Blog aperiódico de Marcos Muñoz, aka KalEl el Vigilante, y Mari Nieves Gálvez. Un periodista, una ingeniera; whovians, ministéricos, roleros, cinéfilos, broadwayrriors, curiosos vitales. Y ahora, ¿también un podcast?
Para los que me conocéis en persona, no es ninguna sorpresa, más bien el aviso de zafarrancho de combate y la sirena que conmina a dirigirse a los refugios antiaéreos. Antes de la pandemia, intentaba ir una vez al mes al karaoke, arrastrando a amigos y familiares si era posible; si no, en solitario, allí a fin de cuentas se acaba formando un microcosmos distinto cada noche. Había veces que era cada dos meses, otras, dos veces en un mes. Este último año ha sido imposible, así que me he buscado un karaoke portátil: hay muchos en internet y varias aplicaciones. Después de probar cuatro o cinco, por la que me he decantado yo es Smule.
Smule está pensada como aplicación gratuita... si quieres cantar con alguien. Sin pagar puedes unirte a las canciones ya abiertas por otros en los últimos 7 días, y ya pagando puedes abrir canciones tú mismo o cantarlas en solitario. La primera que canté creo que fue "Out there", de El Jorobado de Notre Dame, y en este año habré cantado unas 800 canciones: no distintas. Se repiten muchas, lo cual partiendo principalmente de propuestas permite fijarse en patrones curiosos. De hecho, dentro del entorno BSO/Disney/musicalero hay un par que obsesionan a todo el mundo y particularmente a los anglosajones: "Part of Your World" de La sirenita (Parte de él) y "A Whole New World" de Aladdin (Un mundo ideal). ¿Qué tienen en común esos dos mundos? A Alan Menken, con letras respectivas de Howard Ashman y Tim Rice.
Hay días que cantas mejor y otros peor. Hay dúos preciosos (los más) y otros innombrables. Hay veces que te afrontas todo a una sola toma, y otras que intentas mejorar antes de enviar. Y últimamente se me atrasan los videos cosa fina, un lag notable que antes no estaba y que llegó con los nuevos filtros made in Snapchat, incluso aunque no los uses 😡😡😡.
Pero esta semana ha coincidido algo: sin buscarlo ni proponerlo, en siete días mis colegas de Smule (una comunidad majísima con un montonazo de talento) me han propuesto cinco veces una misma canción. Una a la que, por otro lado, le tengo muchísimo cariño: "Suddenly Seymour" de Little Shop of Horrors (alabados sean Menken y Ashman), el momento en que la maltratada Audrey se da cuenta de que tiene un amigo en su apocado compañero de floristería. Así que han quedado estos cinco Suddenly Seymours, similares pero distintos.
Bueno, sobre todo uno en el que hago de Audrey...
21 de abril: con HaySarG
23 de abril: ShanaDrama
26 de abril: VoxPrinceps
27 de abril: Josiemonster_ (recuperando pulmones tras el Covid)
Con el reciente fallecimiento del compositor Jim Steinman, estos días se están recordando mucho su brillante carrera que dio luz a la de Meat Loaf o sus proyectos de teatro musical (Neverland, The Dream Engine, The Confidence Man) . Y en cuanto a eso, no puedo dejar de pensar en lo que podría haber sido su BATMAN.
En 2003, Warner Bros. quería competir con Disney en el terreno teatral, tras el éxito de La Bella y la Bestia y El Rey León y para eso creó la filial Theatre Ventures. Pero antes de formalizarlo, sus productores Gregg Maday y Emanuel Azenberg ya llevaban algunos años tratando de llevar a Broadway un musical de Batman.
Se dijo que Tim Burton iba a dirigirlo, aunque Burton dijo años después que desconocía el proyecto. Lo que sí sabemos con certeza es que en 1999 eligieron a David Ives (con gran experiencia en obras cortas y adaptando musicales) para escribir el libreto, y a Jim Steinman para componer las canciones; de hecho, aunque el proyecto se anunció en 1999, Steinman llevaba posiblemente desde 1998 trabajando en canciones para Batman. Pero otros murciélagos iban a ser el problema...
En 1997, Steinman habían estrenado en Austria una adaptación de El baile de los vampiros con libreto de Michael Kunze, dirigida por el mismísimo Roman Polanski. La intentaron llevar al West End inglés, pero Steinman presionó para que llegara primero a Broadway. Eso dejaba fuera a Polanski, cuyos conocidos problemas con la justicia le hacían negarse a pisar Estados Unidos. Steinman se ofreció a dirigir él mismo (aunque no lo había hecho antes), pero el proyecto se fue retrasando, y en 2001 entró en juego David Ives, para ayudar a reorganizar la obra, quitarle el punto Polanski, añadir comedia y readaptar los textos. Tras el 11-S, el estreno americano de la obra se retrasó un año... pero fue en vano: la reescritura y falta de unidad temática (era camp y seria a la vez) fue un desastre, y eso acabó tumbando definitivamente el proyecto de Batman.
Pero gracias a un blog que escribió Steinman, sabemos más del tema: Batman: The musical tenía hasta 8 canciones ya escritas, muchas de las cuales acabaron canibalizadas por otros proyectos.
"Angels Arise" (fragmentada en "Vespers" y "The Song of Gotham City") y "The Graveyard Shift" eran los números iniciales, en los que se presentaba la sociedad sombría de Gotham (incluyendo a Catwoman y El Joker) y la mirada del hombre murciélago. "Angels Arise" es una especie de oración siniestra que se encomienda a los poderes superiores de la noche cuando los terrenales fallan. Se reconvirtió en el tema inicial de la versión americana de Dance of the vampires, y tiene ecos en otro tema compuesto para Batman, "Cry to heaven", que se reaprovechó en Bat out of Hell III.
En respuesta, en "The Graveyard Shift", Batman afirma su papel como vigilante de la noche, en memoria de sus padres ("And I see it all/I see it/ All the devils are rising/As all of the angels are starting to fall").
"In the land of the Pig, the Butcher is King" es el tema de la corrupción de Gotham, de los poderosos putrefactos que la corroen ("They've got no standards/Perfect for us/We lower the bar/And we'll open up Pandora's Box"). Se acabó convirtiendo en uno de los temas de Meat Loaf en su álbum Bat out of Hell III.
Hay dudas sobre el papel del tema "Not Allowed to Love", pero podría estar compuesto para Selina Kyle, negándose el permiso para enamorarse, o quizás como dúo entre Selina y Bruce, que en este musical estaban unidos por el asesinato de los Wayne, que ella contempló cuando era una huérfana callejera. Apareció fuera de contexto en el musical de Bat out of hell (2017).
Tras eso, el frenético rock'n'roll "The Joker's Song" se basa en la famosa frase de Jack Nicholson preguntándose de dónde saca Batman sus magníficos juguetes. Lo que empieza como una retahíla de preguntas/chiste va derivando en rimas concienzudamente malas (el Joker llega a pedir que no le dejen seguir rimando), lírica, citas (incluso al Rocky Horror Show), bromas ("Her skin's the color mocha/Livin' la vida Joker"), amenazas y caos, que reflejan musicalmente la mente del príncipe payaso del crimen. La tenemos en voz del propio Steinman en una de las demos del fallido musical.
Aunque hay dudas sobre "Not allowed to love", está claro que "The Catwoman's Song", pura opera rock, es un tema compuesto para Selina, una celebración del amor de la ladrona por los brillantes (fruto de su trauma por el asesinato de Martha) mientras roba en una joyería piezas que no se atreve a llevar en público. La tenemos, gracias a las demos de Steinman, cantada por Karine Hannah.
Spoilers ahead! La trama principal de la obra termina con una gran batalla entre Batman y El Joker, en la que Catwoman ayuda a Bruce y resulta mortalmente herida. El cuarteto entre sus yos presentes e infantiles, "We're Still the Children We Once Were" cerraba la subtrama principal y abría las puertas a la brutal venganza del hombre murciélago. Nos la canta Steinman en una de sus demos.
Nos quedamos sin musical de Batman: sin embargo, Warner no consiguió deshacerse de los murciélagos durante un buen tiempo. Tras el fiasco de El baile de los vampiros, en 2005 llegó Lestat, con Elton John y Bernard Taupin al frente, y solo en 2009 lograron salir del tema colmilludo con el musical de la comedia navideña Elf. La maldición del hombre que sacó al murciélago del infierno...