El rey se muere, ¡larga vida al rey! Juanjo Cucalón interpreta a Juanjo Cucalón interpretando a Fernando VII, en un capítulo de El Ministerio del Tiempo que viene a darle la vuelta a El Show de Truman, con vibraciones simpáticas hacia episodios anteriores como "El Monasterio del Tiempo" o "Entre Dos Tiempos". Del primero toma el enfoque mayormente humorístico de un momento histórico tenso, del segundo el meta-lenguaje televisivo.
Koldo Serra regresa a la serie para dirigir un guión de Isa Sánchez, Daniel Corpas, Jordi Calafí y Javier Olivares, imprimiéndole un cierto toque "clásico" al episodio: la Historia como reality definitivo, el actor que se sale de su papel, el seguimiento televisado de lo que ocurre en los aposentos reales, la fascinación progresiva de Angustias, el edredoning, el sexo de nuevo (le pasó a Amelia) como detonante vital... Bajo una pátina de vodevil, el capítulo explica uno de los momentos clave para entender nuestra historia moderna, condensando el reinado del Felón y la amenaza del Carlismo: los seguidores de la serie se darán cuenta enseguida de la gravedad del asunto cuando oigan a Salvador Martí (siempre imprescindible Jaime Blanch) decir por primera vez que ya le gustaría dejar morir a Fernando VII si no se debiera a la historia, al oirle recitar (y echarle en cara al propio rey) sus fechorías, o amenazarle con la damnación eterna. Y además cuenta con una fotografía de aúpa, unas localizaciones de lujo y unos secundarios absolutamente perfectos en sus personajes, sea Álex O'Dogherty como Carlos María Isidro, Camila Viyuela como la reina María Cristina o Juan Codina como el doctor del rey (y estoy con Koldo Serra: es nuestro Peter Cushing). Todos conjuran perfectamente la época y las tensiones del momento, y arropan perfectamente a Cucalón, que está muy divertido como el actor y oportunamente grave y detestable como el rey.
El segundo plano en esta serie también es muy importante, y en segunda instancia tenemos por ejemplo a Alonso de Entrerríos (Nacho Fresneda) y Jesús "Pacino" Méndez (Hugo Silva) hablando de sus dudas ante la "traición" a un rey o la pérdida de un amor. Sin embargo, el tiempo deja huella en esta serie, es quizás una de sus principales virtudes frente a otras narrativas televisivas procedimentales donde el statu quo nunca cambia: Alonso y Pacino no son los personajes que entraron en el Ministerio, y sus conversaciones están impregnadas del punto de vista de la experiencia y de la camaradería. El dolor sigue ahí, su dolor sigue siendo parte esencial de los personajes, sumando un punto de vista que es rico y, si se me permite, con fundamento.
Pero es que esa conversación "secundaria" que mantienen los dos personajes en realidad está ilustrando al elefante en medio de la habitación: a Julián Martínez (Rodolfo Sancho), el gran desaparecido de la misión. Lo vamos viendo en fragmentos dispersos pero inquietantes: no responde a las llamadas del Ministerio, no duerme bien, se inventa excusas con Salvador, busca puertas del tiempo a escondidas... Tenemos un aviso visual: en su mesita se distingue El Anacronópete, igual que lo tenía Pacino cuando iba a cambiar la historia para salvar a Lola (y ya sabemos cómo terminó eso). Y en una escena final que no culmina 60 minutos, realmente, sino 41 capítulos y 4 temporadas, viaja al pasado y salva a Maite (Mar Ulldemolins). Para, con su historia cambiada, ser secuestrado unos minutos después. Es la culminación de la historia personal de un hombre al que el tiempo, como se ha recordado en este capítulo, solo ha avivado los recuerdos. Todo el dolor que se desató en "Bloody Mary Hour" cuando Amelia le devolvió su memoria (otro capítulo en el que la historia fundamental de Julián tomaba la apariencia de trama secundaria), y que había parecido subsumido tras la fuerza y las nuevas experiencias de Eulogio Romero, le lleva en la única dirección que su torturada pérdida y su amor verdadero son capaces de concebir: salvar a Maite. "¡Viva la vida!", podría ser el lema de este episodio. Y a la Historia que la zurzan.
Era el final que originalmente debía tener la historia de Maite según la planeó Pablo Olivares. El futuro está en el aire: el de Julián, el del Ministerio y el de la serie, y el final de temporada en el próximo episodio no puede ser más emocionante. La serie imprescindible de la televisión española nos emplaza, cómo no, a un final de temporada imprescindible.
Reseñas de El Ministerio del Tiempo
2 comentarios:
Siempre es muy instructivo leer tus reseñas, hace que uno se fije en cosas que suelen escaparse.Por lo menos a mi. Un gusto.
Muchas gracias, ytusarg ;)
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