Es medianoche. Estoy febril. Estoy tecleando como hacía meses que no tecleaba. Tengo sueño, pero aún más ganas de seguir, seguir, seguir. Hay una musa sentada en mi regazo, y pienso llegar hasta donde me lleve.
No podía ser en un momento más oportuno: tras un año en el dique seco, dejando sitio a 1387 para que pudiera convertirse en la novela que debía ser, ayer rescaté The Bliss of Fatal Death and Other Timey Wimeys, mi proyecto de ensayo sobre la mitología de Doctor Who, y hoy he vuelto a dedicarme a él.
Rescatar, sí, eso he dicho.
The Bliss of Fatal Death comenzó como una sugerencia de unos compañeros anglosajones, norteamericanos la mayoría: escribir un ensayo como parte de un libro sobre aspectos mitológicos de Doctor Who. Por diversas razones (la extensión, una de ellas) mi ensayo no llegó a integrarse en el libro (con un contenido bastante recomendable, por cierto)... pero siguió creciendo, hasta llegar a tener tres secciones de extensión de un total previsto de seis. Recapitulemos: a estas alturas tenía la versión con un centenar de notas de pie de página (la gran mayoría, citas bibliográficamente correctas de los capítulos mencionados), la versión "adelgazada" (sin notas en absoluto, y con un 50% menos de texto) para tratar de llegar a los requisitos de la colección de ensayos, y la versión aumentada partir de esta segunda que fui escribiendo cuando pensé en autopublicar el libro de manera independiente. La última y más avanzada "toma" de ésta última desapareció con una tarjeta de memoria y su copia de seguridad quedó corrupta a partir de la página 2, aunque finalmente conseguí localizar una versión anterior de la misma.
¿Qué estoy haciendo ahora? Refundir las tres versiones principales (gracias a Word) para conseguir un texto único menos confuso y que me permita seguir avanzando en las direcciones que pretendía con mis notas y estructuras iniciales. En inglés, claro, porque (soy mi peor enemigo) se me ocurrió escribirlo todo directamente en ese idioma, ya que iba a ir destinado a un tomo de ensayos en la lengua de Shakespeare (sí, ya sabéis, el que se intentó ligar a Martha Jones. En serio, esta semana en Boing).
La Musa ha vuelto de donde fuera que había tenido que ir un momento. Algo de salvar el mundo de unos ángeles "caídos". En fin: a seguir refundiendo...