17 abril 2009

Doctor Who: The time meddler

(2.36 a 2.39)

La combinación de humor y ciencia ficción se puede hacer de dos maneras: distorsionando los elementos fantásticos con los humorísticos, es decir, riéndonos de las convenciones del género, o incorporando el humor en la trama siendo, al mismo tiempo, muy serios con los planteamientos. En el primer caso los actores se burlan de los errores o arquetipos (como es el caso de Spaceballs), en el segundo nos creemos lo que pasa, lo que no quita que veamos el lado divertido de la vida (como sucede en Regreso al futuro). The time meddler (1965), el último serial de la segunda temporada de Doctor Who, se adscribe a esta segunda manera de reirse con la ciencia ficción... sin reirse de la ciencia ficción, ya que nos presenta a un adversario para el Doctor tan peligroso como divertido.

EDAD OSCURA
El Doctor (William Hartnell) acaba de quedarse bastante sólo. La joven Vicki (Maureen O'Brien) le ha persuadido de que permita a Ian y Barbara usar una máquina del tiempo dalek para regresar a la Inglaterra de 1963. Pero para su sorpresa, él y Vicki encuentran a un antiguo aliado, el valiente Steven Taylor (Peter Purves), que escapó de la nave en llamas en que le habían visto por última vez subiéndose al TARDIS.

Al principio cuesta algo de trabajo convencer a Steve de las propiedades transtemporales de la nave, algo que Vicki decide demostrarle enseñándole que han aterrizado en la Northumbria del siglo X. Traban amistad, algo recelosa, debido a las amenazas de invasión de los normandos, con los habitantes de una aldea cercana, y oyen cánticos en un monasterio cercano del que sólo se conoce a un monje (Peter Butterworth). Pero ese monasterio requerirá de su investigación cuando comiencen a escucharse los cánticos distorsionados, como si alguien hubiera puesto un disco a la velocidad inadecuada. Una tostadora, un gramófono, armas modernas... ¿qué hacen todos esos objetos en propiedad del misterioso monje? ¿Quién es en realidad? ¿Qué pretende hacer en un lugar tan apartado? Parece que tiene buenas intenciones, pero ¿poder hacer algo es motivo suficiente para hacerlo?

EXTRAS
La edición de este serial que ha publicado la BBC no contiene una cantidad de extras especialmente abundantes, pero sí que son de bastante calidad e interés. Por una parte, los siempre agradecibles subtítulos en inglés, subtítulos con información de producción y audiocomentarios. Unos audiocomentarios de lujo, deberíamos añadir, en los que destaca tanto el buen hacer del moderador, Clayton Hickman, como la conversación y los datos que aportan la productora Verity Lambert (fue su último audiocomentario antes de fallecer), el editor de guiones Donald Tosh, el diseñador Barry Newbery (generalmente todas sus aportaciones a los extras de Doctor Who son de elevado interés) y el actor Peter Purves.
Y además tenemos la primera parte de una serie de documentales sobre los comics de Doctor Who, Stripped in action, que en este caso se centra en las adaptaciones del primer doctor. Originales comentarios y comentaristas acerca del proceso de realización de unas historias que tenían poco o nada que ver con las de la televisión más allá de la semejanza del protagonista y el diseño de su nave, y el por qué de esa divergencia.
El DVD incluye más cosas pero su valor es escaso menos para auténticos coleccionistas: por ejemplo, un intento de poner en situación un fragmento desaparecido de 12 segundos, información acerca una secuencia sacada de material de archivo de la BBC (con la llegada del barco vikingo), y un obituario y galería de fotos en memoria de Verity Lambert.

CARACTERISTICAS TÉCNICAS
La copia original ha sido restaurada, aunque no ha podido someterse al máximo proceso de restauración vidFIRE debido al estado físico de las cintas. Hay una buena calidad de imagen, aunque no tan buena como en alguno de los seriales mejor restaurados. Este DVD es compatible con lectores de Zona 2 y 4, y posee sonido Dolby Digital Mono 2.0. Contiene la versión original en inglés, con subtítulos en esa misma lengua. Los capítulos están en el blanco y negro original, y mantienen su formato 4:3 original.

ANÁLISIS FINAL
The time meddler es el primer caso, dentro de esta serie, de capítulos con trasfondo histórico pero argumento de ciencia ficción, a diferencia, por ejemplo, de The Aztecs o The Romans, donde la ciencia ficción era sólo el vehículo de llegada y partida de los protagonistas. Además, es un caso curioso, porque construye un personaje tan interesante como el monje metomentodo del título, un personaje muy rico, muy divertido, relacionado además con el Doctor por una historia común y unos puntos de vista divergentes, para luego no volver a usarlo prácticamente nunca más, excepto en alguna novela (donde es llamado "Mortimus", aunque la "canonicidad" del material literario es cuanto menos dudosa).
Los títulos de los cuatro capítulos que componen este serial (The watcher, The meddling monk y sobre todo A battle of wits y Checkmate) ya dan una idea de que todo girará alrededor de la compleja partida de ajedrez que juegan el Doctor y el Monje con la historia del mundo como tablero y premio. Lo que no nos dice es que, además, nos servirá para descubrir una gran interpretación de ambos actores, que articulan perfectamente la historia a su alrededor.
Os recomiendo su compra (amazon.co.uk y la tienda de la BBC suelen ser las mejores opciones) especialmente a aquellos que disfrutásteis con The Aztecs, con la que forma una especie díptico temático (aunque con formas muy distintas).

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