25 noviembre 2019

El final de la cuenta atrás. II

Este es el relato de la actual partida de rol que estamos jugando por correo electrónico.
Está escrito, por tanto, junto a todos los miembros de la partida:
Alberto, Álex, Daniel, David, Nieves y Óscar. 

EL FINAL DE LA CUENTA ATRÁS
II. SÁBANAS Y CUERVOS

   No tarda todo el grupo en ser consciente de la figura que se dirige en su dirección aproximada desde el horizonte desértico: una persona montada en un curioso animal bípedo, que trota sin mucha prisa sobre la dura tierra seca.
   - ¡Hola! -saluda Determinación agitando un fornido brazo.
   Cuando el lejano jinete oye el saludo, agita a su vez una mano y dirige su montura con más precisión pero la misma parsimonia hacia el extraño grupo al pie de la montaña roja; al mover la mano, a Determinación y Leñador les parece distinguir que algo sobresale ligeramente de la silueta de su muñeca...
   - ¿Monta una bestia de dos patas? -pregunta Maza con curiosidad, entrecerrando los ojos para reducir un poco el deslumbramiento.
   El animal es el mamífero más curioso que ha visto ninguno: una especie de liebre de pelaje castaño, monstruosamente grande, tan alta como un caballo, con una larga y fuerte cola que hace las veces de pata extra, y un morro alargado rematado por un hocico negro que la aleja de los conejos para asemejarla a un burro o a un ciervo. Sus dos brazos, que descansan sobre el vientre, terminan en manos parecidas a las de una persona, aunque con uñas duras y sin pulgar oponible. Una estructura de cañas, parte silla de montar, parte cesta, sirve para que su jinete viaje cómodamente instalado a su espalda mientras la montura camina, corre o salta, si el terreno se lo permite. 
   En cuanto al jinete, es un hombre de piel muy oscura, nariz ancha, barba rala canosa y pelo rizado color ceniza: desmonta junto al arbolito seco que señalara Maza, y todos distinguen que por toda vestimenta lleva un chaleco negro, un taparrabos verdoso y una pulsera con plumas negras de pájaro cosidas. Parece estar entre la madurez y la vejez, pero no tiene un ápice de grasa sobrante, y se conserva bien para sus años, con ojos vivos bajo unas cejas pobladas y una sonrisa presta, enmarcada por sus altas mejillas. Su animal mordisquea con deleite algunas de las ramas más finas y secas, y, para sorpresa del grupo, la rama sale de su boca con un par de hojas verdes.
   - Se os saluda, viajeros -dice en la misma lengua que han estado hablando todos, sin nada más que un atisbo de acento peculiar. Se les acerca abriendo aún más la sonrisa y tendiéndoles la mano-. Habéis despertado temprano.
   Padre lo mira con recelo, y se tapa aún mejor con la sábana-túnica, apretando su libro contra su pecho. Maza, por su parte, extiende la sábana que cubría los objetos y coloca sobre ella algunas de las raciones que ha encontrado: galletas duras, avellanas y carne seca.
   - ¿Alguien tiene hambre? -dice en general, pero principalmente a su grupo. E inquiere, suspicaz, al recién llegado-. ¿Nos conoce? ¿Sabe por qué estamos aquí? Y ya puestos, ¿sabe dónde encontrar agua?
   - Primera vez que mis ojos se posan en los suyos -responde este con franqueza-. Y si no saben porqué están aquí, eso es que el Sueño les ha traído. Se cuenta que a veces el Sueño trae gente que soñó demasiado, o se adentró demasiado en las verdades del Sueño. El agua... -pasa al otro tema que le ha presentado la enana-. Puede encontrarse si se sabe buscar claro. Pero el desierto es un duro compañero. Más cerca de los bosques -señala a lo que, por la salida del sol, debe ser el oeste-, y de la costa -señala al este-, es más apacible. Dicen que encima del Ayeru hay un lago -afirma también, señalando la escarpada colina roja junto a la que se encuentran-, pero yo nunca lo he escalado. Dicen tantas cosas... Compartiré mi agua con ustedes, si me hacen el favor, y luego si quieren podemos trocar algo -de la cesta-silla de montar saca una sinuosa calabaza.
   Leñador sacude la cabeza:
   - No he entendido nada de lo que ha dicho del Sueño. ¿Estamos soñando?
   - No, no -contesta con total seriedad el extraño-. Esto es la Vigilia: lo verdaderamente real pasa en el Sueño.
   - ¿Hay ciudades o pueblos cerca, o cualquier clase de construcción? -inquiere Venganza mientras acepta la calabaza y huele tentativamente su contenido. No distingue nada inusual, salvo un ligerísimo toque de madera-. Algún lugar donde saber más de ese... Sueño.
   - En el desierto manda el Sueño, ¿saben? -contesta el jinete negro-. De manera que si allí hay poblaciones o deja de haberlas, es difícil asegurarlo. Probablemente las dos cosas a la vez. En el bosque viven tribus, a veces hago trueque con ellos, y hay chamanes que saben mucho del Sueño... tanto como pueda saberse algo con certeza de él. En cuanto a la cosa... sí, hay poblados, pero ellos son los que más se han alejado de la Verdad del Sueño. Aunque, si de verdad quieren saber más del Sueño -añade con aire casi conspirador mientras señala el suelo-, este es el sitio preciso. Dicen, pero el Sueño sabe más, que dentro del Ayeru hay una caverna donde duerme la hija de la Serpiente Arcoíris, Monaro Coen, Trueno del Altiplano. Si se la despierta, dice la leyenda que enfurecerá terriblemente, pero que si cualquiera consigue matarla, bebe su sangre y lleva su huevo a lo alto del Ayeru para que nazca la siguiente Monaro Coen, le será revelada la Verdad del Sueño.
   Se hace el silencio, roto solo por el crujido de una galleta dura como una piedra partida con satisfacción por los dientes de Maza, que probablemente serían capaces de masticar basalto.
   - Entonces ¿nos aconseja ir a las cuevas? -pregunta la enana, y añade, encogiéndose de hombros- Ese terreno me gusta, pero no tengo nada contra la pobre Monaro Coen. Y sobre el trueque... no tenemos más que estas galletas, si le interesan.
   - Si no muere -reflexiona el jinete-, no creo que pueda tener descendencia; pero entiendo vuestra postura. Las cuevas son tan fascinantes como peligrosas: yo no entraría en ellas ya a mie dad, pero un grupo de jóvenes fuertes tal vez encuentre más recompensas en los desafíos. El agua, si me lo permitís, va a mi cuenta -Venganza da un primer trago a la calabaza-: tampoco es que os pueda dar mucha más. Cargar mucha agua es mal negocio para avanzar deprisa, y mi Johanna sabe llevarme donde se puede beber -Su sonrisa perlada, con un par de agujeros, se expande de nuevo-. Pero ¿estaríais interesados en trocar alguno de esos lienzos? Parecen de buena factura...
   - ¿Las sábanas? -contestan varios a la vez.
   - La mía está un poco rasgada -dice la enana- pero, si le interesa... ¿Qué tiene para trocar?
   - Yo me refería a ese mantel, no pensaba dejarles sin vestiduras. Aunque si les interesa podemos... Oh, pero si vamos a hacer negocios, debo presentarme como es debido: pueden llamarme Fir Cuervo, que es como me llaman todos fuera de mi tribu. Por las plumas -agita las pulseras emplumadas mientras se acerca a su montura, que está mordisqueando distraídamente algunas de las hojas que ha encontrado en la antes desnuda rama. Cuervo comienza a revolver el cesto y acaba sacando varios fardos y saquitos-. Si no voy errado, y reconozco esas cosas a simple vista, diría que es algodón. Por el mantel podría daros... un saco de azafrán, o dos sacos de cacao, o cuatro pieles de foca. Si preferís objetos más elaborados... 6 bolsas de cuero con asa, un cuchillo, 10 flechas, yesca, pedernal y tres antorchas... o tres conjuntos de ropa más adecuada para cruzar el desierto... o un bote de sales estimulantes. Tengo algunas otras cosas, pero no creo que os sean muy útiles aquí fuera...
   Leñador se rasca la mejilla y apostilla, cargado de pragmatismo:
   - No puedo hablar por los demás, porque el mantel no me pertenece. Pero ¿estaría interesado en la sábana que cubre mi cuerpo? A mí al menos me interesa llevar ropa cómoda... Y no le haría ascos a eso otro que ha dicho...
   - Opino igual -dice la enana, que ya estaba pensando en hacer un petate con el mantel y a la que la idea de un buen petate de cuero le parece ideal-. Si mi túnica rasgada te sirve, también te la cambio.
   - Si queréis deshaceros de las... -Fir Cuervo cuenta- cinco, seis piezas enteras y la rasgada, podemos hacer un trato más importante.
   Maza tiene de repente un destello de intuición y mete la cabeza dentro del rasgón de su túnica.
   - Creo que voy a poder mejorar el trato, Cuervo, seguid, seguid...  - y el resto comienza a hablar de lo que el buhonero está dispuesto a cambiar por todas las piezas de algodón. Varios cuchillos, flechas, ropas para todos (incluyendo "pantalones", que según Fir Cuervo usan en la costa), ungüentos, tinta, cuerdas, una red de pesca, trozos de tiza y de jabón, tazas de latón...
   Determinación es el primero en verbalizar las sospechas de algunos:
   - ¿Nos va a dar todo eso por una sábana? No queremos abusar de tu bondad. Sin duda unos pedazos de trapo, probablemente traídos del Sueño, no pueden valer todo eso -"¿Y si necesitamos estas sábanas más adelante?", es lo que se pregunta y no dice.    - No siento magia en el mantel -interviene Padre, con los ojos repentinamente llenos de un fulgor azul-, solo un residuo de los objetos que estaban debajo. Nada en las demás.    - Es algodón -responde Cuervo, recalculando su estimación-. Ya tejido, y tupido. Eso, para empezar, va buscado en la costa. Cada lienzo mide... 10 por 7 palmos, más o menos. Cualquier tribu decente os daría seis bueyes por vuestros seis lienzos.    - Que sean siete -dice Maza, quitándose la sábana y tapándose pudorosamente con ella. Pasa una mano regordeta por el rasgón que hizo antes, y milagrosamente los hilos vuelven a entretejerse a la vista de todos, hasta quedar tan perfecta como cuando despertaron.
   - ¡Que me aspen y me rebocen! Ese sí que es buen truco -exclama Fir Cuervo mientras todos se van vistiendo, pudorosamente, con las ropas que han conseguido trocar por las sábanas.

   Acabados todos los tratos, Fir Cuervo monta en su extraña criatura "Johanna" y se despide rodeando la montaña roja. El grupo debate entonces entre los diferentes cursos de acción que se les ha presentado: el desierto, la costa, la montaña... Por no hablar de la criatura monstruosa que parece ser que duerme bajo ella. Finalmente coinciden en que lo mejor será ir a buscar a las tribus de los bosques para intentar saber más del Sueño y de las circunstancias que les han traído aquí... y quizás de quiénes son. Leñador abre la marcha por el desierto en dirección al oeste.
   - Oye Maza -pregunta al cabo de un rato Venganza-, ¿cómo has logrado que la sábana se arreglara sola?
   - Oh, le he rezado al dios de los enanos.
   - Le has... rezado a tu dios.
   - Sí.
   - Y él... te ha reparado la sábana.
   - Torag es muy mañoso...
(CONTINUARÁ...)

31 octubre 2019

Legado heroico 5. Hawkman

   ¡Saludos! Aquí una nueva entrega de nuestra serie "Legado heroico", en la que estudiamos el pasado de los superhéroes para discernir en qué momento se convierten en personajes con una herencia, en héroes de legado. Y hoy es el turno de uno de los personajes con un legado más... complejo. El adalid de la reencarnación, el campeón del los-egipcios-nacemos-donde-queremos...

HAWKMAN
   Para encontrar la primera aparición de Hawkman no hay más que remitirse a nuestra última entrega, dedicada a Flash: porque el Hombre Halcón debutó en enero de 1940 en el mismo número que Jay Garrick, Flash Comics #1 USA. 
   Sus creadores, Gardner Fox y Dennis Neville, se inspiraron en el famoso egiptólogo Howard Carter, localizador de la tumba de Tutankhamon, para crear a Carter Hall, arqueólogo y coleccionista de armas que recuerda sus vidas pasadas tras tocar una antigua daga ritual. Carter había sido, durante el reinado de Ramses II, el príncipe Khufu, y perdió la vida junto a su amada Chay-ara a manos de un sacerdote llamado Hath-Set, condenados desde entonces a reencarnarse eternamente, re-encontrarse eternamente y volve a morir eternamente en las garras de Hath-Set. Dispuesto a romper el círculo, y aprovechando los conocimientos de Khufu, Carter crea un cinturón antigravitatorio del extraño Noveno Metal (más adelante, Metal Enésimo o Nth), unas alas y un casco de halcón (en honor a Horus), adoptando la identidad de Hawkman para luchar contra el nuevo Hath-Set, un ingeniero eléctrico llamado Doctor Hastor.




   En los siguientes números de Flash Comics, Hawkman se las ve con otros malvados científicos y conquistadores, matando sin demasiados miramientos a más de una docena de ellos solo en su primer año en activo, y empuñando para ello todo un arsenal de armas blancas, desde hondas y lanzas a espadas y mazas, y convirtiéndose en el líder de los halcones inteligentes de Hawk Valley. Shiera Sanders, la nueva encarnación de Chay-ara, aparece desde el principio como interés amoroso, víctima y ayudante; hasta que en el nº 24 de la revista (fecha de portada: diciembre de 1941, el mismo mes en que aparece Wonder Woman), Carter le deja un traje similar al suyo con el que Shiera se viste de mujer halcón para una fiesta de disfraces. Pese a no pretender luchar contra el crimen, "Hawkwoman" se ve enfrentada a varios gánsteres... aunque Carter acaba por tener que rescatarla igualmente.
   Pero en el siguiente número se descubre muy útil que Shiera sea también una Mujer Halcón, cuando rescata a su vez a un inconsciente Carter, por lo que la figura de Hawkgirl (el nombre que finalmente adoptará) acabará quedando instituida...

   Los Halcones formarán el primer dúo de superhéroe/heroína de la historia del cómic: arranca ciertamente con una Shiera primeriza a la que el guion concede valentía pero le da poco que hacer. Con el tiempo se irá forjando el personaje, más metido en su papel justiciero: si en el nº 29 (1942) aparece en portada por primera vez, como ayudante de Hawkman, para el nº 37 (1943) ya les vemos a la par.




   Y así es como el legado de Hawkman se transmite, 24 meses después de su creación, a su versión femenina.

   El mayor enemigo de Hawkman y Hawkgirl, no obstante, no ha sido Hath-Set, sino la continuidad. Como hemos explicado en entregas anteriores, desde los años 60 DC Comics fue relegando sus historias de la Edad de Oro a Tierra-2, creando una nueva continuidad más moderna en Tierra-1, donde ocurrían la mayoría de sus cómics. La última aventura del Hawkman original había aparecido en 1951, en All-Star Comics #57, con el resto de la JSA. En The Brave and the Bold #34 USA (marzo de 1961) se nos presenta al Hawkman y Hawkgirl de Tierra-1, Katar Hol y Shayera Thal, policías del Mundo Halcón, Thanagar, que viajan a la Tierra persiguiendo al supercriminal Byth Rok y acaban tomando las identidades de Carter y Shiera Hall como conservadores del museo de Midway City. En esta versión, Katar y Shayera sí que empiezan como absolutos iguales, sin que uno de los dos pueda considerarse legado del otro.



   Dos versiones con orígenes distintos: eso era asumible. El problema llegó en años posteriores a la Crisis en Tierras Infinitas, cuando DC reseteó en diversas ocasiones el origen de los Halcones: había un Hawkman y Hawkwoman con la JSA de los años 40, otros con la JLA de los 80, Tim Truman y John Ostrander complicaron más la cosa en su serie Hawkworld (1989) donde convirtieron Thanagar en un planeta imperialista y clasista, con ciertos ecos del The Shadow War of Hawkman de Tony Isabella en 1985, pasado por un filtro 2000 AD

   Ahí se abrió la caja de los truenos: Carter podía haber o no existido, acabar o no de llegar a la Tierra, estar o no casado con Shiera/Shayera, ser o no un avatar del dios Halcón (Hora Cero, te estoy mirando a ti). Algunas apariciones de Hawkgirl previas a su llegada desde Thanagar se explicaron como viajes en el tiempo de la Hawkgirl de la JSA... pero durante mucho tiempo el grupo estuvo atrapado en el Limbo luchando un Ragnarok sin fin, por lo que DC se inventó a una nueva Hawkgirl, Sharon Parker.
   No todo ha sido caos. Ciertos elementos de estas complicaciones editoriales acabaron filtrándose al propio tratamiento de los personajes, dando lugar a situaciones narrativamente interesantes como el caso de Kendra Saunders, la nieta del primo de Shiera Hall, que tras suicidarse es poseída por el espíritu de esta, pero no recobra sus recuerdos. Al encontrarse con Hawkman, él la reconoce como su amor, pero ella no, una tensión que se trasladó a la versión televisiva de los personajes en la serie Legends of Tomorrow.

   Carter Hall se convirtió originalmente en Hawkman con la intención de romper el ciclo de muerte y renacimiento que le había perseguido desde el Antiguo Egipto. Con los años, Hawkman ha acabado por crear su propio ciclo de muerte y renacimiento: aunque el legado del personaje comienza extendiéndose sin duda con Hawkgirl, hay un segundo legado que nadie planificó que fuera a aparecer en la leyenda de Hawkman… y es el propio Hawkman.

   En nuestra próxima entrega, ¡HULK MACHACA!

25 octubre 2019

Legado heroico 4: Flash

   Ya estamos de vuelta, con una nueva entrega de nuestro viaje comiquero al pasado, buceando en la historia de los superhéroes para detectar cuándo se convirtieron en personajes con un legado, los primeros de una estirpe que perpetuaría el símbolo que encarnan. Y hoy volvemos al universo DC para conocer el legado de un personaje que el año que viene cumple 80 años.

FLASH
   A finales de 1938, Max Gaines buscaba financiación para crear una nueva editorial de cómic, y buscó como partner económico a Harry Donenfeld, por entonces el mandamás de las editoriales National Allied Publications (que publicaba Action Comics) y, junto a Jack Liebowitz, de Detective Comics. Donenfeld aceptó, a condición de que Gaines se llevara de comparsa a Liebowitz, ya que quería asegurarse de que este no abría las alas y creaba su propia editorial. Así nació All American Publications, que publicó su primera revista de historietas (All-American Comics) en abril de 1939; por las razones que dieron lugar a su nacimiento, All-American, National y Detective compartieron en ocasiones personajes, y acabaron por adoptar primero el logo de DC y más tarde unirse bajo una misma editorial
   En 1940, el éxito de Superman impulsó a Gaines a crear su segunda revista, Flash Comics, dedicada en este caso a los superhéroes. Flash, el personaje titular y de portada -que compartiría espacio con otros como Hawkman, lo normal por entonces-, fue creado por Gardner Fox y Harry Lampert: tras verse accidentalmente expuesto a unos vapores pesados, el científico Jay Garrick obtiene supervelocidad, que pronto empieza a utilizar para luchar contra el crimen.
   Cuando All-American Publications reúne a varios justicieros de sus cabeceras con otros de National (como el Doctor Fate) en All-Star Comics #3 (navidad 1940), nace el primer supergrupo de la historia del cómic, la Sociedad de la Justicia de America, y Flash no solo es miembro del grupo, sino su primer presidente.

   Desde un punto de vista editorial, ese es el primer legado de Flash: el éxito de su cabecera, y en general del naciente género superheroico, llevó a la creación del primer supergrupo de la historia, la JSA, y al establecimiento de un universo mayor del que todos formaban parte (incluso Superman, Batman y Robin, que no aparecen, "fueron invitados pero estaban de patrulla"). El legado de Flash implica el nacimiento del universo DC, y no es casualidad que, cuando la DC del Renacimiento post-Nuevos 52 ha querido traer de vuelta a la JSA, lo haya hecho empezando por Garrick.

   Flash Comics duró 104 números, hasta febrero de 1949 (en medio, el personaje había tenido una cabecera propia, All-Flash, que duró una treintena de números). Flash, Hawkman y Canario Negro seguirían apareciendo un par de años más con la JSA en All-Star Comics, hasta que esa colección también fue cancelada en 1951. Tras la Segunda Guerra Mundial, la gran mayoría de aquellos héroes de la primera Edad de Oro de los superhéroes habían ido perdiendo el favor del público, y apenas Superman, Batman y Wonder Woman conseguían mantener unas ventas aceptables.


   Pasaron cinco años hasta que Flash volvió a los tebeos... pero ni era Jay Garrick ni exactamente su sucesor. En 1956, DC se había inventado la cabecera Showcase, que le permitía probar nuevos personajes y artistas, y valorar su posible desarrollo. En el número 4, de octubre, y a propuesta de Julius Schwartz, se unieron Bob Kanigher, John Broome y Carmine Infantino para desarrollar un nuevo Flash: Barry Allen, policía científico a quien un extraño accidente en el laboratorio provee de supervelocidad. En esta historia, que da paso oficiosamente a la Edad de Plata de los superhéroes, el protagonista aparece leyendo un número de All-Flash, lo que relega a Garrick al mundo de la ficción.

   Así que en este caso el legado de Flash se transmite vía influencia de lo fantástico en lo "real", del cómic en sus lectores, un influjo de precursores narrativos casi quijotesco, y que en 2014 reaparecería en el núcleo del Multiversity de Grant Morrison.

   O así fue inicialmente. Porque, con la Edad de Plata ya a todo gas, en septiembre de 1961, Jay Garrick volvería para ampliar de nuevo las fronteras del universo DC: The Flash #123 USA presentó la hoy ya legendaria historia "El Flash de Dos Mundos", en la que Jay y Barry se encontraban y descubríamos que las historias de la Edad de Oro habían sucedido realmente, pero en un universo paralelo, conocido desde entonces como Tierra-2: nacía el Multiverso DC, y los cómics nunca más volvieron a ser como antes. E unibus pluram...


   En nuestra próxima entrega nos adentraremos en el complejo hilo del legado de Hawkman. Hasta entonces... godspeed, y'all!

24 octubre 2019

El final de la cuenta atrás. I

Este es el relato de la actual partida de rol que estamos jugando por correo electrónico.

Está escrito, por tanto, junto a todos los miembros de la partida:
Alberto, Álex, Daniel, David, Nieves y Óscar. 



EL FINAL DE LA CUENTA ATRÁS
I. DESPIERTA

   Las nieblas del sueño, espesas y de un oscuro carmesí, empiezan a retirarse alrededor. Pero no de manera natural. A diferencia de todas las otras veces, de todos los otros sueños, esta vez alguien o algo me acaba de despojar de mi identidad mientras dormía.
   Trato de asir los últimos retazos de mi memoria, que se escurren de entre mis oníricos dedos, hasta que, justo antes de despertar, me aferro con fuerza a una idea, un concepto, una sola palabra donde se concentra la esencia de quién soy...

   El peso del cuerpo se siente descender, caer suavemente en la oscuridad. O tal vez es solo la sensación del mundo de la vigilia que se abalanza sobre el durmiente. Se posa sobre algo concreto, un duro suelo, polvoriento, bajo la espalda. Una sábana blanca cae sobre el rostro, y al instante siguiente, el despertar.
   Seis bultos se incorporan a la vez bajo el lienzo, mascullando una palabra cada uno:
   - Justicia.
   - Padre.
   - Tierra.
   - Determinación.
   - Proteger.
   - Venganza.

   Cuatro hombres y dos mujeres se quitan una sábana de la cara, la última voluta de su pasado desvanecida en el aire. Todo, incluso su mismísimo nombre. Seis sábanas, seis perfectos desconocidos.    Todos están desnudos bajo el círculo de sábanas. En el centro del círculo que forman hay una séptima sábana blanca, más baja, bajo la que se percibe una forma imprecisa.
   A un lado se extiende una llanura desértica, salpicada por algunos árboles secos y matorral bajo que bañan los primeros rayos de sol de un nuevo día. Amanece. En este momento, el aire es agradablemente fresco.
    Al otro, muy cerca, se levanta casi en vertical un monte rojizo que podría medir un kilómetro, coronado por una amplia meseta.
 Uno de los muchachos se levanta lentamente y observa atento a su alrededor. Su complexión es delgada pero su cuerpo parece fuerte y resistente. Es moreno y su piel está muy bronceada, sus facciones son vastas y tiene la nariz ligeramente torcida, pero lo compensa con una gran sonrisa y unos ojos sinceros.
   - ¿Alguien sabe cómo hemos llegado aquí? -pregunta.
   - ¿Quiénes sois? ¿Quién soy yo? -inquiere con algo de estupor otro joven de piel clara, melena castaña y lisa hasta los hombros y ojos pardos nerviosos.
   Una mujer joven de porte regio, pómulos altos y piel acaramelada, fina y sedosa, se levanta cubriéndose con la sábana. Su melena azabache le llega hasta la rabadilla. Por entre los pliegues de la sábana se adivina un complejo tatuaje que le cubre toda la espalda y ambos brazos. Estudia lo que le rodea con cierta intranquilidad y estupefacción, pero aún no dice nada.
   Se levanta luego un hombre de rostro adusto con algunas canas primerizas en la sien, por lo demás su pelo es castaño oscuro. Mira uno por uno a los demás y a sí mismo, constatando que no es ni el más fornido, ni el más alto, y aparentemente sí el de más edad.
   La otra mujer apenas ha asomado un ojo, enmarcado en rizos dorados. Se vuelve a cubrir y murmura bajo la sábana: "¡cuántos hombres!". Entonces se escucha un rasgón de tela y asoma la cabeza por el centro, cubriéndose pudorosamente con el resto con el improvisado poncho. Es una joven rubia de ojos azules y facciones ligeramente más anchas de lo habitual. Cuando se pone de pie no resulta ser demasiado alta: ¡es una enana! 
   - Ah, hay otra chica, ¡menos mal! -sonríe con timidez y simpatía a la belleza negra- He oído a alguien preguntar cómo hemos llegado hasta aquí, así que veo que estáis tan perdidos como yo. ¿Vosotros me habéis echado esta sábana encima, o ha caído de la nada con nosotros? ¿Quizá no hemos venido, sino que nos han traído?
   La enana examina la llanura y la montaña, buscando pistas de su ubicación. Le molesta la luz del día, entorna los ojos. Y presiente que pronto será peor.    Repite entonces la única palabra que se trajo de su pasado:
   - Proteger.
   La sexta figura vuelve a taparse con la sabana, convencida de que está soñando aún y de que pronto despertará.
   El joven de las facciones vastas se anuda la sábana a la cintura mientras reflexiona sobre el torrente de preguntas de la enana:
   - Tampoco recuerdo nada, ni siquiera quién soy. Propongo mirar qué hay debajo de la sábana que tenemos en el centro del círculo, y empezar a movernos -clava la vista en el cielo, y añade-. Hoy hará mucho calor y aquí estamos expuestos. ¿Nadie tiene ninguna idea de dónde estamos?
   - Solo puedo decir que preferiría protegerme en alguna gruta las horas de más calor -responde la enana, mirando la blancura de su piel-. A no ser que aquí en medio encontremos algo mejor. ¿Qué hay ahí debajo?
   En dos pasos se planta ante la sábana del centro y la retira de golpe mientras sus compañeros se acercan. Un pequeño montón de objetos, la mayoría desconocidos, aparece debajo. "Justicia", el joven aprensivo de melena larga, alarga la mano hacia una vaina corta que pende de un cinturón verdoso hecho con la piel de algún reptil. Del ojo de la empuñadora de lo que parece una daga cuelga, cordada en negro, una pequeña pluma azul a modo de adorno. La daga no tiene guarda ni cruz que separe la hoja de la empuñadura.
   Traga saliva, expectante, desenvaina la daga, y todos ahogan una exclamación de sorpresa cuando parece saltar en su mano:
  - Yo tampoco sé... ¡vaya!
   Al salir de su vaina, la daga se convierte en una estrella de cuatro puntas con un anillo central atravesado por la empuñadura por la que "Justicia" sigue sujetando el arma. Sus cuatro hojas -con motivos de plumas grabados- tienen señales de uso, pero están bien afiladas. Al envainarla, el arma vuelve a tomar la apariencia de una sencilla daga. 
   - Esto... me resulta familiar -"Justicia" se pone la sábana a modo de túnica y se la ciñe con el cinturón-. Puede que haya alguien que nos conozca por aquí cerca.
   El joven que retiró la sábana (¿pudo ser el que dijo "Tierra"?) se acerca a una enorme hacha que pende de una bandolera con muchos bolsillos; todos vacíos. Al coger el arma, siente por un momento que pesa más de lo que deberían la mera madera y el acero. El hacha, no obstante, está muy bien equilibrada y su filo parece ideal para cortar madera... o casi cualquier cosa. En la parte del mango unida al acero hay una palabra escrita: "IGUALADORA".
     La mujer de piel oscura (casi seguro que fue su voz la que dijo "Padre") toma un libro bastante gastado de tapas verdes.
    - Estoy de acuerdo en que deberíamos buscar refugio. Este sol nos abrasará como sigamos expuestos. El libro verde tiene un peso curiosamente familiar para la joven: siente que lo ha sostenido muchas veces y que ha pasado largas horas estudiando su contenido... ¿o tal vez escribiéndolo? Por el grosor del lomo, no parece demasiado grande, no llegará al centenar de páginas. Sin embargo, al abrirlo descubre que contiene casi mil, muchas de ellas repletas de textos, fórmulas, dibujos y esquemas que comparten un código misterioso que, a la que la joven pone algo de empeño, no le cuesta demasiado empezar a descifrar.    - Es un libro de conjuros -musita-. MI libro de conjuros -corrige, apretando el volumen contra su pecho.
    El hombre de la sien canosa solo tiene ojos para un látigo enrollado que estaba bajo el libro. Hay algo en la factura del arma que hace que un escalofrío le recorra la columna.. ¿De emoción o de reparo? Quizás es el cuero trenzado de la empuñadura, que un eco en el fondo de tu mente le dice que ha sido purificado innumerables veces. ¿Qué podría requerir tantas purificaciones?    Al desenrollarlo, el látigo se transforma en pura energía crepitante que se extiende hasta cinco metros. Instintivamente, su dueño sabe que no podrá usarlo contra nada sin alma, pero también que ignorará la armadura de cualquier viviente que se atreva a cruzarse en el camino de la venganza...     La enana permanece un poco atrás, avergonzada ante la idea de apretujarse entre tantos hombres. Junto a ella rebulle entonces el sexto individuo que se tapó bajo la sábana. Parece que por fin ha despertado, o se ha convencido de que ya no está soñando. Lentamente surge una cabellera larga y anaranjada. Le siguen unos ojos azules como el cielo, un rostro sin edad y unas extrañas orejas afiladas.
   - ¿Quiénes sois? ¿Dónde estamos? -reitera.
   Dándose cuenta de su desnudez, se levanta cubriéndose con la sábana a modo de toga. Solo entonces se percibe completamente su silueta imponente: debe medir por lo menos dos metros y con sus musculosos brazos bien podría desmenuzar piedras. Sonríe de forma pícara mientras mira hacia abajo:
   - Menos mal que la sábana era grande, ¿eh? -y le guiña el ojo a la enana, tan escandalizada como divertida.
    Entonces "Determinación" (porque debe ser él quien lo dijo) ve el objeto que asoma en el centro del montón: una espada bastarda, con la guarda en forma de doble luna y la empuñadura gastada por el uso, bien insertada en una vaina de cuero con un relieve hexagonal a lo largo de toda su extensión, que evoca un panal. Cuando desenvaina la espada esta vez no hay transformaciones espectaculares: esta espada es, sencillamente, una espada. Forjada en hierro frío, eso sí. Afilada, recta, fiable y letal. Determinación se ve capaz incluso de cortar la magia misma con ella, si se tercia.
    La vaina cuelga de un cinturón sencillo con un cierre de acero en forma de unicornio, que el portador de la espada se prende a la cintura.
    La enana acaba por sonreír, mientras contempla al grupo de jóvenes humanos (casi todos), entretenidos con sus regalos de buena mañana.
    - Por el clima, y la tierra -declara, tras haberlo pensado un rato-, os puedo decir dónde no estamos: esto no es ni Avistan ni el Mar Interior. Por el calor casi podría ser Garund, Osirion, Thuvia o Qadira, pero tampoco lo creo porque ese arbusto -señala un espécimen escuchimizado de metro y medio de altura que se alza cerca.
   Al fin se acerca al último gran objeto del montón: un enorme martillo de guerra. La dulce enana lo levanta sin ningún esfuerzo y lo estudia con atención experta: parece hecho a partir de un único bloque de metal. No tiene marcas, runas ni adornos; tampoco mella alguna. El arma se apoyaba en un pequeño paquete del que aparecen unas 10 libras de raciones de viaje enanas: en su mayoría, carne seca y galletas muy, MUY duras.
   - Solo sé que estamos en Golarion: este suelo es el suelo de nuestro mundo, de eso estoy segura. Y de que con esto os protegeré -el mango del martillo está forrado en una piel de alguna criatura correosa, probablemente nunca vista por el ojo humano. Y añade, mientras mordisquea una galleta enana-. Podéis llamarme Maza.
   Como en respuesta a su acción, el viento cambia de dirección súbitamente. El cielo de la mañana toma una coloración rosada en la última fase del amanecer, y es entonces cuando Determinación, el más alto de todos, divisa en el horizonte una silueta que comienza a acercarse a ellos desde el desierto...

(CONTINUARÁ)

21 octubre 2019

¡Arriba el telón! 10 críticas (y van 107)

   ¡El criticón actualizado! ¡Ha llegado el criticón!
   Estas son las 10 reseñas más recientes que he publicado en EnPlatea.com estos meses de verano, con las que alcanzo y rebaso el centenar de críticas de teatro, danza, ópera y conciertos. Un gusto el haber disfrutado de tanto talento y haber podido compartir mi visión del mismo, tratando de empatizar a la vez con la escena y con la platea, con la intención y con el resultado.
   Cójanse unas copas de cava virtuales y brindemos por las próximas 100 críticas.
   ¡Va por ustedes!

98. Vino lunar: "La guerra y los que mueren en ella" (7 de junio)
99. Hacer las Américas: "América, crisol de culturas y de orquestas" (8 de junio)
100. PERLES 2019. Cómico: "El Brujo, por la gracia de Dios" (21 de junio)
101. GREC 2019. Valenciana: "Caida y auge del imperio valenciano" (2 de julio)
102. GREC 2019. Nenes i nens: "Magnífica Anna Sahun contra la toxicidad y la aniquilación" (6 de julio)
103. Musicales dorados: "Sylvia Parejo y el (des)amor en el musical" (12 de julio)
104. GREC 2019. A 24-Decade History of Popular Music: "El ritual de la empatía" (19 de julio)
105. GREC 2019. La Tienda de los Horrores: "Audrey eléctrica... y electrizante" (22 de julio)
106. No cal anar a L'Havana: "De habaneras y Homenots" (1 de agosto)
107. Broadway Babies: "Un musical de mujeres" (4 de septiembre)

Críticas 20151 a 10 | 11 a 23 | 24 a 30 | 31 a 42     Críticas 201643 a 52 | 53 a 62 | 63 a 74
Críticas 201775 a 79     Críticas 201880 a 88
     Críticas 201989 a 97 | 98 a 107 | 108 a 112
Críticas 2020113 a 116
     Críticas 2021117     Críticas 2022118 a 123 | 124 a 133
Críticas 2023: 134 a 137 | 138 a 146 | 147 a 154 | 155 a 163 | 164 a 172 | 173 a 185
Críticas 2024: 186 a 199
 | 200 a 212 

17 octubre 2019

Reflexiones sobre la situación en Cataluña

   Dejadme que haga un pequeño "reality check" para esbozar mis reflexiones sobre lo que está ocurriendo en Cataluña, particularmente en Barcelona, donde la respuesta a la sentencia del juicio del Procès arrancó con una gran movilización pacífica que ocupó el aeropuerto de El Prat y ha derivado en dos noches ya de enfrentamientos nocturnos contra la policía.

   Y empiezo opinando que hay que abrir dos mesas de diálogo/acción: catalana y española.
   La injustificable violencia juvenil se debe a que hay un grupo que ha captado que aquello de que "de todo se puede hablar en democracia" y "sin violencia, todo" era mentira. Y que, ya que por asaltar el Congreso te cae lo mismo que por organizar un referéndum, tiene ganas de enfrentarse a los "refuerzos" que se enviaron a Cataluña ANTES de que hubiera violencia y vencerles aunque sea de forma pírrica. O perder, pero plantarles cara físicamente. Encarnan el fracaso de la política que se ha hecho ahora, incendiaria pero cobarde.
   Y no solo por lo de la independencia: ayer estuve hablando con varios de los que defienden la acción y los hay anarquistas antisistema y de base obrera para quienes lo de la independencia es secundario, que lo que quieren es cambiar el sistema quemándolo.
   Es una respuesta inmadura, visceral e improductiva, pero esconder la cabeza y decir que "no son de los nuestros" o "solo son infiltrados" es absurdo: solo basta haberse movido un poco entre la población joven reivindicativa en los últimos 15 años para reconocer que siempre han existido y esperaban un detonante. Que las fuerzas del orden actuen de manera ilegal, disparando balas de goma prohibidas o directamente a los manifestantes, golpeen a gente en suelo o atropellen indepes es un factor más que empuja a romper las normas por su parte. Si esto es lo que se considera antidisturbios, deberían dimitir todos.
   Este factor no se va arreglar con ninguna acción exterior a Cataluña, y cuanta más policía y ejército se movilice, más en su salsa estarán. Son necesarios actores interiores que conozcan a los activistas, recanalicen las acciones a lo pacifista (y es esencial que tengan consecuencias), como ayudaría la desautorización de las acciones policiales ilegales.

   Por otra parte es forzoso que haya un diálogo político entre Cataluña y España que vaya más allá de mantener el statu quo y de ganar votos gobernando contra alguien. No creo que tengamos ahora mismo candidato alguno a la presidencia que esté capacitado o interesado en ello: desde luego no en PSOE, PP o Cs, que se bunkerizan alrededor de la Ñ indivisible, pero creo que tampoco en UP, que podría haber sido la esperanza de desatrancar la cuestión, y desde luego no en ME. Gobernar contra Cataluña les sigue siendo más útil, y la estrategia del avestruz la asumen como maestros.
   Tenemos un problema de Estado y nos faltan hombres con sentido de Estado. Lo que es patriotas de pacotilla, nos sobran por todas partes.
   En España, supuestamente, se puede ser independentista... mientras no esperes de verdad que esa aspiración pueda cumplirse, porque el país no es que no esté preparado para asumir que en una de sus Comunidades gobierne el independentismo: es que está blindado para poder ignorarlo. Nuestra democracia es, en ese sentido, enana, temerosa e ilusoria.
   Si no tenemos políticos dispuestos a escuchar al pueblo, por encima de la sacrosanta unidad de España (o de la independencia de Cataluña, si hay un referendum y resulta que se pierde), los que hay nos sobran. Si no tenemos políticos capaces de convencer al pueblo de que la política realmente es el camino para cambiar las cosas, los que hay nos sobran.
   Y no podemos perder mucho más tiempo con ellos, pero eso no quiere decir que vayamos a prescindir de la política. Que pasen los siguientes.

14 octubre 2019

Legado heroico 3: Capitán Marvel

   Os traemos nuestro tercer artículo sobre el origen del legado de un superhéroes: es decir, buscando el momento en que dejó de ser uno para ser el primero de una saga. Y, como prometimos, volvemos con un personaje con un buen número de sucesores: el Capitán Marvel. El Kree, el de Marvel: no confundir con el Gran Queso Rojo, como contábamos hace cuatro años.

CAPITÁN MARVEL 
   El Capitán Mar-Vell, un "Kree rosado" con un impresionante historial como guerrero, llegó a la Tierra en el nº 12 de la revista Marvel Super-Heroes (1967). A diferencia de los Kree azules, la casta original y más respetada de su especie, los rosados tenían mayor compatibilidad con los humanos, y Mar-Vell fue enviado a la Tierra como espía. En Cabo Cañaveral, suplanta al Dr. Walter Lawson después que este muera en un accidente de coche, y entra en contacto con la jefa de seguridad del centro espacial, la coronel Carol Danvers. Mar-Vell entra en conflicto cuando su jefe de misión, Yon-Rogg, le traiciona y envía a un Centinela Kree contra él: en la lucha posterior el público malinterpreta su nombre y lo bautiza como Capitán Marvel, creyendo que es un héroe humano más.
   Mar-Vell va alejándose cada vez más de su misión original a medida que le coge aprecio a los humanos, llegando a traicionar a los suyos para proteger la Tierra (algo que, muchos años después, se descubriría que era el plan original de los Kree). Tras obtener poderes, aparentemente del dios espacial Zo (en retrospectiva, un subterfugio de Ronan el Acusador), Mar-Vell queda atrapado en la Zona Negativa, de la que escapa en Captain Marvel #17 USA (1969) cuando establece un vínculo telepático con Rick Jones -por entonces, sustituto de Bucky- y, gracias a unas Nega-Bandas, consigue intercambiarse por él durante breves periodos de tiempo.


   Rick Jones, con el tiempo, acabaría convirtiéndose en uno de los herederos espirituales del Capitán Marvel, particularmente tras su fallecimiento en La Muerte del Capitán Marvel (1982). Pero es en el número siguiente cuando empieza a fraguarse el primer escalón del legado superheroico de Mar-Vell: en Captain Marvel #18 USA, Yon-Rogg secuestra a Carol Danvers y, en el rescate, ella resulta alcanzada por la explosión de un viejo artefacto prohibido por los Kree, conocido como psico-magnetrón. Carol desaparece de la cabecera hasta 1974, en el #34 (incluyendo un paréntesis de dos años, entre 1970 y 1972, en que no se publicaron entregas de Captain Marvel), aparentemente igual que antes.
   Gerry Conway es quien, dos años y medio después, tomó a Danvers y, aprovechando aquella explosión del psico-magnetrón, la convirtió en una superheroina con un uniforme y unos poderes similares a los de Mar-Vell, en Ms. Marvel #1 USA (1977).


   Carol Danvers, por tanto, sería la primera heroína del legado del Capitán Marvel, con dos salvedades o comentarios al pie: aunque finalmente tomaría también el nombre del héroe, convirtiéndose oficialmente en la Capitana Marvel en 2012 cuando Kelly Sue DeConnick toma las riendas del personaje y de su nueva colección, Captain Marvel vol. 7 USA, la primera Capitana Marvel sería Monica Rambeau, que aunque no eligió el nombre ni tenía ninguna relación con los Kree ni con Mar-Vell, fue bautizada así primero por un guardia, en Amazing Spider-Man Annual #16 (1982), y más tarde por la prensa, en Avengers #227 (1983). Habría otros héroes, entre ambas, que tomarían el nombre de Capitán Marvel


   El segundo punto es que, con el tiempo y los "secretos" revelados sobre el pasado de Carol, su relación con Mar-Vell ha cambiado y, en cierto modo, se ha reducido. La guionista Margaret Stohl plantea, en 2018, un nuevo origen para Carol cuando desvela, en la miniserie La vida de la Capitana Marvel, que ella es realmente la hija de una Kree rosada, Mari-Ell, y un humano, Joe Danvers. Sus poderes, por tanto, no fueron fruto del encuentro con Mar-Vell y la explosión del psico-magnetrón, sino que esa explosión solo libera unos poderes que ella ya tenía y estaban latentes. 

   Los legados pueden reforzarse o diluirse: con la decisión de Stohl, Carol pasó a ser más dueña de su propio legado, a redibujarse como cabeza de su propia estirpe, y a pertenecer menos a la saga del Capitán Marvel original, que pasa desde entonces a ser un comparsa, un igual y, eso sí, una inspiración. ¿Un primus inter pares?


   La solución del MCU ha sido curiosamente sincrética: en la película Capitana Marvel (2019) descubrimos que Mar-Vell es la científica Kree cuyos experimentos con el Teseracto, bajo el pseudónimo de Wendy Lawson, acaban dando fortuitamente sus poderes a la humana Carol Danvers. Aquí, por tanto, Mar-Vell pasa a convertirse a la vez en la "madre" Kree de la Capitana Marvel y en la inspiración para que escape al yugo de la Gran Inteligencia, asuma su origen humano y ayude a escapar a los refugiados Skrull. Lo mejor de dos mundos.

   En nuestro próximo capítulo, hablaremos de los destellos que han caído... esto, ¡de los Flash!

09 octubre 2019

Legado heroico 2: Capitán América

   Volvemos a la carga para rastrear el origen de la saga de un superhéroe, cuándo dejó de ser el único para convertirse en un símbolo que reproducir, que volver a encarnar en el futuro. Y hoy nos acercamos a uno de los estandartes de Marvel para indagar cuándo el Capitán América se convirtió en un héroe de legado.

CAPITÁN AMÉRICA
   Igual que Batman tuvo a Robin, el Capi tuvo a Bucky Barnes. Pero, como el MCU ha hecho vox populi, sabemos que hay "invernales" razones por las que Bucky no se convirtió en el sucesor del Capitán América... o al menos, no inmediatamente.

   El legado de Steve Rogers tiene dos partes: por un lado, los intentos por duplicar la fórmula del Suero del Supersoldado del profesor Erskine, y por otro los intentos por mantener viva la leyenda del Capitán América.
   Aparecido por primera vez en Captain America Comics #1 (1940), el Suero es uno de los elementos centrales del Universo Marvel, y de una forma u otra andan vinculados a él o a sus variantes personajes como Nick Furia, la Viuda Negra, Luke Cage o El Vigía. Tal vez el primer intento exitoso de duplicar sus propiedades (retrocontinuidades aparte) llegó en 1977, en el Giant-Size Invaders #1, ambientado en 1941: el coronel nazi Krieghund consigue suficiente información sobre la fórmula del Supersoldado como para transformar a su agente Wilhelm Lohmer en Master Man, el Hombre Supremo. 

   Como ya sabemos, los cambios en la continuidad no respetan ni a los mayores. Sí, como le pasó a Batman con su padre vestido de murciélago, también Steve Rogers acabó obteniendo un antecesor: el soldado John Steele, combatiente de la I Guerra Mundial aparecido por primera vez en Daring Mystery Comics #1 (1940), fue retroconvertido en 2009, en la serie limitada Marvels Project, en el sujeto cuyas habilidades Erskine y otros científicos nazis intentaban duplicar y, por tanto, el origen del suero del supersoldado. Una de las consecuencias de los intentos de Marvel por reivindicar su pasado pre-Marvel.


   Y es que en la herencia del propio Capitán América también entra en juego, y mucho, la mentada retrocontinuidad. Hoy entendemos que, en abril de 1945, Bucky y Steve Rogers fueron dados por muertos sobre el océano Ártico mientras intentaban desactivar un dron-bomba, hasta que los Vengadores lo encontraron congelado en 1964 (The Avengers #4). Pero esa historia se inventa en 1964, no existía antes: la editorial Timely había seguido publicando los cómics del Capitán América tras la Segunda Guerra Mundial, con personajes que Marvel, al incorporar al Capi, retrodefiniría como impostores o sucesores.

   Es lo que ocurre con Jeffrey Mace: su primera identidad heroica, El Patriota, nace en 1941, en Human Torch Comics #4 USA, y tiene una vida saludable en la revista Marvel Mystery Comics durante cinco años. Cuando Marvel empieza a resituar las historias del Capi tras su "muerte", se inventa a un primer sucesor refrendado por el gobierno americano, William Nasland (que luego tendría otra identidad previa como Espíritu del 76), al que reemplaza Jeffrey Mace, quien a su vez será sustituido en los 50 por William Burnside. Las historias de origen de esos tres Capitanes América se cuentan en 1972 para Burnside (Captain America #155) y 1977 para Nasland (Captain America #215) y Mace (What If #4).
   Los encuentros entre diferentes Capitanes desplazados en el tiempo por el cósmico Contemplador, alias Mr. Buda, han sido el origen de historias como el Captain America Annual #6 (1982) o la miniserie El ejército del Capitán América (Captain America Corps, 2011), donde entran en juego otras variantes del legado de Rogers como el USAgente, Sueño Americano o el Comandante A.

   En el fondo, hasta el propio Capi ha acabado convirtiéndose en un personaje de legado de sí mismo: la famosa saga Imperio Secreto (2017), en la que Cráneo Rojo usó un cubo cósmico sintiente para alterar la historia no solo para que el Capi fuera de Hydra sino para que siempre hubiera sido de Hydra, se resolvió con un combate final entre esta versión fascista y la "idea" del Capi original que seguía en los recuerdos del cubo cósmico. Ese es el Capitán América que corre hoy por el universo Marvel: el recuerdo de un ideal.

   Nuestro próximo artículo irá dedicado a un superhéroe con una historia de legado extensa y convulsa: ¡Mar-Vell!

08 octubre 2019

Legado heroico 1: Batman

   Cuando hablamos de ciertos superhéroes, es habitual que acabe saliendo el término "familia" para referirnos al elenco de personajes con los que establece una relación muy próxima, llegando a compartir incluso motivos y emblemas: la bat-familia, la familia Superman, la familia Shazam, los Flashes, los Linternas… Sí, ya notáis que el tema ha acabado calando más en DC que en Marvel, donde se potencia más el grupo que el legado; pero, como en botica, y como iremos viendo, hay de todo.

   Ninguno de esos personajes, por otra parte (salvo Linterna Verde), comenzó planteado como sucesor de una "familia", como heredero de una saga. En esta serie vamos a repasar el momento en que 10 personajes se convirtieron, por primera vez, en cabezas de una estirpe.

BATMAN
   Tras un año en solitario, en 1940 Bruce Wayne consiguió a su compañero de aventuras, Dick Grayson, alias Robin. Sin embargo, la primera señal de un legado de Batman llega en 1956 con la aparición en Detective Comics #233 de Bat-woman (Kathy Kane), una rica heredera que se inspira en el cruzado enmascarado para iniciar su propia lucha contra el crimen.

   Pasaron años hasta que vimos a alguien tomar propiamente el manto del propio hombre murciélago: fue en abril de 1960, en el nº 131 de Batman (que el tomo Crisis on Infinite Earths: The Compendium consigna junto a otras historias a Tierra-40). En la historia "The second Batman and Robin Team", un Batman retirado, casado con Batwoman, deja la identidad del caballero oscuro a Dick Grayson, mientras que el hijo de Bruce y Kathy se convierte en el nuevo Robin.
   Sería la primera de varias historias futuras alternativas en las que habría un nuevo Batman. Las más destacadas de las que seguirían comienzan con World's Finest 154 USA (1965), donde aparecen por primera vez los hijos de Batman y Superman en Tierra-154. En esa primera aparición aún son niños pequeños, pero la historia se desarrollaría 8 años después, en World's Finest 215-216 USA (1973), donde esos ahora adolescentes crecen frustrados por estar a la sombra de sus famosos padres.

 

   La versión infantil acabaría derivando en la actual continuidad DC post-Renacimiento en los Super Hijos (Jon Kent, el hijo de Clark y Lois; y Damien Wayne, del que hablaremos enseguida), que han tenido un par de series breves; mientras que esa versión desencantada y adolescente sería recuperada por Grant Morrison en el tercer número de su Multiversity (2014), ahora consignados a Tierra-16.

   La saga Wayne crecería post-Crisis con el nacimiento del hijo de Batman y Talia al Ghul, al final de la novela gráfica Batman: Son of the demon (1987). No caló, y tras el crossover temporal Hora Cero (1994), Dennis O'Neil declaró que la historia había quedado fuera de continuidad. El futuro alternativo de Kingdom Come (1996) y The Kingdom (1999), presentó también un hijo de Bruce y Talia, Ibn al'Xuffasch, que podría ser el mismo de Son of the Demon, pero que dado el talante de Elseworld de estas historias tampoco se desarrolló más. Hizo falta esperar hasta 2006, cuando en Batman #655 USA ("Batman & Son, Part 1") apareció, ahora sí en la continuidad oficial, Damien Wayne, que desde entonces se ha convertido en el nuevo Robin.
   En los cómics, las familias también pueden crecer en sentido inverso, y la batfamilia no es una excepción: en Detective Comics #235 USA (1956), dos números después de la aparición de Bat-woman, Batman descubre que su padre, Thomas Wayne, ya vistió un traje de murciélago para luchar contra el crimen, una imagen que probablemente quedó en su subconsciente y le acabó impulsando a hacer lo mismo tras el asesinato de sus padres. Esta historia inspiraría un segmento del capítulo "El frio de la noche (Chill of the Night!)" de la serie animada El intrépido Batman (Batman: The Brave and the Bold).

   Y hasta aquí este repaso al arranque del legado de Batman: por delante queda un desarrollo que es igual de fascinante, con la dicotomía de Grayson de convertirse o no en Batman en el futuro, el descubrimiento en 1977 de la identidad de Batman por Hugo Strange y su suplantación, o la aparición de la serie animada del Batman del Futuro (Batman Beyond), Terry McGinnis, y su implicación en cómics como Future's End o la actual serie en la que parece tener una continuadora de su propia leyenda.


   En la próxima entrega cambiaremos de universo para hablar del legado del Capitán América. ¡Os espero!