mayor, ya que viajaba con su nieta, y tanto Chicho como Pilar acordaron que debía ser un tipo difícil. Alguien con opiniones personales fuertes, con carácter, pero al mismo tiempo con un algo de niño, de liante. Chicho propone a su padre, Narciso Ibáñez Menta, aunque Pilar Miró discrepa de la elección. La cuestión se resuelve rápidamente: a Narciso Sr. no le interesa la propuesta. Tanto Ibáñez como Miró coinciden entonces en un nombre: Pepe Isbert.
Hay dos problemas, no obstante. El primero es convencer a Isbert, que se encuentra en la cumbre de su carrera tras 60 años dedicados al cine y al teatro. Acaba de estrenar La Gran Familia y El Verdugo y no se ha prodigado prácticamente nada en televisión. Afortunadamente, contactan con él a través de José Luis López Vázquez, que interpretó al protagonista sin nombre de la adaptación televisiva de Chicho de La Guerra de los Mundos. El segundo problema es que cuando lo encuentran, el 2 de noviembre de 1963, Pepe Isbert acaba de someterse a una traqueotomía.
La reunión es surrealista: Chicho y Pilar, sentados junto a la cama del hospital de José Isbert, que escucha atentamente sus explicaciones, mientras sus familiares esperan fuera de la habitación, quejándose por la molestia. De fondo, el ruido del respirador. Isbert permanece, evidentemente, en silencio la hora larga que los dos jóvenes creativos le explican sus ideas. Viajes en el tiempo, televisión pero casi como si fuera teatro, interiores. Isbert toma un papel y les escribe cuatro palabras que cambiarían sus vidas: "YO SOY EL DOCTOR".
Seis días después, Isbert se presenta ante el sastre para que le tomen medidas. Ha ido recibiendo los borradores del guión que le ha ido haciendo llegar Pilar. El 15 de noviembre se presenta en TVE y se pone el vestuario y la peluca blanca que le han preparado. El actor se transforma, parece rejuvenecer 10 años (en parte porque se ha adelgazado un poco en el hospital; en parte por la ilusión del proyecto).
- Tiene un aire a Bogart -dice Pilar Miró.
Pero Chicho no lo duda: incluso si no volviera a hablar en toda su vida, Pepe Isbert es su Doctor.
"Os merecéis una explicación. Y como Doctor vuestro que soy... os la daré luego" |
2 comentarios:
¡Muy bueno! ¡Hasta parece que le va el papel y todo! ^_^
¿Y la TARDIS será un kiosko de la ONCE, quizá...?
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