EL MAESTRO Y LA SERPIENTE
Notas de Su Todopoderosidad (fragmento):
Hay una queja común en padres y madres de todas las épocas: sus hijos no siempre están de acuerdo con ellos, e incluso intentan corregir a sus mayores antes de estar realmente preparados.
Lamento admitir que eso es un efecto secundario de estar hechos a Mi imagen y semejanza. Porque Yo tengo el mismo problema con buena parte de mis hijos.
Eso incluye al único humano que se presentó oficialmente como tal, y que por ello es conocido como mi Hijo con mayúsculas: Yoshua Ben Yussuf / Ben Myriam. Es decir, Jesús hijo de José y de María.
Jesús era un buen hijo, no me entiendan mal. Él sólo quería mejorar las cosas. Después de 4 milenios de civilización, la religión había degenerado en una estructura de poder, por lo que los seres humanos olvidaron que no eran mis sirvientes, sino mis hijos. Él decidió corregir eso.
- ¿Enfrentarte a poderosos? -le avisé-. Tendrías que hacerlo con milagros de control mental, y eso iría contra el libre albedrío.
- Puedo hacerlo dialogando -contestó-. Creo que hablando se entiende la gente.
- Pobre hijo mío. A pesar de ser tan inteligente, ¡qué inocente eres!
Quizá no debí acceder a su plan...
Notas del Arcángel Supremo Gabriel:
Hoy Su Todopoderosidad me encargó llevar a Myriam el mensaje de que sería la Madre del Mesías. El trabajo no era extraño, pero el mensajero elegido sí:
- ¿Debo entregarle el mensaje a través del Principado Azirafel? -sugerí, por costumbre-. Es nuestro enlace oficial con los humanos....
Pero Dios me dio una respuesta preocupante:
- No. Hazlo tú personalmente. Esta vez es necesario un mensajero de la máxima categoría: mi Hijo necesitará toda la ayuda posible. Los humanos pueden ser muy tozudos.
Sin embargo, Dios no me dijo que fuera un secreto. Así que quizá dejé caer algún comentario en mi siguiente reunión con Azirafel. Yo anuncié el embarazo a María, pero sólo eso. No tuve nada que ver con la estrella y el ángel que tanto revuelo armaron nueve meses después...
Notas de Su Todopoderosidad (siguiente fragmento):
Por cierto, ni siquiera Yo entiendo a qué viene tanto debate sobre la filiación de Jesús. Hasta varios siglos después de su nacimiento, nadie ponía en entredicho que su cuerpo físicamente era hijo de José y Maria, mientras que su alma (como todas) era cosa mía.
Pero después de algunos siglos, unos señores que tenían muy poca vida sexual decidieron que José y María tampoco podían tener tal cosa. Como si la reproducción sexual me pudiera ofender a mí. ¡Que fui YO quien la inventó! Pero me estoy desviando del tema.
En resumen: nueve meses después de "La-Concepción-Que-Ciertos-Señores-Prefieren-Considerar-Virginal", un Principado llamado Azirafel y un demonio de baja malignidad, llamado en aquel tiempo Crawly, se reunieron gracias a su afición a visitar tabernas. Y como los rumores vuelan, pronto decidieron intervenir en lo que no debían.
Por supuesto, Azirafel nunca admitió haber anunciado el Nacimiento a ciertos pastores, y Crawly siempre negó su relación con el rumbo de cierta estrella. Pero casi nadie duda de que fueron ellos los que ayudaron a extender el mensaje del nacimiento de Jesús.
Y no se puede negar que tuvieron un excelente sentido del espectáculo.
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