03 abril 2009

Los 300 dinosaurios curiosos

Hoy celebramos el post número 300 de este blog. La verdad: sí, para la poca cantidad de gente que entra (no es que esté publicitado en absoluto) a veces uno se pregunta si vale la pena escribir tantas cosas. Lo bueno es que la respuesta sigue siendo que sí, porque uno escribe siempre con el deseo de que le lean. Pero sobretodo escribe porque tiene la necesidad vital de escribir.

A eso, a la escritura, le dedico el contenido de este mensaje 300. A la escritura y a la falta de publicidad que mencionaba. Porque otra cosa que no he publicitado demasiado es mi último libro. Primero fueron las colaboraciones con Fanpiro. Después el libro 500 trucos para dejar de fumar. Y a continuación me propusieron un libro sobre dinosaurios.

Siempre había querido escribir un libro sobre dinosaurios.

Aunque fuera de los típicos libros de la "serie 1000". Aunque fuera línea blanca. Aunque lo fueran a vender más en la sección de libros del Carrefour que en librerías. Todo auténtico friki de mi quinta se ha interesado siempre por los dinosaurios. Yo ya dije en su momento, pese a mi pasión, que cualquier crío de 7 años sabría más que yo sobre el tema: hay una curiosa cantidad terabytica de datos sobre dinos que somos capaces de almacenar cuando tenemos pocos años de edad. Nombres, grafías, tamaños, pesos, edades, eras, hábitos alimenticios... Sí, aunque Alan Grant se pusiera asustaniños con los velociraptores al inicio de Parque Jurásico, porque es cierto que pese a todo lo que sabemos sobre los dinosaurios... lo cierto es que sabemos muy poco sobre los dinosaurios. Tened en cuenta que de algunos de los más famosos, el T-Rex por poner un caso claro, apenas se han encontrado 30 ejemplares, y sólo 3 cráneos completos; que hay algunos de los medianamente conocidos (como el Procompsognatus) de los que toda la información que se dispone viene de un sólo hueso: no un fósil completo, UN HUESO. O que aún jamás nadie ha encontrado un fósil completo de Triceratops...

Pero claro, todo eso lo aprendí cuando empecé a documentarme para escribir el libro.
Éste libro. Os lo presento: libro, unos amigos...
Sí: un libro, dos portadas distintas, el mismo contenido. Si ya era un friki superfeliz por haber publicado un libro de dinosaurios (¿que no aparece mi nombre por ningún lado? ¡Y qué más da! Bueno, vale un poco sí da...), ¡el colmo de la frikería es que tuviera portadas alternativas multicolores! ¡El terror de los completistas!

¿Y dentro? Pues información sobre los grandes saurios...
...sobre los no tan grandes, sobre los dinosaurios en la ficción (cine, literatura, videojuegos, televisión, música incluso)...
...sobre los que no eran dinosaurios pero todo el mundo siempre confunde y, por otra parte, son igual de apasionantes, sobre el difícil trabajo de los paleontólogos y la historia de algunos de los más importantes (¡y de sus chascos!)...
...y sobre todo ilustraciones. Muchas, muchísimas ilustraciones.
Y también alguna que otra sorpresa.
(Continuará...)

1 comentario:

Lorenzo el triceratops dijo...

Sí, de hecho una de las (pocas) cosas que me disgustó de la película en comparación con el libro es que Michael Crichton sabía esa admiración que sienten los niños por los dinosaurios y por eso Alan Grant va contento en el coche con los niños.