30 septiembre 2008

Hack

¡Me cago en pr0h4ck3rz, room hacker, Morocain Hackerz y la madre que los trujo! ¿Pues no han hackeado la página de www.rpglife.com?

¡Como saque la hackmaster +12 vais a ver lo que es un hack & slash de verdad!

45 años de Dr. Who: Citas memorables (I)

I'm the Doctor. I'm a Time Lord. I'm from the planet Gallifrey in the constellation of Kasterborous. I'm 903 years old, and I'm the man who's gonna save your lives and all six billion people on the planet below. You got a problem with that?
("Voyage of the damned", 4x0, 2007)

29 septiembre 2008

Luke, Ben era tu padre

Como lo oís (eh... leéis): esta era la frase que Irvin Kershner (o George Lucas, no sé de quién sería la idea) hizo pronunciar a David Prowse, el hombre dentro del traje de Darth Vader, durante el rodaje de la escena culminante de El imperio contraataca. Lo hizo para que nadie pudiera revelar el secreto mejor guardado de la trilogía, pensando en que sólo los directores y James Earl Jones, la voz de Vader, conocieran la verdad antes del estreno (y sí, fue sólo entonces cuando Mark Hamill se enteró del final del cuento: flipó, claro). La reacción desesperada de Luke, si os fijáis, es igualmente aplicable para ambos casos, tanto si Skywalker descubre de repente que su padre es su mayor enemigo y sigue vivo como si la revelación es que lucha contra el asesino no sólo de su maestro sino de su progenitor, junto al que pudo estar tan poco tiempo. No es una anécdota poco difundida, pero la he recordado estos días al ver el cartel friki-publicitario (se nota de qué quinta son hoy los creativos) del homenaje al maestro que se celebra mañana.
Dejad "Ben was your father" en lugar de "I am your father" y de pronto toda la saga de 6 películas cobra mucho mayor interés: el joven Anakin Skywalker tiene de pronto razón en sus sospechas de infidelidad hacia Amidala y Obi-Wan, incluso si hubiera sido sólo un asunto de una noche, lo que llevaría a Ben a pensar que, realmente, los gemelos eran de Anakin. Las pocas secuencias de Luke y Kenobi suman ahora un nuevo matiz: el padre es a la vez maestro y se comunica con su padawan-hijo (una dualidad que sin duda hubiera desaprobado el Consejo Jedi pero que hubiera encantado a Qui-Gon) incluso después de muerto. Vader trata de apoderarse del alma del fruto de su humillación, y su redención alcanza nuevas cotas si supera su obsesión por la familia ampliando el concepto más allá de la estricta sangre y dando la vida no por su hijo, sino por el de Obi-Wan y, sobre todo, por el de Amidala. Como Jin y Ben la dieron antes por ellos. El círculo se cierra de forma magnífica y la vieja y la nueva trilogía quedan mucho más entrelazadas.

¡Venga, George, anímate! Si en el fondo estás deseando tener una excusa para lanzar *OTRA* edición especial... :)

26 septiembre 2008

Acabas de mover la cabeza: ¿eso no te hace feliz?

Ayer por la mañana andábamos preparando el desayuno de Á. Lex y dejé a Víctor von Bebé en su sillita-mecedora (heredada del mayor). Cuál no sería mi sorpresa cuando descubrí que la mecedora se balanceaba, y que ni Hijo Número 1 ni yo la estábamos empujando. ¡Era el propio Víctor!

A ver, por favor, poneos un momento en situación: vuestro niño de 5 meses y medio, que aún es incapaz de sujetar con éxito el biberón y cuyo vocabulario se reduce a ga-ga y jgjgjg cuando le hacen cosquillas, descubre (y aplica entusiasmado) que repitiendo rítmicamente el proceso de levantar 90° una pierna y extendiéndola de golpe coceando el aire, se balancea sólo. Víctor se reía, Yo estaba sorprendido y reía y Á. Lex (con dos años y un tercio) lo miraba y se reía. Imagino que el primero por moverse, controlar el movimiento y ver en nuestras caras que eso era bueno; personalmente, orgulloso y emocionado por la culminación inesperada de un proceso cognitivo tan decididamente complejo, si nos remitimos a la capacidad de combinar psicomotricidad y conciencia personal; y el hermano mayor una mezcla de ambos, contento porque yo me reía, Víctor también y además el peque se movía solo, impulsándose con una pierna.

Por ir ganando tiempo, para cuando le lleguen las inevitables ansias conquistadoras: ¿alguien sabe dónde venden tronos latverios con balancín?

25 septiembre 2008

Es hora de ser malo

Your evil

...tiene cierto sentido: magnate de la prensa, tecnología, Lois Lane... Aunque de la colección de relojes, el que más me gusta es el del gato de Spectra. Y en el de Moonraker han perdido una ocasión de oro para añadir controlador de fase lunar. Ay, si es que ser un buen villano de Bond requiere preparación a fondo...

24 septiembre 2008

Un mono entre mil/3

Ya hace unos días que publiqué en rpglife.com la tercera edición de la columna rolera Un mono entre mil. Para no perder la costumbre, aquí tenéis el inicio traducido. El tema siguen siendo consejos para escribir tu primera aventura publicada.

3. Consejos para masters (II)
De acuerdo, ya tenemos claro que el objetivo central es nuestro igual, nuestro colega intelectual, el master: somos la luz con la que iluminará la imaginación y el entretenimiento de los jugadores, y que él puede enfocar libremente hacia ciertas escenas mientras ignora otras. Podemos ser una antorcha, una linterna o un sistema de alumbrado al completo, según nuestra habilidad escritora pero también, en gran medida, según el tiempo que dediquemos a pensar en nuestro lector.

¡Ah, nuestro lector, el Master...! Comprará nuestro juego (o no) y hay bien poco que podamos hacer para influir en su elección. Cuando pasea por la tienda especializada o la convención rolera, y mira las estanterías y cajones, bueno, simplemente no estamos allí. No podemos explicarle a nuestro colega-master lo bueno que es nuestro trabajo, lo mucho que hemos pensado en él para facilitarle la vida, lo interesante que es nuestra historia y porqué debería gastarse 10, 15, 20€ en nuestro [manual/entorno de campaña/módulo/revista] y no en el de al lado [...]

23 septiembre 2008

CCLVI

Bienvenidos al mensaje 256 de este blog. Sí, lo sé, no es un número tan afortunado como el 250, ni tan propicio a las bromas como el 269 o incluso el inmediato 255. Pero le debemos muchas cosas al 256. Le debemos toda una era de juegos de Lucasarts, de pinballs histéricos, de consolas portátiles que parecían asombrosas, de programas de dibujo que en su momento estaban al alcance del mortal medio y no sólo de los tocados por un Mac o un Photoshop. Señoras y señores: los 256 colores de la VGA se merecen un homenaje, un reconocimiento.

Y qué mejor reconocimiento que presentaroslos. Hoy, el protagonista de este blog son nuestros queridos ¡doscientos...cincuenta..yyyyyyy...seis!
Un aplauso bien fuerte para ellos, ¡por favor! Va por vosotros, muchachos...

22 septiembre 2008

Doc Ock

- ¡Octopus, te habla la policía, estás rodeado! Los peluches nos han contado tus planes y hemos tomado medidas para impedir que robes los DVDs de la cuarta temporada de Doctor Who. ¡Cuidado, cuidado! ¡Ha saltado hacia la Hoover Dam! Oh, demonios, ¡¿qué hacía ese autobús escolar ahí?! ¡Os dije que evacuarais la presa y cerraseis los accesos!

- Ha cogido rehenes, me cago en la leche, JJ nos va a poner a parir mañana en primera plana... ¡Doc, tómatelo con calma! ¡Baja ese autobús y hablemos del tema! ¡¡¡NO, NO LO BAJES!!! Buf, no nos hace ni caso...

- Spidey, ¿tú como lo ves?

12 septiembre 2008

Ser o no ser... friki

Hablamos de la crisis de la cultura (o cierta cultura) en nuestros tiempos, de cómo, sí, hay colas para comprar la última novela de Harry Potter o entradas para el próximo concierto de Bruce Springsteen, pero nadie se pega de bofetadas por asistir a una representación de, pongamos, Hamlet.

Ja.

10.59: Dentro de un minuto se abre la venta online de entradas para la mini-temporada londinense del Hamlet de la Royal Shakespeare Company, tras una muy buena acogida (sold-out cada día) en Stratford-Upon-Avon. Esperamos que se vendan rápido, porque la parte de las entradas que estaban a disposición de la RSC ya volaron hace días, y ahora sólo queda una parte de las entradas reservada para el teatro. La pista de cuánto habrá que correr si en Diciembre queremos verla la obtuvimos ayer: las entradas de platea de la RSC se venden por más del cuádruple de su precio oficial. En lugar de 40 libras, 170. Recordemos que estamos hablando de Hamlet.

Esto merece una explicación, ¿verdad? Bueno, la explicación tiene que ver con Harry Potter. Y con Doctor Who. Y con Star Trek. Y hasta con la Patrulla X. Y es que en este Hamlet, el tito Claudio lo interpreta ni más ni menos que don Patrick Stewart. Y al medio loco de su sobrino, protagonista de la obra, David Tennant, últimamente más conocido por sus papeles como Barty Crouch Jr. en Harry Potter y el Cáliz de Fuego y, en televisión, como el décimo (y actual) Doctor. Who, por supuesto.

11.35: el servidor sigue saturado. La página del teatreo Novello directamente ha desaparecido. Los dos navegadores que tengo en paralelo dedicados a la tarea de entrar en la sección de compra del grupo Delfont Mackintosh están atascados en la carga de la página desde hace media hora. Le he pasado a Snow el teléfono para que trate de comprar las entradas por esa vía, pero me temo que la saturación va a ser similar. Malditos frikis... esto, que hay mucho fan de Shakespeare por ahí...

12.00: el problema con el servidor de Delfont Mackintosh pasa de saturación a sobrecarga: la página comienza a trastabillear y se bloquea por momentos el sistema de acceso a compra.

12.25: ¡Estamos dentro! ¿O no? Una de las pestañas de Firefox ha conseguido infiltrarse en el servidor de entradas. De acuerdo, el desplegable en el que debemos elegir el día para el que las queremos está en arameo, pero yo creo que con un poco de deducción...

13.05: a través de Facebook me entero que mi amiga Núria estará también en Londres en esas fechas y que le apetece mucho ver ese Hamlet, pero que no encuentra dónde comprar las entradas. La llamo: quizás si las compramos juntos podemos entrar por el enlace para group bookings (al que he podido entrar desde el principio, pero claro: 2 no es que sea un grupo muy nutrido). ¡Cachis! En esa sección no aparece esta obra: hay que llamar a un número de teléfono concreto para hacer la reserva de grupos.

13.15: Firefox ha conseguido colarme hasta el paso de elección de asientos. Eso sí, el día de la función lo he tenido que elegir en tecno-arameo (LC.S90) a base de contar el número de días posibles de función en el desplegable hasta el día que estaremos allí. Esperemos que luego me día para qué narices de día estoy comprando las entradas. En caso de atasco nos queda una última opción: llamar a mi amiga Carla, que vive un tercio del año en Londres (otro tercio en Japón y el resto entre Barcelona y Madrid) a la que le encanta Hamlet, y ver si estará en esas fechas. Seríamos 5, con lo que seguro que podríamos empezar a llamar al teléfono de grupos.

13.23: Firefox sigue atascado en la elección de asientos. Internet Explorer no llega ni a elegir el día.

13.37: entradas agotadas para toda la temporada. Esto es la leche...

14.00: como despedida y cierre le doy un vistazo a alguna de las webs que vendían entradas de segunda mano para Hamlet. Tened en cuenta que, en la web oficial, valían entre 5 y 25 libras las funciones previas y entre 10 y 50 libras tras el estreno. Si ayer una platea de reventa valía 170 libras, hoy un asiento en el segundo nivel de balcones vale... 200 libras. Están locos estos británicos...

05 septiembre 2008

Un mono entre mil/2

Ya podéis leer el segundo capítulo de mi columna en la naciente web rpglife.com.
Ahí va la intro traducida, por si os da demasiada pereza ver de que va esta vez...

2. Escribir para masters (I)
Por fin los astros se han alineado. Tienes ganas, tienes tiempo, tienes ideas y quizás hasta tienes quien lo edite: vas a publicar tu primera aventura rolera. Aunque será la primera vez que lo pongas todo sobre el papel de forma ordenada, tienes experiencia como Master: has leído y jugado módulos y campañas y está claro qué es lo que hay que hacer. ¿Lo está?

Escribir una aventura no es lo mismo que jugarla. Hay sutiles (y no tan sutiles) diferencias; la principal es que no escribes la aventura para los jugadores: la escribes para el master. Eso significa muchas cosas: significa, por ejemplo, que escribes para la única persona que se leerá tu obra de cabo a rabo (si se mantiene el fair play) de todo el grupo. No sólo la aventura en sí, sino la introducción, el contexto, las fichas y los consejos. Significa que escribes para la persona que decidirá si se compra ese módulo o el de al lado, y si se juega la partida (que no es lo mismo). Y significa que escribes para la persona que hará todos los cambios a tu obra, bien voluntarios (para adaptarla al contexto de su grupo, introducir PNJs propios, incluso cambiar el sistema de juego) o involuntarios (esos jugadores entrometidos...). Vale la pena mimar a esa persona, ¿no te parece?

04 septiembre 2008

45 años de Dr. Who: The beginning (I)

(1.1 a 1.4)
Doctor Who: no sólo estamos hablando de uno de los personajes clave de la ciencia ficción moderna, no sólo se trata de uno de los espacios televisivos más emblemáticos de la televisión, sino también de los más longevos. La primera emisión tuvo lugar en noviembre de 1963 y hoy se siguen realizando nuevos capítulos: incluso teniendo en cuenta el parón entre 1989 y 2005 (16 años sin más Doctor Who que un telefilm del 96... aunque se reactivaron las versiones de BBC-Radio) sigue sumando 30 temporadas y más de 750 capítulos, además de 4 spin offs, varias películas (dentro y fuera de la continuidad oficial), innumerables comics, novelas, juegos de rol, obras de teatro, seriales radiofónicos, audiolibros e incluso juegos y videojuegos.

Lamentablemente, entre 1972 y 1978 la política de la BBC fue reaprovechar las cintas con los masters de programas ya emitidos para grabar nuevos espacios encima. Teniendo en cuenta que durante los años 60 y 70 nadie tenía video en su casa, eso quiere decir que muchos capítulos de las primeras temporadas de Doctor Who se han perdido para siempre: 108, pertenecientes a las 6 primeras temporadas (sobretodo los de la 4ª y la 5ª), se consideran irremediablemente perdidos... aunque a veces salta la sorpresa y aparece una copia en un país al que se le vendieron los derechos o de un fan que hizo una copia con su propia cámara 8mm. No es el caso de la joya de la que os voy a hablar y que es pura historia televisiva.

Toda historia tiene su principio, y la del Doctor Who comienza en An unearthly child. El DVD que os presento contiene los cuatro primeros capítulos de esta legendaria serie de televisión, incluyendo el piloto (cuyo título da nombre al disco) y el serial en 3 partes 100.000 aC, además de varios extras interesantes que mencionaremos después. Conoceremos al extravagante Doctor (William Hartnell) y a su nieta Susan (Carole Ann Ford), viajeros del espacio-tiempo que han recalado temporalmente en el Londres de los años 60. Y también a sus dos primeros compañeros, el valiente Ian Chesterton (William Russell) y la precavida Barbara Wright (Jacqueline Hill), dos profesores del instituto al que asiste Susan que, extrañados por el compartamiento errático de la muchacha y su incomprensible rendimiento escolar (en ocasiones altísimo y en otras cuestiones nulo), y la negativa de su abuelo de recibirles, la siguen hasta la dirección que consta en su expediente... y que resulta ser una chatarrería. Descubrirán el misterio de la cabina telefónica policial en la que viven Susan y el Doctor (el TARDIS) y para evitar su divulgación y demostrar la terrible verdad de su existencia, serán secuestrados y trasladados a la prehistoria, donde una tribu desesperada por conseguir el secreto del fuego les pondrá en peligro a todos.

Se trata de ciencia ficción artesanal, con presupuestos mínimos, tiempos de ensayo y rodaje de una semana, decisiones de última hora... y a pesar de todo ello hay muy poco de "serie B" en esta producción. Es increíble el trabajo de producción que la BBC (a través de su rama televisiva y radiofónica) aportaba al espacio, "meramente para críos" en su concepción inicial pero que se convertiría rápidamente en un clásico de culto para las familias británicas. Los espacios, los efectos (los increíbles efectos, tanto visuales como auditivos), los vestuarios... todo está cuidado al milímetro. Especialmente el primer episodio, "An unearthly child" recuerda mucho en su factura a algunos capítulos de las brillantes Historias para no dormir de Chicho Ibáñez Serrador (aunque en todo caso la influencia sea inversa).

LOS EXTRAS
El DVD contiene algunos extras muy interesantes. Además de audiocomentarios de la productora original (Verity Lambert), el director de los capítulos (Waris Hussein) y los actores William Russell y Carole Ann Ford, y otra serie de comentarios de producción que se pueden hacer aparecer subtitulados, esta edición incluye la grabación original del capítulo piloto, que no fue emitida ya que se retrasó una semana el estreno de la serie y se aprovechó para corregir errores técnicos y cambiar algunos aspectos fundamentales (como la beligerancia del Doctor), así como la grabación completa del piloto, sin montar, con todas las pausas del mismo.

Otra joya del DVD son cuatro sketches de diversos grupos humorísticos ingleses modernos parodiando diversos aspectos de la creación y evolución de la serie Doctor Who, especialmente centrados en sus primeros años. Son bastante divertidos y nos dan una perspectiva del alcance de la influencia que ha tenido la serie en la sociedad británica. Se incluyen también 3 versiones de la sintonía original de la serie (con créditos alternativos) y una galería de fotografías.

Actualmente, sólo es posible comprar este DVD como parte de la colección de 3 DVDs The Beginning (disponible por ejemplo en Amazon UK), que incluye los 12 primeros capítulos de la serie. Proximamente os hablaré de esos dos discos. El disco está disponible en Zona 2, con sonido Dolby Digital Mono. Contiene sólo la versión original en inglés, con subtítulos en esa misma lengua. Los capítulos, evidentemente, están en blanco y negro y han sido restaurados para que parezcan nuevos, aunque conservando las peculiaridades de las cámaras e iluminación de la época. Es decir, parecen nuevos si fuera 1963.

EN DEFINITIVA
"An unearthly child" es una deliciosa sorpresa, un entrañable pedazo de la historia de la ciencia ficción y de la televisión, y ha envejecido sorprendentemente bien pese a los 45 años que ya tiene a sus espaldas. Si sólo conocéis las encarnaciones clásicas del Doctor (probablemente la de Tom Baker, en los 70) o las modernas (Christopher Eccleston y David Tennant), os llevaréis una sorpresa. Si no conocéis al personaje en absoluto, ¿qué mejor que su génesis para empezar a enamoraros del vasto y mágico universo del Doctor?

De nuestra partida 'pulp' de Cthulhu d20 (I)

Ragnark se hizo cargo de la extraña figurilla de oro que Amra había encontrado en uno de sus enemigos, pese a los (fallidos) intentos del bardo Pomponio de destruirla. También, ante la creciente inestabilidad mental de la arquera cimmeria, y con la excusa de que ella ahora no tenía un arco con el que disparar (el del vanir requería una fuerza asombrosa para poder tensarlo) consiguió que esta le dejara sus poderosas flechas "matadioses" (así las llamaban aquellos extraños, para sorpresa de Pomponio Flato y Mukumin Spool: les explicaron que las había conseguido Tessa en una expedición al monte Olimpo en 1895, aunque en circunstancias nada claras, y que podían atravesar cualquier cosa).

Nuestros héroes se adentraron en el corazón del bosque de Hommlett, siguiendo las instrucciones del Señor del lugar, el buho gigante Uuh-Shah. Pronto llegaron, en silencio, hasta el límite del claro del que les había advertido. El combate ya había comenzado sin ellos... y al parecer se había perdido.

Bajo la única luz de las estrellas era difícil confirmar lo que realmente estaba pasando, pero parecía que una especie de criatura humanoide, con algo semejante a pelo por todo el cuerpo, estaba devorando el cuerpo caído, y aún con vida (aunque escasa) de una enorme ave. El Señor del Bosque había caído. Los aventureros actuaron con la experiencia acumulada en decenas de estas lides: Juan subió a un árbol armado con su fiel pistola de platino y su linterna. El resto ocupó sus posiciones, listo para actuar.

Juan Rodríguez, el valiente piloto de caza español, encendió su linterna, iluminando la escena, y disparó. La criatura se revolvió: era un hombre lobo, sí, como todos habían sospechado... pero también era algo más. Raíces penetraban su cuerpo (o manaban de él) por todas partes, hojas podridas se alimentaban de su sangre, restos de tierra palpitaban junto a su carne y una colonia de hongos crecía sobre lo que había sido la parte izquierda de su rostro. Sus ojos estaban inyectados en una furia incontrolada y un dolor sin tregua: él también estaba librando una batalla personal... y también la estaba perdiendo.

Volaron las flechas y más balas, pero la criatura no caía: se lanzó hacia los árboles. Tessa y John aprovecharon el momento para acudir al rescate del buho: las pócimas que Jaroo Ashtaff había entregado a Juan y Ragnark hicieron su efecto. Mientras tanto, Juan tenía verdaderos problemas: el licántropo-semiplanta comenzó a trepar por el árbol al que estaba encaramado, y el resto aprovechó para hacerle blanco de sus ataques. La mayoría arrancaba pelo y trozos de madera, pero hacían más bien poca mella en el extraño ser. Pomponio intentó tirarle monedas de plata para que se atragantara, pero con tal mala suerte que se le cayó la bolsa y golpeó en su lugar a Ragnark. Para incredulidad de todos, el halfling Mukumin pareció entonces reconocer a la bestia:

- ¡Jack! ¡Jack! Soy yo, Muku, vuelve en ti amigo, ¡sal de ahí dentro!

Pero nada parecía alterar al lupino. Juan tuvo que saltar del árbol, y el monstruo le cayó encima. El misterioso John sacó su curiosa pistola y disparó un tiro directo a la cabeza de aquel ser... que cayó inerte, pero vivo.

Había que actuar deprisa: primero, la pócima sagrada de Jaroo para recuperar la cordura. Duraría poco, pero quizás... y luego, la curación. Sólo una gota de la poción verde del druida, pero bastó para devolver de los casi muertos a aquel ser infernal, que incluso con medio cerebro reventado seguía capaz de regresar. Y regresó con paz en su cabeza de lobo. Y contó brevemente su historia: él era Jack Svenson, hijo perdido de Hommlett, que cruzó el bosque, descubrió el mal bajo el matadero y los dos templos que se escondían bajo él, y respiró unas extrañas esporas, de otro mundo, creedme, y volví por el bosque para avisar al pueblo pero fui atacado por una criatura malvada, y me convertí en un lupino, y no podría ya volver o mataría a todos los míos. Pero esta noche, además, me convertí en algo más, algo que quería matar al lobo y al hombre, algo que no parará hasta mataros a todos....... La planta volvió a intentar tomar el control del animal, pero el grupo no había estado quieto: Jack había pronunciado sus últimas palabras sobre una pira de ramas apilada en el centro del claro del bosque, madera, ramas y hojas para quemar a la criatura impía, que el Señor del Bosque había acumulado junto a los humanos. Y en el fuego ardió. Y Juan y el buho gigante se frotaron sus heridas mientras, incluso entre las llamas, los tentáculos vegetales de la bestia intentaban reformarse, deseando que no les hubiera infectado con su maldición. Con ninguna de ellas.

Lo que vino después es rápido de explicar. La noche pasó rápida y tranquila. El grupo durmió en medio del bosque, pero nadie les molestó: el Señor Forestal se encargó de ello, y vigiló que ni siquiera las hormigas alteraran a sus aliados. Al día siguiente, las plegarias de Tessa, sacerdotisa de Hades, recuperaron la fuerza de Amra y la salud gastada de los guerreros, y Uuh-Shah le concedió una de sus plumas, y los transportó a todos hasta el castillo en ruinas.

Penetraron de nuevo, a la luz ténue de un día nublado, en el pasadizo secreto de la loma. No se oía a persona viviente: Juan y Ragnark vieron pronto por qué: los cuerpos de los guerreros que habían abatido seguían en el mismo sitio donde cayeran la tarde anterior, pero alguna fuerza infame les había arrancado todos sus huesos, y no eran ya más que una pila de carne que pronto se pudriría. "No miréis", avisaron a los que venían detrás. Cabía evitarles el horror, especialmente a Amra, que estaba a un paso de la locura. Al cruzar la puerta que llevaba a las estancias de Lareth, el malvado clérigo, John tuvo una premonición: algo terrible se escondía detrás. Algo impío, algo abruptamente inhumano. Pronto todos comenzaron a oir los cánticos, y algunos, sólo algunos, los tambores. Venían de algún lugar por debajo de ellos.

Ni en las estancias de los soldados (todos muertos, muertos), ni en el almacén donde acumulaban los bienes robados a los mercaderes asesinados había ninguna entrada a aquella profundidad de donde venían, y a veces se detenían súbita y preocupantemente, los cánticos. Pero en la riquísima habitación de Lareth, dónde Pomponio había sido traído a través del espacio y del tiempo, y hecho prisionero durante tres días, sí que encontraron algo: un agujero escondido bajo las hermosas alfombras, por el que descendía una empinada escalera espiral. Y pronto la escalera se acabó, junto a un precipicio sin fin. Apenas colgaba, en el aire, una larga, larguísima hebra blanca, una cuerda etérea hecha, parecía, de ¿tela de araña? Pero no podía ser, porque aunque pegajosa, la tela aguantó el peso de todos los héroes, que descendieron hacia las profundidades. Los tambores sonaban, todavía sólo para algunos de ellos, las voces de los muertos se alzaban en un cántico inmundo, y cada vez más fuerte, más y más fuerte... Llegaron al fondo. Había luz delante de ellos, subieron una pequeña rampa y lo vieron todo.

Al fondo de una gran sala circular, probablemente una caverna natural, se alzaba una estatua enorme, de diez metros de largo y quince metros de altura: era una gigantesca araña de ónice con torso y rostro de mujer bella y malvada. Lolth, la diosa araña. En un altar bajo ella, Lareth acababa de clavar una daga en el corazón del último de sus hombres con vida, y al arrancarla le extraía el esqueleto de dentro, que animado cobraba vida y se unía al coro de sus semejantes: eran quince esqueletos que cantaban con una misma voz, unida a la de Lareth.

- Pero -susurraron Tessa y Amra entre ellas- no hay tambores. Se oyen tambores pero no se ven. Alguien está tocando los tambores en otro lugar... para robar la energía de este ritual. Quieren invocar a un dios... pero a OTRO DIOS.

Ragnark disparó la flecha matadioses, que se clavó profundamente en la pierna de Lareth, atravesando limpiamente su armadura completa y reluciente, sus músculos y sus huesos. Pero no lo mató.

- Bueno, entonces es que no era un dios -se consoló irónico el vanir.
- ¡Idiotas! -gritó Lareth el hermoso, el amado de Lolth-. Habéis osado interrumpir el sagrado ritual que traerá a Lolth a este mundo. ¡Moriréis!

Ocho hombres oso ("¡Bugbears!", gritó Mukumin; "Osgos", tradujo Tessa) armados con hachas de batalla salieron de detrás de la estátua y se lanzaron contra el grupo mientras los esqueletos seguían cantando. Lareth cogió su maza y su vara y se dispuso a acabar también con los molestos héroes... Pero el bardo Pomponio les cantó una nana a los monstruosos y babeantes seres, y cuatro de ellos cayeron dormidos.

Es hora de matar... o morir.

02 septiembre 2008

Y van... 250

Con ustedes, señoras y señores (redoble de timbales, por favor)... ¡la entrada 250 de este blog!

Y con motivo de tan entrañable ocasión, tenemos el placer de ofrecerles una conexión en directo muy especial: el primer artículo de la naciente columna de un servidor en la web rpglife.com. Un fuerte aplauso para recibir a...

¡One Monkey among One Thousand!