Supernova #2
"Malleus Maleficarum/2. Primer contacto"
Mientras
El Roc,
Barret Blanc y
Ulises XXI se dirigen a la base de Supernova a investigar el mensaje de
El Martell y a analizar los datos radioeléctricos que han recopilado,
Máscara dialoga con la policía sobre lo ocurrido. Enseguida es rodeada la Patrulla Barna, el grupo de superhéroes oficial de Barcelona, con los que discute acerca de
la conveniencia para una justiciera de colaborar con presuntos criminales como
Starblaze o Ulises XXI. Muy cerca de allí la chica de fuego y
La Fuente observan la escena cuando un hombre muy bajito vestido como Sherlock Holmes se dirige al mago de Mundogema: asombrosamente resulta ser un chimpancé parlante que afirma tener información muy importante para él. A cambio de alojamiento, el
Detective Chimpancé revela a La Fuente que a lo largo del día recibirá la visita de tres magos contratados para darle una paliza, aunque no necesariamente de matarle. Tras agradecer el aviso, La Fuente teleporta al simio a la base y vuelve con Starblaze para presentarse a la Patrulla.
Toro, Bombolla y Ariadna admiten con cierta reticencia las explicaciones de que no hay nada de cierto en las acusaciones vertidas sobre el grupo, pero Pedra Roja no cree ni una palabra y avisa a la policía de la presencia de Starblaze y La Fuente. Obligados a trasladarse a un lugar menos concurrido, los dos grupos discuten el camino a seguir: la amenaza de El Martell parece apuntar al Museo Nacional de Arte de Cataluña, un palacio en la montaña de Montjuic desde donde el rey
Alfonso XIII inauguró la Exposición Universal de 1929, construída por trabajadores llegados principalmente de Murcia. Los héroes buscan explosivos, primero, en el balcón dónde tuvo lugar la inauguración, sin éxito. Mientras, Pedra Roja mantiene una trifulca con Starblaze, a quien persigue de manera obsesiva (suele pasarle con las pelirojas), y decide volver al Camp Nou en solitario, dónde Máscara predijo uno de los atentados. Allí, comienza a estudiar los planos del edificio en busca de los puntos donde se podrían colocar las cargas explosivas.
En el balcón, Máscara vuelve a usar la Máscara del Soñador y dibuja el rostro de un hombre, al que nadie reconoce ¿quizás es la persona bajo el casco de El Martell? Comunicándose con los TEDAX, los héroes llegan a la conclusión de que una explosión que buscara la espectacularidad destruiría la cúpula del palacio, mientras que una que priorizara la efectividad atacaría los cimientos. Máscara y Ariadna descubren 30 cargas explosivas escondidas tras paneles de la cúpula, mientras Toro, Bombolla y el jefe de los TEDAX encuentran un enorme cajón metálico bajo el palacio: el técnico retrocede asustado al descubrir que la caja contiene un complejo explosivo binario de altísima potencia, que se ve incapaz de desactivar. Además, la mínima variación en la presión o inclinación podría activarlo. Bombolla ordena la evacuación del museo: mientras la policía desarma las cargas de la cúpula, Starblaze funde un panel de la caja. Máscara detiene el tiempo y para su sorpresa La Fuente no resulta paralizado por el poder de su careta japonesa: juntos extraen todos los explosivos de la caja y los llevan a un congelador de nitrógeno líquido en
S.T.A.R.
Labs. Resuelta la crisis, la Patrulla vuelve a su base bajo la Sagrada Familia mientras Supernova se traslada de vuelta al Camp Nou: el mago del grupo comienza a dudar que El Martell esté tras la serie de atentados: ¿un nacionalista catalán atacando monumentos emblemáticos del país?
El superordenador de la Patrulla analiza la imagen dibujada por Máscara y reconoce al individuo como Richard Wagner. Tras estudiar los actos previstos para el día descubren que se conmemora el 124 aniversario del estreno de Parsifal, la última ópera del alemán: Toro y Bombolla se dirigen al Palau de la Música, dónde se encuentra un gigantesco busto del compositor alemán, y descubren a un individuo con una armadura dorada y capa roja colocando explosivos sobre el mismo. Tratan de lanzar un ataque sorpresa pero el terrorista les descubre en el último segundo y escapa gracias a unos jets escondidos en las botas, atravesando la preciosa vidriera modernista del Palau. Toro se encarga de destruir la bomba.
A la hora señalada, los informativos dan la terrible noticia: un tercer artefacto explosivo ha
estallado en el MNAC, destruyendo toda el ala sur y presumiblemente el valiosísimo Pantocrator de Taüll. Gracias al desalojo ordenado por Bombolla, no hay víctimas ni heridos. Una nueva emisión de El Martell interrumpe el noticiero: "
Ahora sabéis que no bromeo. ¡Catalunya independiente! Si no, dentro de cinco horas golpearé con mi martillo todos los canales".
Valorando aún la gravedad de este fracaso, Máscara, Starblaze y Pedra Roja (que empieza a mirar de forma extraña a la miembro de Supernova) observan como un rayo púrpura atraviesa un ventanal de las oficinas del Camp Nou donde se encuentran, hiriendo por la espalda a La Fuente: un diablo azul con un tridente humeante se abalanza sobre el mago.