31 octubre 2019

Legado heroico 5. Hawkman

   ¡Saludos! Aquí una nueva entrega de nuestra serie "Legado heroico", en la que estudiamos el pasado de los superhéroes para discernir en qué momento se convierten en personajes con una herencia, en héroes de legado. Y hoy es el turno de uno de los personajes con un legado más... complejo. El adalid de la reencarnación, el campeón del los-egipcios-nacemos-donde-queremos...

HAWKMAN
   Para encontrar la primera aparición de Hawkman no hay más que remitirse a nuestra última entrega, dedicada a Flash: porque el Hombre Halcón debutó en enero de 1940 en el mismo número que Jay Garrick, Flash Comics #1 USA. 
   Sus creadores, Gardner Fox y Dennis Neville, se inspiraron en el famoso egiptólogo Howard Carter, localizador de la tumba de Tutankhamon, para crear a Carter Hall, arqueólogo y coleccionista de armas que recuerda sus vidas pasadas tras tocar una antigua daga ritual. Carter había sido, durante el reinado de Ramses II, el príncipe Khufu, y perdió la vida junto a su amada Chay-ara a manos de un sacerdote llamado Hath-Set, condenados desde entonces a reencarnarse eternamente, re-encontrarse eternamente y volve a morir eternamente en las garras de Hath-Set. Dispuesto a romper el círculo, y aprovechando los conocimientos de Khufu, Carter crea un cinturón antigravitatorio del extraño Noveno Metal (más adelante, Metal Enésimo o Nth), unas alas y un casco de halcón (en honor a Horus), adoptando la identidad de Hawkman para luchar contra el nuevo Hath-Set, un ingeniero eléctrico llamado Doctor Hastor.




   En los siguientes números de Flash Comics, Hawkman se las ve con otros malvados científicos y conquistadores, matando sin demasiados miramientos a más de una docena de ellos solo en su primer año en activo, y empuñando para ello todo un arsenal de armas blancas, desde hondas y lanzas a espadas y mazas, y convirtiéndose en el líder de los halcones inteligentes de Hawk Valley. Shiera Sanders, la nueva encarnación de Chay-ara, aparece desde el principio como interés amoroso, víctima y ayudante; hasta que en el nº 24 de la revista (fecha de portada: diciembre de 1941, el mismo mes en que aparece Wonder Woman), Carter le deja un traje similar al suyo con el que Shiera se viste de mujer halcón para una fiesta de disfraces. Pese a no pretender luchar contra el crimen, "Hawkwoman" se ve enfrentada a varios gánsteres... aunque Carter acaba por tener que rescatarla igualmente.
   Pero en el siguiente número se descubre muy útil que Shiera sea también una Mujer Halcón, cuando rescata a su vez a un inconsciente Carter, por lo que la figura de Hawkgirl (el nombre que finalmente adoptará) acabará quedando instituida...

   Los Halcones formarán el primer dúo de superhéroe/heroína de la historia del cómic: arranca ciertamente con una Shiera primeriza a la que el guion concede valentía pero le da poco que hacer. Con el tiempo se irá forjando el personaje, más metido en su papel justiciero: si en el nº 29 (1942) aparece en portada por primera vez, como ayudante de Hawkman, para el nº 37 (1943) ya les vemos a la par.




   Y así es como el legado de Hawkman se transmite, 24 meses después de su creación, a su versión femenina.

   El mayor enemigo de Hawkman y Hawkgirl, no obstante, no ha sido Hath-Set, sino la continuidad. Como hemos explicado en entregas anteriores, desde los años 60 DC Comics fue relegando sus historias de la Edad de Oro a Tierra-2, creando una nueva continuidad más moderna en Tierra-1, donde ocurrían la mayoría de sus cómics. La última aventura del Hawkman original había aparecido en 1951, en All-Star Comics #57, con el resto de la JSA. En The Brave and the Bold #34 USA (marzo de 1961) se nos presenta al Hawkman y Hawkgirl de Tierra-1, Katar Hol y Shayera Thal, policías del Mundo Halcón, Thanagar, que viajan a la Tierra persiguiendo al supercriminal Byth Rok y acaban tomando las identidades de Carter y Shiera Hall como conservadores del museo de Midway City. En esta versión, Katar y Shayera sí que empiezan como absolutos iguales, sin que uno de los dos pueda considerarse legado del otro.



   Dos versiones con orígenes distintos: eso era asumible. El problema llegó en años posteriores a la Crisis en Tierras Infinitas, cuando DC reseteó en diversas ocasiones el origen de los Halcones: había un Hawkman y Hawkwoman con la JSA de los años 40, otros con la JLA de los 80, Tim Truman y John Ostrander complicaron más la cosa en su serie Hawkworld (1989) donde convirtieron Thanagar en un planeta imperialista y clasista, con ciertos ecos del The Shadow War of Hawkman de Tony Isabella en 1985, pasado por un filtro 2000 AD

   Ahí se abrió la caja de los truenos: Carter podía haber o no existido, acabar o no de llegar a la Tierra, estar o no casado con Shiera/Shayera, ser o no un avatar del dios Halcón (Hora Cero, te estoy mirando a ti). Algunas apariciones de Hawkgirl previas a su llegada desde Thanagar se explicaron como viajes en el tiempo de la Hawkgirl de la JSA... pero durante mucho tiempo el grupo estuvo atrapado en el Limbo luchando un Ragnarok sin fin, por lo que DC se inventó a una nueva Hawkgirl, Sharon Parker.
   No todo ha sido caos. Ciertos elementos de estas complicaciones editoriales acabaron filtrándose al propio tratamiento de los personajes, dando lugar a situaciones narrativamente interesantes como el caso de Kendra Saunders, la nieta del primo de Shiera Hall, que tras suicidarse es poseída por el espíritu de esta, pero no recobra sus recuerdos. Al encontrarse con Hawkman, él la reconoce como su amor, pero ella no, una tensión que se trasladó a la versión televisiva de los personajes en la serie Legends of Tomorrow.

   Carter Hall se convirtió originalmente en Hawkman con la intención de romper el ciclo de muerte y renacimiento que le había perseguido desde el Antiguo Egipto. Con los años, Hawkman ha acabado por crear su propio ciclo de muerte y renacimiento: aunque el legado del personaje comienza extendiéndose sin duda con Hawkgirl, hay un segundo legado que nadie planificó que fuera a aparecer en la leyenda de Hawkman… y es el propio Hawkman.

   En nuestra próxima entrega, ¡HULK MACHACA!

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