Caducaba nuestro pase familiar anual al zoo, y dado que en la coyuntura económica actual no lo renovaremos (al menos no de inmediato) decidimos dar una última visita. No soy de los que piensan que la fauna deban estar enjaulados, pero a diferencia de lo que pasaba con el zoo de hace 20 años, ninguno de los animales que vi ayer me pareció triste, posiblemente porque la gran mayoría nació y ha vivido toda su vida en ese espacio de Barcelona. Ninguno excepto los osos pardos, que aunque suman bastante espacio entre las tres áreas de que disponen, siguen esencialmente donde hace 3 décadas y la zona se intuye pequeña.
Nuestros dos pequeños se lo pasaron de maravilla. Siempre les ha gustado, pero ayer como nunca. La visita nos dejó momentos grabados en la retina, como sucediera la primera vez que fuimos en familia, hace un año...
...el gorila macho, enorme, tan alto sentado como yo de pie, con un gesto pensativo digno de un investigador privado, un brazo de bíceps sorprendentes alrededor del torso y la otra mano sujetando la barbilla.
...el precioso plumaje verde del quetzal, con un brillo y un textura que hacen comprender al instante (y como ninguna fotografía) que lo consideraran divino.
...el orangután con su peque en brazos, diciendo que no con la cabeza cuando yo se lo decía.
...los lémures de Madagascar correteando por las ramas (y había uno que parecía que no le gustaba que le tocaran los pies).
...un hipopótamo durmiendo en el agua, apoyado en el cuello de otro hipopótamo que aguantaba la respiración. Mucho rato. Sin estresarse.
...la anaconda más grande que ver jamás haya podido. Dios mío que bicho.
...los delfines de 3, 7 y 11 años (su esperanza de vida es de 45) saltando ágiles y disfrutando con el juego. A medio espectáculo se "coló" un cuarto delfín, nadando y haciendo algún amago de salto o saludo. Se veía igual que a los demás. Nos explicaron que es una hembra "jubilada"... ¡de 45 años!
...los leones marinos nadando a toda pastilla, haciendo pequeños juegos mientras les daban la comida.
...los pingüinos lanzándose en tropel al agua porque uno había hecho un gesto como de haber encontrado comida.
...una tortuga gigante echando una carrera por su territorio.
...un rinoceronte dando un paseo.
...los chimpancés subidos al árbol y diciendo al cuidador que ya es la hora de comer y que a ver si rula ese forraje.
...un pavo real subido en lo más alto de un árbol situado sobre una pseudo-montaña.
...un avestruz escondiendo la cabeza.
...un canguro jugando con su joey.
...mis peques posando para la foto de salida, cogiéndose por la cintura.
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