La primavera, cuando llega, es tramposa. Comienza el día ofreciéndote sol, caldeando el ambiente, llenando el aire de luz y de promesas... y para las 4 no caben sino sombras crecientes, cielos grises y viento frío. Augura cielos despejados para que olvides que por la tarde lloviznará, si tienes suerte y no decide tormentear sobre tu cabeza.
Primavera, tramposa. Cuando llega. Luego se va centrando y poco a poco madura, como el trigo, hasta morir en un delicioso verano. Éste también trampea, suave al principio para que te confíes, y en Agosto se enfunda los guantes de boxeo. Pero de él ya hablaremos...